Capítulo 9 "Disculpas"

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—¿Qué rayos te pasa?— Dije cerrando la puerta para evitar que alguien pudiera escuchar esta discusión que sabía que se aproximaba.

—¿Qué rayos te pasa a tí?— Respondió gritando.

—Escucha Calum, no voy a permitir que vengas a mi casa a estar gritándome—

—No Daniella. No puedo creer que me hayas hecho esto—

—¿Hacerte qué? No sé ni siquiera de qué estás hablando—

—¿No lo sabes? Te desapareciste por días Daniella, días enteros. No respondiste ninguna de mis llamadas ni mucho menos mis mensajes. Todos estos días he estado buscándote como loco por todos lados y tú jamás apareciste. Venía casi a todas horas diario y tú nunca te dignaste a abrir o al menos a hecharme.
No puedo creer que seas tan infantil y te hayas puesto así por el beso...—

—¡Cállate!— Grité interrumpiendo después de cerrar con fuerza mis ojos por la desesperación y coraje —Estás tonto— Continúe más calmada después de dar un largo suspiro. Pues no quería pelear con él, no ahora que mi día había marchado a la perfección —Para empezar no me desaparecí. Segundo, no tiene nada que ver el beso aquí, así que no lo metas. Y tercero, no he tocado el celular para nada, ni siquiera sabía que has estado buscándome. Tuve mucho trabajo, y tareas. Casi no estaba en la casa porque tenía que ir a la biblioteca, tal vez por eso nadie abría, considerando que la única persona que vive aquí soy yo. Además...— Caminé hasta el sillón para poder sentarme —Justo hoy acabo de terminar con mi trabajo, y cerré un trato con Marcus Daniels ¿Lo conoces?—

Dije dando pequeños golpes al sillón para que tomara asiento a mi lado.

—¿Marcus Daniels?— Repitió —¿El escritor y dueño de la editorial?—

—Él mismo— Sonreí —Me propuso publicar mi libro en dos meses, pero solo en su editorial y librerías y pues... Acepté—

—No puedo creerlo— Gritó emocionado —Estás creciendo cada vez más rápido y adoro eso—

No sé si no me esperaba su reacción o fue muy rápido para que yo siquiera pudiera hacer un movimiento.
Pero tomó rápidamente mis mejillas acercándome a él para poder dejar un lindo beso en mis labios y después me abrazó.

Qué bipolar es Calum.

—Estoy muy feliz por tí. Verás que triunfarás más rápido de lo que crees y superarás todas esas metas que tienes en mente—

—Muchas gracias Calum— Respondí sonriendo —Gracias por apoyarme y estar aquí en mis momentos más felices—

Sonrió y después de hacer una pequeña pausa volvió a hablar.

—Lo lamento tanto— Tomó mis manos entre las suyas.

—¿Qué es lo que lamentas?— Pregunté extrañada.

—Mis acciones que he tenido contigo. No debí aparecer con esa actitud, y no es justificación, pero estaba tan desesperado de no saber nada de tí. Y peor aún que desapareciste ese día y no dijiste nada—

—Está bien Calum, descuida. Es solo qué... Bueno, no sé si sea buena idea que te lo diga. Pero ese mismo día te disculpaste por lo que sucedió con tus amigos y minutos después me dejaste ahí, en medio de la nada y te fuiste—

—No sé qué decirte— Dijo quitando su vista de mis ojos y mirando hacía el suelo, o eso creí —Me arrepentí tanto de dejarte ese día, no tienes idea. No me voy a perdonar lo que te hice soy un estúpido—

De hecho sí lo es.

—Tampoco te des de latigazos— Coloqué mi mano en su hombro apretandolo ligeramente
—Solo hazme un favor—

High-Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora