HASTA SIEMPRE FUCKBOY-[COMPLETA] 🔥

12. Mateo🐘

Supe que debía ir por ella en el momento en el que Florence me dijo que se había ido con Víctor.

Fue como si algo en mi sistema se hubiera activado y simplemente no me dejó pensar en algo razonable que hacer.
En español: soy un idiota.

Mi madre siempre dice que soy muy impulsivo y un malhumorado de la mierda pero que cuando se trata de ella, mis ideas no se ponen en orden, que es como si me perdiera a mi mismo y no escuchara lo demás.
Evidentemente tiene razón.

~○~
Mi papel de héroe me trajo consecuencias y me recuerda la advertencia de Florence.

-Mira capullo...-me pega contra la pared y me señala con un dedo de la mano que no mantiene sujeta a mi camisa.-como se te abra uno de esos puntos por andar de héroe, te abro la herida entera y te saco el estómago.
-Te ves sexy siendo mandona, Florence...-pone los ojos en blanco y me suelta.
-Maldito fuckboy, conmigo no funcionan tus trucos baratos y menos con esa chica hermosa a la que amas de por medio.
-Esa maldita palabra no tiene sentido para mí...-es una mierda aceptar que he cambiado desde que dejé a Violeta adentrarse en mis venas.-incluso si lo tuviera, ya no soy un puto fuckboy, no cuando estoy tan hundido en esa pequeña criatura que me ve como lo mejor del mundo, aunque soy una mierda...-eso último sale en un susurro de mis labios.
-En eso no se equivoca, señor Durrell, pero no quita el hecho de que fuiste un fuckboy.
-¿Y porque fui esa mierda?...-pregunto con frustración.
-Quizá porque te has cogido a medio lado Sur y quizá a toda tu escuela.
-Mi verga no ha estado en tantos traseros querida Florence...-digo poniendo los ojos en blanco.
-Sí, claro y yo soy virgen...-esta chica dice más idioteces que yo.
-El pequeño de la otra habitación me dice lo contrario...-ríe por lo bajo pero no me replica nada.-¿porque he pasado de ser un pendejo al que le vale mierda todo y que cogía con quien se le antojaba, a este idiota enloquecido por esa niña?
-Mateo Durrell...-pone una mano en mi hombro y sonríe.-esa niña nunca se fue de tu corazón.
-Sí se fue.
-Oh no...-se aleja y comienza a caminar hacia la puerta.-supe desde que volviste a meterte con ella que la vida había vuelto a ti...-ella logra hacerme ver las cosas de otra forma.-pero no me explicaba como era posible que un ser humano que se ha divertido a lo grande como tú...-su cara de asco me saca una risa.-no era capaz de sentirse totalmente pleno y de pronto comprendí que eso no estaba en ningún libro de texto de la universidad...-gira para mirarme con esa sonrisa dulce que la caracteriza.-te faltaba una pieza, Mateo...-no logré responderle nada porque no entendía a que se refería.-la mitad de tu alma, la mitad de esa alma a la que has tachado de negra y gris, esa alma del niño perdido que llevas dentro de ti...-Florence es de las pocas personas que saben lo de mi padre y se dio cuenta sin que yo le tuviera que contar.-la mitad faltante la lleva Violeta.
-Eso es una pendejada...-se acerca peligrosamente a mí.
-No lo es estúpido descerebrado.
-Ok neurótica, me voy...-me acerco a la puerta y la abro para irme pero me detengo de golpe cuando las palabras se arremolinan en mi lengua.-te creo...-creo que la he agarrado desprevenida.-te creo, Florence...-la puedo ver por el rabillo del ojo.-ella es mi pieza faltante...-y sin decirle más, salí de su casa.
~○~

Siempre lo supe.
Siempre supe que ella era esa espina en mi espalda, esa llama abrazadora y consumidora, esa brisa helada que me devolvía a la tierra y me recordaba que estaba vivo, que aún estoy vivo y que ella lleva parte de mí en ella. Ella es lo único que logra devolverme la vida y me la logra quitar cuando se marcha o se enoja o llora, es ella.

Es lo único que me hace querer luchar y arrancar las putas cadenas del pasado atormentado que tengo enganchadas en mi cuerpo destruido y marcado.

Cuando la dejé, cuando corté con ella, bloquee todo y simplemente olvidé lo que era sentirme vivo y hacía lo que me venía en gana hacer pero fue esa mirada desafiante que se cargaba la que me hizo darme cuenta que, apesar de sus palabras de odio por mi vida sexual y su humor de la mierda conmigo por ser su ex, seguía amandome, seguía velando por mí y mi corazón (por muy cursi y asqueroso que suene) empezó a sentir vida otra vez, empezó a latir al ritmo de la pequeña necia a la que amo con locura pero no podía permitirme sentir otra vez algo por ella o mi padre haría lo que dijo que haría.

Pero ya era tarde cuando recordé sus palabras. Había dejado que Violeta se hundiera en mis huesos y ya no podía ni quería sacarla de ellos.

La única forma que hallé para entender que no podía volver a sentir algo hacia ella, que debía bloquear todo, fue destruirla pero en el trayecto me destruí a mi mismo, destruí la barrera que había construido para que nadie más entrara a mi corazón y me consumí a mi mismo a tal grado, que creí que moriría.

La necesidad de ella es atroz y arrasadora pero tan necesaria para entender que si no es ella, no es nadie más.

"Hay más de mi en él que en mi misma.."

Las palabras de Catherine de Cumbres Borrascosas, estallan en mi mente cuando llego al estacionamiento de la cafetería en la que trabaja mi madre.

Siento un terrible alivio al saber que esta cerca de mi y la podré proteger de Kilian.

~○~
Me tiene sujeto del cuello de la camisa y su aliento apestoso a alcohol pega contra mi rostro.

-Ella debe estar conmigo...-maldito enfermo.
-No es un maldito premio o el último pedazo de carne en la mesa, es un ser humano...-me sujeta con más fuerza y me pega aún más a él para poder susurrar.
-Te llevo ventaja, ahora te odia por haber apostado por ella y necesitará consuelo mío...-lo tomo de la misma forma en la que me tiene sujeto y lo acerco para susurrarle al oído.
-Como la toques, te arranco la puta cara...-le digo con los dientes apretados.
-La haré gritar mi nombre en lugar del tuyo...-la oscuridad había llegado y se apoderó de mis sentidos pero no me arrepentí de haberle molido a golpes.
~○~

La puerta se cierra detrás mío y el aire se traba en mi garganta mientras busco con la mirada a mi pequeña niña.

Visualizo a Víctor en la mesa de la ventana pero gracias al cielo no me ve porque esta ceñido en disimular o eso parece pero el idiota apesta para eso.

Sigo la línea de su mirada y a cuatro mesas de distancia, esta ella.
Tan inmaculada como siempre.

Ese ser al que le pertenecen mi vida y mi felicidad esta ahí, en una pieza, esta bien y espera por mi.

La voz de mi cabeza resuena con mi cita preferida del libro y me recuerda lo que es más que evidente:

"No sé de que están hechas nuestras almas pero la suya y la mía son una misma cosa.."