High-Calum Hood

Capítulo 35 "Otra Vida Contigo"

—¿Duele?— Pregunté alejando el algodón de su labio al ver su rostro sin alguna expresión en él.

Él sonrió antes de responder.

—No te preocupes nena. Continúa— Respondió aún sentado a la orilla de la cama.

Yo seguía frente a él, de rodillas, curando y limpiando las pocas heridas que había en su rostro.

—Pondré un poco de esta crema en tus nudillos. Están rojos y algo hinchados— Informé con delicadeza.

Calum sonrió nuevamente asintiendo.

Metí un par de dedos al pequeño frasco de la crema y con mucho cuidado unté un poco por todos sus nudillos de ambas manos.

—Me siento culpable al verte así—

—Nena— Tomó mi mentón obligándome a mirar sus ojos —No pasa nada ¿Está bien? No me hizo mucho. Tú misma curaste las heridas, fueron pequeñas.

Yo me habría sentido peor al saber que no llegué a tiempo y no impedí que él volviera a hacerte algún daño.

No quiero que te sientas así ¿De acuerdo?—

—Muchas gracias Calum— Traté de sonreír volviendo mi mirada al suelo.

—Nena— Volvió a imitar el mismo acto tomando mi mentón —Todo está bien—

Negué con la cabeza.

—Algo está mal, Cal—

—Hay un millón de cosas malas en este instante. ¿Pero a quién le importan esas cosas ahora? Siendo que ambos estamos juntos— Dijo con una hermosa sonrisa —Y nunca volveré a alejarme de ti. Todo estará bien a partir de hoy, si es que permaneces a mi lado—

Sonreí acariciando su mejilla y observé la herida de su labio que hacía pocos segundos había limpiado.

Acerqué lentamente mi rostro al suyo dejando un beso muy delicado en esa parte, y tan solo me alejé pocos centímetros.

—Gracias por cuidar de mí— Susurré.

—No hay porqué agradecer, tan solo estoy cuidando de mi otra mitad— Respondió de la misma forma.

Sonreí antes de volver a dejar otro pequeño, pero delicado beso en la misma zona.

Sus labios comenzaron a buscar los míos por completo, así que subí mi rostro un poco más para que pudiera encontrarlos, y cuando finalmente lo hizo, los presionó de una manera muy tierna.

Tomé sus mejillas y me aparté de él nuevamente, solo para poder mirar sus ojos.

—Así me besaste la primera vez—

—Sí, así fue— Dijo después de una pequeña risa.

—Cal— Llamé su atención —¿Qué pasó el día de la graduación?—

Él hizo una mueca y dio un pequeño suspiro apenas audible.

—Nada nena— Acarició mi mejilla —Realmente no pasó nada— Dijo tomando mis manos para que pudiera ponerme en pie y tomara asiento a su lado —¿Recuerdas todo lo que pasó hasta ese día?—

—Sí, algo así. Son pocas cosas que aún no logro recordar. Pero al menos eso sí—

Tomó mi mano y besó mi frente, dejando pocos segundos sus labios en el mismo lugar.

—Tenía ya todo listo— Comenzó —Había comprado la pulsera para ti, para que pudiera combinar con tu atuendo de aquel día. Pero la olvidé en el departamento, así que tuve que regresar.