❝私の声❞
▭𝓝𝓸 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓬𝓸𝓷 𝓿𝓸𝓬𝓮𝓼 𝓼𝓮 𝓮𝔁𝓹𝓻𝓮𝓼𝓪 𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓾𝓷𝓸 𝓼𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮.
Solo por un accidente. Un pequeño accidente que le cobró toda una bonita infancia y crecer como alguien normal.
Su vida era una tortura, según ella. Pero...
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Ha pasado una semana, y ella no nos muestra alguna señal de vida. Queríamos esperar a ver que sucedía, porque, podría ser que se haya enfermado o tuvo algún problema en casa en el cual requiera de su presencia. De todas formas, le preguntamos al profesor Yūgo si sabía algo, pero este solo nos esquivó la pregunta y no nos dijo nada. ¿Quizás no sabía?
El profesor Yūgo no nos quería decir que había sucedido, ¿o tal vez no sabía? Mentiría si dijera que no estaba preocupada. Se había vuelto mi amiga, me preocupa. . . ¿Habrá llegado bien? Si, debe ser. . .
¿¡Qué tal si se la llevó un extraterrestre!?
—¡¡NO PUEDE SER!!
—¡Emma. . .!
—¡Lo siento profesor Lucas!
Lo escuché suspirar— Emma, ¿por qué estás tan distraída? Amas mi materia, al igual que todas.
—________. . . Es ella. No ha asistido por una semana. La última vez que la vimos Norman, Ray y yo fue el lunes en la salida. —expliqué frunciendo el ceño. En mi campo de visión logré ver a los chicos asentir.
—Es verdad. . . Necesito hablar con Yūgo, para ver si sabe de ella. Aunque sea como se encuentra. Mientras tanto, trata de no distraerte mucho. —sonrió amable. Le devolví la sonrisa para sentarme otra vez en la silla.
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Más tarde, cuando las clases han terminado, el profesor que poseía una gran cicatriz en el rostro fue hacia la Sala de profesores, encontrándose con su mejor amigo; Yūgo. Oh, y muy tranquilo no estaba, y si bien sea verdad lo que dijo Emma, encarará ahora mismo al azabache.
—¡Yūgo, ya dime que le sucedió a la señorita Bernthal!
Llegó de un portazo, asustando al adulto, el cual derramó su té en la mesa y se cayeron sus galletas.
—Lucas. . . —suspiro, teniendo su ceño fruncido por el recién accidente. Dejó eso de lado para contestarle— ¿Escuchaste las noticias de una persecución detrás del Instituto?
