High-Calum Hood

Capítulo 26 "Lo Que Yo Sé"

Los rayos del sol que entraban por la ventana ocasionaron que soltara un quejido y mis ojos se abrieran lentamente, despertando del sueño del que justamente no quería despertar por lo ocurrido la noche anterior.

Solo esperaba que todo fuera un mal sueño y Calum entrara por la habitación diciendo que solo fue una pesadilla y que nunca haría algo así.

Pero sabía que esa no era mi realidad y no volvería a ver a Calum en toda mi vida.

Entré a la ducha después de tomarme un par de pastillas para el dolor de cabeza, esperaba que eso pudiera tranquilizarme y relajarme aunque sea por unos minutos.

Funcionó, pero en ningún momento pude parar de pensar en Calum, en lo que pasó, e imaginarme como pudo haber sido, por qué lo hizo, y qué estará haciendo en estos momentos.

No quise comer un solo bocado, sabía que ni siquiera me atrevería a tragar y mi estómago estaba inapetente.

En el momento en el que me deshice de la comida que preparé tocaron el timbre. Abrí con disgusto, anhelando que no sea Calum, pero igual era una persona que no quería ver.

—¿Qué quieres Leah? Creí que había quedado claro que no los quería volver a ver— Dije tratando de sonar firme y sin vacilar.

—Yo sé qué no quieres verme Dani. Solo quiero que me escuches— Suplicó.

—Escucha Leah, no he olvidado que gracias a ti tuve la oportunidad de publicar el libro. Por esa única razón te voy a escuchar.

Pero si tratas de convencerme de perdonar a Calum, escucharlo o algo parecido, pierdes tu tiempo—

—No lo haré, solo quiero que sepas algo—

—Te escucho— Dije incitandola a pasar.

Pensó por unos segundos lo que diría y quizás cómo iniciaría.

—Tal vez estés creyendo que lo del robo en el departamento de Calum es mentira, pero no lo es.

La policía atrasaba mucho el caso, por eso no pudo irse antes, apenas pudo consiguir el boleto de avión para el día de tu graduación.

Estaba a punto de alcanzarte, pero tenía una sorpresa para ti, por esa razón fue al departamento por el regalo y antes de marcharse, Bradley lo contactó ¿La recuerdas?—

Claro que la recordaba, ella era la misma chica que separó a Calum de mí en el antro la primera vez que nos besamos, la misma a la que Calum dedicó la canción de Wildflower. Y justo ella había estado en mi fiesta sorpresa. Esa noche no paraba de  recordarme a cada segundo que Calum y ella estuvieron saliendo por un tiempo.

—Lamentablemente sí—

—Bueno, ella quiso encontrarse con Calum con la excusa de que le había sucedido algo terrible.

Él aceptó verla por unos minutos ya que en verdad se escuchaba mal.

Llegó al departamento llorando, pero nunca dijo la supuesta razón. Solo daba vueltas al asunto hasta que convenció a Calum de beber algunas copas, cuando estaban demasiado ebrios se drogaron y se acostó con él.

Cuando despertó era demasiado tarde para llegar contigo y ambos acordaron no decirle nada a nadie de lo que pasó—

Mordí mi lengua tratando de no llorar por millonésima vez, mientras Leah continuaba.

—Tiempo después pensé que había algo raro, Ashton salía cada mañana hacia acá y llegaba hasta el anochecer.

Ayer salí por las compras y cuando llegué, escuché a Calum y Ashton hablando.
Él le decía que debía contarte toda la verdad. No sabía de lo que hablaban hasta que escuché a Calum por la bocina decir algo peor.

Ash me pidió no decirte nada, y cuando venimos a ver a Calum le pedí que te dijera todo o te lo diría yo.

Él tuvo la idea de llevarte de viaje y dijo que lo haría— Suspiró —Dani. Bradley llamó a Calum ayer por la tarde y le dijo que está embarazada—

Por un instante pensé en perdonar a Calum, después de todo, estaba drogado y no sabía lo que hacía, o tal vez sí, procuraba no pendar en ello.

Pero ahora las cosas cambian, ella está embarazada y no puedo meterme con una familia que ambos formarán en unos meses.

Sentí una lagrima mojando mi  mejilla y con dificultad hablé.

—Tú lo supiste ayer— Murmuré.

—Sí Dani—

—Leah— Llamé después de una larga pausa — Por favor— Volví a murmurar —Dejame sola—

—No, Dani...—

—Voy a estar bien. Lo juro—

Ella dudó por un tiempo.

—Solo algo más. Te prometo que después me iré— Asentí —Dejaste tu bolso en el auto de Calum. Pensé que sería mejor si te lo entregaba yo— Lo dejó en el sofá —No estoy aquí para hacerme la desentendida y que me perdones, solo quise confesarte lo que yo sé— Volví a asentir —Y por último, sé que no quieres nada de Calum.
Él sabe que ahora estoy aquí contigo y me pidió que te convenciera de escucharlo, no te preocupes, no lo haré. Pero si le haré otro favor que me pidió— Sacó de su bolso una pequeña bolsa y me la entregó —Es el regalo que te daría en la graduación.

Lo que hagas con el regalo y con lo que acabo de decirte, es decisión tuya nena. Te adoro muchísimo— Beso mi cabeza y se marchó.

Mi cerebro aun estaba en shock, no podía sacar de mi cabeza el pensamiento de que Calum sería padre muy pronto.

Y yo no era la madre de su hijo.

Minutos más tarde decidí no perder más el tiempo y hacer una primera llamada, ahora que tenía de vuelta mi celular.

Y al finalizarla, busqué entre mis contactos para hacer una segunda.

—¡Hola pequeña! Hace mucho que no me llamabas ¿Cómo estás? — Dijeron del otro lado de la línea.

—Hola Mike ¿Estás ocupado?— Pregunté insegura.

—Solo estoy jugando, nada importante ¿Pasa algo?—

—¿Crees que puedas venir a casa?—

—Claro— Vaciló —¿Estás bien?—

—Sí, no te preocupes, solo necesito verte—

—Voy de salida, no demorare—

—Gracias Mike. Solo hazme un favor y no le digas a nadie que vienes—

—No te preocupes, cuenta con ello—

—Gracias—

Colgué la llamada y cuando menos lo esperé el timbre volvió a sonar.

—Hola Mike, muchas gracias por venir. Espero no haberte causado ningún problema—

Besó mi mejilla y pasó hasta la sala.

Desde que estuve con los chicos en Melbourne, Michael y yo habíamos formado una bonita amistad. Sabía que podría contar con él en cualquier momento y confiaba más en Michael que en cualquiera de mis otros amigos que hice en todo el tiempo que estuve en Sídney.

Luke también era un muy buen amigo, y a pesar de que muchas veces me apoyó, decidí que la mejor persona a la que debería de llamar en esta situación sería Michael.

—Nada de eso linda, sabes que siempre estaré para ti— Apretó mi mejilla que anteriormente había besado y yo sonreí —Mejor dime ¿Estás bien? ¿Te pasa algo? ¿Qué tienes?—

En una ocasión Mike me confesó que me quería más de lo que pudiera admitir, porque me veía cómo si yo fuera su pequeña hermana que nunca pudo tener.

Lo cuál me hizo saber que él me cuidaría y definitivamente nunca sería traicionada por él.

—Gracias Mike. Otra vez—

Inhalé y exhalé un par de veces antes de volver a hablar y decirle el porqué de mi urgencia por verlo.

—Mike, me regreso a casa, con mis padres—