11. Una vista mágica.

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Han pasado 3 días desde que estamos aquí escondidos, aunque no es que lo hayamos pasado mal, todo lo contrario, no hemos parado de entrenar y estoy deseando volver al ring aunque de momento no podemos salir de aquí.

Se que todavía nos están buscando y estoy intentando mantener la calma aunque no es mi punto fuerte, yo soy de todo menos paciente, soy impulsiva y explosiva. Cuando me hacen algo ataco, pero cuando le hacen algo a las personas que me importan... dios les ampare porque no saben en donde se meten, puedo llegar a ser muy peligrosa.

Hemos tenido que bajar el ritmo de los entrenamientos porque Jared todavía está lastimado, el cree que no lo he notado pero vamos.. cada vez que me giro le veo por el espejo del gimnasio hacer una mueca, se que no quiere parar y es tan terco como yo así que no insisto pero si bajo el ritmo. Los moretones siguen muy oscuros, a pesar de haber pasado 4 días, están morados casi negro.

Cuando veo a Jared así de magullado solo pienso en cargarme a Diego, me niego a volver a llamarle Mr. Shiba, que le den, solo quiero salir de aquí para enfrentarme a el pero se que no es prudente ni la mejor opción, tengo que esperar y eso me desespera, mi objetivo no es el, tengo que mantenerme dentro de mis cabales para no hacer algo de lo luego me pueda arrepentir, realmente quiero acabar con el asesino de mi padre, después me ocuparé de El As.

Voy a la cocina donde Jared está sumergido en sus pensamientos con una taza de café entre sus manos, no se da cuenta de que he llegado así que le abrazo por detrás y beso su mejilla.

- Hey.. ¿en que piensas? - le susurro.

- Hecho de menos a mi familia, yo... quiero saber si han llegado bien, si mi hermana está bien. - se gira a verme con un brillo en sus ojos que no entiendo, porque no es de tristeza - gracias a ti mi hermana está de vuelta.

- Yo no hice nada, solo le ayudé a esconderse y le di mi número, fue ella quien escapó, ella se salvó, es fuerte y podrá superar esto, fue una completa sorpresa saber que era tu hermana y... lo mucho que ha sufrido... dios Jared, de verdad, tu hermana es muy fuerte.

- Gracias por ayudarle. Por traerla de vuelta, si no le hubieses escondido nunca nos hubiésemos vuelto a ver.

- ¿Sabes? Creo que guardo un teléfono de estos desechables, pero no me acuerdo donde lo guardé, tengo que buscarlo, ¿te sabes el número de tus padres no?

- Gracias - me sonríe feliz y con ilusión.

Le sonrío de vuelta y me dirijo a la habitación, echo de menos a mis amigas, son lo único que me queda y me he tenido que alejar para no causarles problemas, saben que estoy metida en las carreras h las peleas clandestinas pero no lo saben todo, me debato entre llamarles o no, ellas no pueden comunicarse conmigo ya que destrocé mi movil para que no me localizasen, me decido a buscar el teléfono desechable para dárselo primero a Jared y luego llamar a mis amigas.

Llevo una jora buscando el dichoso móvil, juraría que compré uno h me paro a pensar donde narices puedo tenerlo y me doy cuenta que soy una estúpida de cuidado, no compré 1, ¡compré 3! Y los guardé en el subsótano con bastantes tarjetas.

- ¡JAREED! - le llamo mientras bajo corriendo.

- ¿Qué que pasa? - me dice asustado cuando me ve, me mora de arriba abajo buscando algo y lo entiendo, puede que haya pensado que nos han encontrado, ups.

- Ven conmigo, ya se donde están los móviles. Verás hay una parte de la casa que todavía no has visto pero que es necesaria que la conozcas, como ya te dije esta casa no sabe nadie que es mía, pero por si acaso está el subsoótano que te voy a enseñar ahora, si algún día nos llegan a encontrar quiero que te quedes aquí, esta equipado con todo lo que se necesita para vivir, hay comida, bebida, cama, baño completo, ropa...

¿Tu Boxeadora? Solo Eres Una Niña.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora