The Pink Panther©

08: Frío Gris

Que tonto y rebelde frío hacía.

Le cala hasta los huesos y que Win no atendería la puerta le estaba molestando mucho.

¿Que se supone que hacía su novio-nonovio-porqueseestanconociendo?

Hoy irían a ver a Mike y TopTap a su casa, pues después de muuuuuucha pero MUUUUUUUUCHAAAAAA insistencia de TopTap para presentarlos como "sus padres a una novia" finalmente irían a verlos.

Hablando de padres, ¿que harían los suyos si supieran que ahora esta intentando algo con un chico? Seguro su padre lo desheredaría, no le molestaba porque al final no se valía de la cuenta que su padre abrió hace un par de años para él.

Podía decir con orgullo que ni un solo peso de esa cuenta había salido de ella y que era un muy buen escritor y que se mantenía, con algunos lujos.

¿Su madre? Ella siempre le mencionó que estaría orgullosa fuese lo que fuese, porque ella lo adoraba y amaba tal y como era.

De hecho recuerda que una vez le dijo "cállate, hijo gay, te amo como eres" cuando miles de veces le dijo que era hetero.

Bueno, ya ni tanto.

Él... Él... ERA WINSEXUAL, SÍ COMO NO.

Con una sonrisa de autosuficiencia volvió a tocar el timbre y por fin el chiquillo salió.

Enfundado en capas y capas de suéteres rosas y la nariz del mismo color por el frío.

— Lo siento, brillito, es que hace mucho frío.– se quejó.

Bright le revolvió el cabello antes de tomarlo de la mano y jalarlo hacía afuera.

Lo soltó una vez que estuvieron en su auto, mirando con intriga al pastelito rosa.

— Winnie, ¿puedo hacerte una pregunta?–

— Ya me estás haciendo una, bobito– rió suavemente — Pero sí, claro.–

— Umh, ¿a que te dedicas? Lo digo sin ofender, ya sabes, porque tu casa es realmente grande.– dijo.

Win rió – Soy el heredero de las empresas de papá, me encargo de ellas desde casa y aveces voy a juntas.–

Okay.

ESO FUE UN GOLPE BAJO PARA BRIGHT.

— ¿UH?– preguntó volteando a verlo aún más.

— Bright, me llamo Win Metawin Opas-aimkajorn, ¿no te das una idea?– preguntó.

— Espera, ¿ESOS OPAS-AIMKAJORN? ¿LOS MILLONARIOS DUEÑOS DE MILES DE EMPRESAS?– chilló.

Win le sacó la lengua — No diría que miles, pero unos cuantos cientos sí.–

Bright  entonces sintió mucha presión que fue reflejada en su rostro.

¿Que podía darle un escritor columnista como él, a un millonario nacido en cuna de oro como lo era ese chico?

Win al notarlo, tomó las manos del mayor y como hace unos días él, las besó — No, no, no, señor Brillito no te hagas ideas tontas porque no van así– dijo poniendo su abultada mejilla sobre las manos de Bright — No te estoy viendo por signo de pesos y sé que tú tampoco a mi, ¿podemos fingir que no sabes esto? No quiero que nada cambie, por favor.– dijo.

Bright sintió el calor agradable extendiéndose en su pecho al ver el adorable rostro de su chico, en sus manos, con rebeldes cabellos rosas cayendole en los ojos, dándole una aura angelical.

Entonces el frío crudo de afuera fue nada, porque dentro de ese auto el calor del amor abordaba ambos jóvenes.

No se querían por el dinero que el otro tuviera, claro que no, en ellos florecía un amor más allá de todo, del género, dinero, y posición.