𝐆𝐎𝐃 𝐈 𝐍𝐄𝐄𝐃 𝐑𝐄𝐃𝐄𝐌𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍 ; Rebornplay

𝔜 𝔩𝔞 𝔟𝔦𝔟𝔩𝔦𝔞 𝔡𝔦𝔧𝔬...

─ ¿Que se supone que llevas puesto, Jack? ─La mujer pelirroja veía a su hijo con total desagrado, no le gustaba para nada como aquel chico iba vestido.

El pelinegro bufó mentiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón, miró a su madre alzando una ceja; retandola.─ ¿Un traje? ─Preguntó sarcástico.─ No sé, supongo. ─La voz gruesa era algo que destacaba en aquel muchacho, una muy linda voz para todo el que lo escuche.

La mujer abrió la boca ofendida por la manera en la que su retoño le había hablado, se llevó una mano al pecho.─ ¡No me hables así, Jack Conway! ¡Cuando tu padre se entere! ─el chico apartó la mirada para rodar sus ojos, ahí iba a empezar.─ Mejor ve a cambiarte esas prendas que me llevas, ponte un traje más claro, no tan oscuro.  Ah, y cambiate esa tonta corbata por una linda pajarita, te quedan mejor, mi vida.

El de voz gruesa suspiró dándose la vuelta, amaba a su mamá pero cuando se colocaba así de pesada, pasaba de charlar con ella o algo similar, solo se encargaría de acatar sus órdenes sin rechistar.

Que le jodan a la iglesia.

Subió las escaleras que daban al segundo piso de aquella morada, caminó hasta su habitación, era la última en aquel pasillo.
Miró la puerta de madera, las leds que adornaban esta seguían brillando, se podía leer en aquel cartel el nombre "Reborn"; suspiró girando la manija de la puerta entrando en aquella linda habitación y yendo directamente al clóset, sacó el traje blanco que su hermana le había regalado.

¿En serio tenía que cambiarse?

𝐑𝐎𝐌𝐀𝐍𝐎𝐒 𝟏: 𝟐𝟔-𝟐𝟕

Bostezó, llevaba horas escuchando al padre hablar y aún no terminaba, ni siquiera había llegado a la parte de la ostia. Menudo aburrimiento.─ Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. ─Una mueca de aburrimiento se formó en el rostro de Reborn, ya sabía lo que se venía.─ Mateo 19:14. Y así como nuestro Salvador lo dijo, dejemos que los niños vengan y pasen para acá adelante, ya que ellos son nuestro futuro, dejemos que representen al reino de Dios y que esté con ellos mismos. Ahora mismo, todos los jóvenes presentes en esta sagrada reunión, vengan y pasen conmigo, iniciaremos la oración del día.

Sintió la mirada pesada de su madre sobre él, volteó viendo como más niños se levantaban e iban hacia donde el padre.

─ Jack, ve. ─Frunció el ceño, no iría a orar por algo que ni siquiera creía, su madre ya sabía su posición religiosa. ¿Por qué derrepente...?─ No te lo tengo que repetir dos veces, ve.

─ Pero mamá... sabes que yo- ─Fue interrumpido por la mujer, la cual cerró los ojos con fuerza y respirando hondo sonrió.

─ Sin peros, anda, ve al frente. ─Suspirando se levantó de donde estaba sentado, estiró sus manos sacudiendose el pantalón quitándose los restos de pequeñas pelusas y tierra de encima. Empezó a caminar hacia donde varias personas de edad corta se encontraban alineadas, en fila india.
Se alineó junto a los demás, justo en la mitad, vió de reojo a su gran amigo colocarse junto a él, volvió la vista hacia adelante.