𝘼 𝘾𝙪𝙩𝙚 𝙊𝙧𝙖𝙣𝙜𝙚 𝘾𝙤𝙡𝙤𝙧 ━ Emma y tu

O9;;🌻

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Después de un rato corriendo, llegó a una vivienda de tonos marrones, teniendo un ambiente de cabaña en el bosque. Se metió en WhatsApp para avisarle a la de cabellos naranja que ya había llegado, recibiendo un emoticon de sorpresa por su parte.

Se acercó a la puerta principal, escuchando bulla dentro del domicilio, confundiendola. Pasos se escucharon acercarse hasta que la puerta fuera abierta.

—¡___________, qu– ¿¡ESTÁS BIEN!?

Frente suyo estaba la más alta, con un rostro demacrado al igual que su ropa. Se alarmó, la fémina iba a caerse pero logró atraparla a tiempo. Tomó su brazo pasándola por su hombro y se adentraron al hogar. Como pudo llevó a la fémina al sillón a que descansara, le quitó los zapatos para ponerlos en la entrada y al volver, se fijó mejor en la cara de la fémina.

Estaba llena de sudor, tenía un raspon en su mejilla y su cabellera toda desaliñada. Tomó su cara entre sus manos y teniendo cuidado comenzó a arreglar su pelo, ojeando como la rubia no hacía nada más que ver un punto muerto tratando de reponer fuerzas. Fue hacia la cocina donde tenía un botiquín de emergencia en una esquina, lo agarró para volver con la rubia y tratar de curarla.

—___________. . . ¿Quieres hablar de esto ahora o. . .? —la de orbes violeta asintió. El trío eran la única ayuda que tenía, quienes podían ser su voz— Esta bien, escribe por mensaje, tarda lo quieras. Esperaré a que termines tranquilamente, tómate tu tiempo.

Sacó algodón y alcohol del botiquín, acercando el pequeño pedazo de algodón a la mejilla herida de la fémina mientras esta escribía en su celular. Pasaba el algodoncillo con delicadeza, apreciando también sus facciones. Una vez que la peli naranja terminó, dejó las cosas en su mesa para ir a la cocina por un vaso de agua para la de orbes violeta.

Solo pasaron unos 20–45 minutos de haberla dejado y aparece así. . .

Colocó el vaso en la mesa y de inmediato la otra fémina le entregó el celular con lo escrito de lo que le había sucedido hace unos momentos.

Apenas llegué, madre estaba enfadada. Me quería quitar la ropa que me regalaste para botarla a la basura, y yo me opuse. No entiendo que le sucedía, se volvió más salvaje conmigo. Al punto de que tuve que saltar de la ventana y escapar de ahí. Mi padre no estaba, y eso me preocupa. Papá siempre estaba a mi lado ahora que lo recuerdo, siempre trataba de ayudarme en estos tipos de problemas y retenía a mamá de pequeña cuando se enojaba. . .

Por cierto, ¿dónde están tus padres? ¿No se enojarán de que esté aquí tan tarde?

—Oh. . . Bueno, yo no tengo padres. —le sonrió. Esa sonrisa y las palabras que dijo no encajaban, alarmando a la de orbes violeta— Tranquila, eso no importa ya que los tengo a ustedes y a la familia de al lado. Ahora, ¿me permites quitarte la ropa superior para darte una mía? De paso te curare lo que tengas.