II

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Jinsoul seguía intentando que la pequeña entrará en confianza pero sus intentos eran en vano, el ambiente en la cafetería seguía siendo el mismo.

Yerim no había pronunciado una sola palabra ni siquiera cuando le pregunto que se le apetecía para desayunar, la niña de grandes ojos simplemente la miró fijamente para luego alzar sus hombros al aire dándole a entender que no tenía idea.

El viaje en auto tampoco había sido diferente, la niña simplemente se sentó en el asiento trasero en silencio con la ayuda de Jinsoul y se colocó el cinturón, el resto del camino solo se dedicó a mirar por la ventana.

Jinsoul suspiro casi frustrada, si debía ser sincera jamás había tratado con niños, ni siquiera tenía sobrinos y no tenía la menor idea de cómo tratar con ellos.

La chica llevó su mano a su cabello y lo llevó hacia atrás con una de sus manos mientras respiraba y se daba tiempo de pensar en qué hacer.

Una joven de cabello castaño y una enorme sonrisa se acercó a ellas con una pequeña libreta en su mano.

-Buenos días, bienvenidas a iHop- dijo con voz alegre- ¿Están listas para ordenar?

Jinsoul miró de reojo a Yerim que ni siquiera había tocado el mantel infantil que le habían dado apenas entraron junto a unos crayones para que jugara.

-Un café negro por favor y un menú infantil para ella.

-Pequeña quieres Waffles o Pancakes- preguntó la joven inclinándose hacia Yerim que la miró detenidamente.

-Waffles- dijo al final sintiéndose casi acorralada para responder.

-Perfecto, ese viene con jugo de manzana y frutas picadas ¿estás bien con eso?

La niña asintió y la joven se fue sin más, Jinsoul respiro una vez más y se dio ánimos para hablar, si todo era cierto la pequeña que tenía enfrente era una parte de ella, era su hija.

Pero que preguntarle a una niña que jamás había visto en su vida y que ahora debía ser lo más importante que alguien tiene.

-¿Te gustan los Waffles?- preguntó al fin pero lo único que recibió a cambio fue un levantamiento de hombros sin interés alguno, Jinsoul sabía que aquella pequeña estaba lastimada emocionalmente y no la culpaba por ello, no tener a tu madre al lado y comenzar a vivir con extraños a cada momento no debía ser la mejor sensación- sabes a Jungeun le gustan más los Pancakes con pequeños trozos sobre ellos-eso fue el detonante que necesito la pequeña para que en sus ojos se reflejará una chispa de interés y prestara verdadera atención.

-¿De verdad conoces a mamá?- preguntó.

-Sí- respondió Jinsoul al tiempo que asentía con la cabeza encantada de hacer que la pequeña hablase.

-¿Por qué jamás te había visto?- cuestionó la niña confundida.

-Bueno....a veces los adultos no hacen las cosas bien y eso trae consecuencias- dijo suave- creo que eso fue lo que sucedió entre Jungeun y yo.

La niña la miró unos segundos más y luego simplemente se quedó en silencio.

La camarera llegó con los platos a la mesa y luego se marchó diciendo que si necesitaban algo no duden en llamarla.

-¿Sucede algo?- preguntó llevándose la taza de café a los labios para tomar un trago, la niña solo negó con la cabeza- ¿Acaso no piensas comer?

-No quiero- dijo la niña encaprichada

Jinsoul estaba acostumbrada a negociar y hacer tratos muy a menudo pero esto era diferente sin embargo ninguna hija suya iba a salirse con la suya con caprichos o huelgas de hambre.

No me rendiré; LipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora