Capítulo 29 - La ciudad donde todo empezó

642 65 14
                                    

— Antes del amanecer... —murmuré, para mis adentros. — Ya es hora.

El sonido de los ascensores ya resultaba insoportable; habían estado funcionando durante todo el día mientras los reclutan iban y venían con una mezcla de descontrol, ansiedad reprimida y emoción. Sentía como si estuviese atrapada dentro de un reloj de arena, donde cada paso me ahogaba más, donde cada segundo que pasaba me recordaba el día en el que estaba. Es hoy... Es hoy, joder.

<<Cálmate.>>

— ¡Hey! ¡Señorita Hanji! —gritó un hombre que estaba debajo de la Muralla.

— ¿Flegel...? —preguntó ella en voz baja. Comenzó a caminar hacia adelante junto con algunos soldados que les llamaba la atención el ruido que provenía de debajo.

— ¡Recuperen el Muro María por nosotros! —gritó otro.

— ¡El futuro de la humanidad está en sus manos!

— ¡Ánimo, joder!

Más y más gente comenzaba a amontonarse para mirarnos y decirnos palabras... de apoyo.

— ¡Capitán, Levi! ¡Gracias por salvar nuestra ciudad!

Levi, quien había estado hablando con su Escuadrón, se dio la vuelta para asomarse por la Muralla y observar el griterío. Le sonreí tímidamente.

— ¡Reclamen nuestro territorio, hijos de puta!

— ¿Quién demonios es el bocazas? —preguntó Levi, mientras se cruzaba de brazos.

— Estuvimos preparándonos durante todo el día —mencionó Hanji, emocionada—. Tarde o temprano se enterarían... Pero no esperaba esto.

— ¡Sí! ¡Pueden contar con nosotros! —gritó Jean mientras Sasha aplaudía y vitoreaba con lágrimas en los ojos.

Todos estos años en los que había estado en la Legión —no... desde que los observaba desde la calle—, jamás habían dicho palabras de apoyo. Sentía como si una cálida brisa me hubiese abrazado el corazón. Estaba feliz de que al menos... llegase a ver esto.

— Este es sólo el comienzo —dijo Erwin, sonriendo como jamás lo había visto. Levantó el puño y comenzó a gritar. La gente se emocionó aun más y comenzaron a imitarlo junto con los soldados. La mayoría sonreía o lloraba— ¡La misión para recuperar el Muro María... comienza ahora! ¡Avancen, soldados!

Galopamos durante un par de horas, mientras un aura de felicidad rodeaba a la tropa.

<<Pero siempre hay calma antes de la tormenta.>>

Tardamos otra hora en subir todas las provisiones y reunirnos. En el borde de la Muralla, todavía podía escuchar a Erwin hablar con Hanji, discutiendo de las múltiples posibilidades que teníamos. Sin embargo era imposible oírlos durante mucho tiempo: frente a mí, se encontraba Shiganshina, o al menos... lo que quedaba de ella.

<<La ciudad donde todo empezó.>>

Sinceramente... pensé que iba a ser más fácil, que lo único que iba a sentir era un nudo en el estómago y unas ganas de venganza mezcladas con melancolía. Pero me equivoqué, era un dolor extraño, insoportable, de esos que parecen provenir desde lo más profundo de tu ser, aquellos inexplicables, que parecen tomar cada parte de tu cuerpo y recordarte cosas que sólo hacen que te hundas más y más hasta no ver ninguna salida.

<< — El barco está lleno, señora. Lo lamento.

¿¡Mamá, qué estás haciendo...!? ¡Mamá!

Camino de aspiraciones y cadáveres [2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora