My Beautiful Sensei //SasuNaru Vs KakaNaru//

✿Descubiertos✿

Nota de autor: Vaya... Cuanto tiempo... Está vez traigo muchas obras tras de mi, por eso decidí actualizar de una vez por todas.

Hay un One-Shot SasuNaru y nuevas historias recién publicadas, entonces vayan y lean hasta el cansancio. Ok no xd.

Bueno, disfruten de mi regreso uwu.

(...)

El tiempo que faltaba para la hora del almuerzo, lo pasaron en la habitación de Sasuke, esperando a que de respuestas que indiquen su mejora.

- Tengo hambre y sueño, que fastidio. - Dijo Shikamaru en una silla, semi acostado en esta.

- Si Sakura-chan, tú fuiste la que nos obligó a venir. - Hablo el rubio, prácticamente desplomado en el suelo del lugar.

- Sensei tiene razón... - Kakashi se encontraba en la misma posición que el rubio, justo al lado de este.

- ¡Sasuke-kun es un integrante del equipo, así que ustedes se quedan! - Apretó su puño, marcando una vena en el mismo, y en su frente. - Por los demás, no sé que hacen aquí siquiera. - Volvió a adoptar su sonrisa mientras los jōnin se observaban entre sí.

- Lo siento, Naruto. - Pronunciaron todos al unísono, saliendo del campo de vista del menor.

- ¡Traidores, son como Pain, sólo que él si se preocupaba por la paz del mundo shinobi, dattebayo! - Acusó el blondo llorando cómicamente, provocando una pequeña risa en el Hatake.

- ¿Quién es Pain? - Interrogó la pelirosa con un deje de curiosidad.

El peliplata la miró con enojo, ¡Todos se enteraron de la masacre que creo el pelinaranja en la aldea!, Aunque no muchos sabían quien la defendió...

- ¿Él? - Suspiro, recordando sus palabras sobre el sannin de los sapos. - Fue el hombre que destrozo la aldea... Pero yo lo detuve, ttebayo. - Dijo sin pensar con una gran sonrisa, sin embargo, recordó las locuciones de Tsunade, cuando tenía doce años.

"Debemos ocultar esto Naruto, sólo los que vieron lo ocurrido sabrán que tú asesinaste a Nagato; este chico tuvo muchos aliados, no querrás meterte en problemas..."

Colocó una mano en su boca y volteo a sus dos lados, la cara de sorpresa de sus dos alumnos era más que visible.

- Pero si nosotros teníamos ocho años cuando eso ocurrió... ¿Derrotó al líder de Akatsuki con doce años? - La confusión no salía del rostro pálido del varón.

Su maestro no sólo era hermoso, carismático y bastante fuerte... También era el salvador de la aldea, un prodigio.

- Si. - Contesto con simpleza, rascándose la nuca con nerviosismo.

Una sombra no permitió que los genin siguieran con su interrogatorio.

El hombre que se apareció frente a ellos era Sai, quien golpeo con desprovisto a Naruto, este se quejo en seguida.

- ¡¿Qué haces Sai?!, ¡Eso dolió ttebayo! - Vocifero, correspondiendo el puñetazo que recibió, con un coscorrón.

- ¿Por qué no llegaste al funeral? - Siguió con furia, acariciando la zona que impacto el Namikaze.

Todos se quedaron callados durante unos segundos, ¿De qué funeral hablaba?

En esos instantes, Naruto recordó algo que le hizo tragar duro.

"¿Menma-chan...?" Se cuestionó mentalmente, deseaba estar en una terrible equivocación, pero la voz de su bestia con cola sólo afirmó la peor de las opciones posibles.
"Lo siento cachorro... El chakra que le impregnaste no logro salvarlo..." Todo iba de mal en peor.

Tantos años de su vida protegiendo lo que más amaba... Y todo se lo quitó él...

"Ero-sennin... Menma... Orochimaru asesino a ambos..."

Su molestia crecía a cada segundo, provocando que el chakra de Kurama se dispersara por su grosor.

Los ojos azules se tornaban rojo carmín mientras las lágrimas caían sin fin.

- ¿Menma... Murió? - El pelinegro se dio cuenta de su error, el blondo no sabia absolutamente nada, y aquello era para evitar ese resultado.

- La marca de maldición que le otorgó Orochimaru se expandió por todo su cuerpo, lo observe en la morgue, el jutsu estaba preparado para matarlos. Sasuke-kun pudo haber muerto de igual manera... - Explicó detalladamente, evitar problemas con el de piel bronceada era su principal objetivo.

- ¿Qué jinchūriki instaló el sello? - Su terrorífica voz dejo totalmente callados a los dos niños, los cuales presenciaban todo en una esquina, junto a la cama.

- Fue Bee-sama... - Siguió, tratando de no balbucear.

Naruto suspiró, no podía enojarse con el Hachibi; quería mantenerse tranquilo, se había controlado aún con el Kyubi de enemigo, seguro podrá con eso.

Sus pupilas volvieron a ser inundadas del azul cristalino que siempre poseían.

- Necesito... Descansar... - Su vista se dirigió a Sakura y Kakashi, ellos no dijeron nada, por lo que salió de la habitación sin más.

Rondaba por las calles con seriedad, justo como lo hizo cuando se enteró de la dolorosa pérdida de Jiraiya.

Sus ojos derramaban líquido, casi sin ser visible.

Su mundo se encontraba derrumbándose, ahí fue donde recordó lo de los exámenes chunnin, estos se aproximaban y no mencionó aquello frente a los chicos.

Mas eso no importaba ahora, ¿Por qué todos a su alrededor morían?, ¿Pronto comenzaría a ver como sus amigos mueren? Esperaba que no.

Una idea se presentó frente a él.

Sai hablo claramente sobre un entierro... Ya todo estaba planeado, y la rubia que tanto apreciaba no le mencionó nada en absoluto.

La sangre le comenzó a hervir una vez más, ¡La mujer no le hablo de la muerte de su propio hermano!

Reprocharía eso después, ahora necesitaba disculparse con el mayor.

Camino por las calles poco pobladas de la aldea, en dirección al cementerio de Konoha.

En el momento en que encontró la tumba del divertido ojiazul, las gotas de agua salada volvieron a brotar de sus orificios visuales.

Tomo una flor que se encontraba cerca, en un arbusto lleno de estas.

Rozó los pétalos de la flor de cerezo con sus finos dedos, sentía cosquillas por el suave tacto que él mismo creaba.

- Lamento... No haberte protegido antes, Menma-chan. - Un dulce beso se centró en una ubicación cercana a su índice, dejando caer la bella flor en el cemento sólido.