Jungeun se miró al espejo una vez más dudando si lo que llevaba estaba bien o por lo contrario si debía cambiarse por quinta vez aquella mañana pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la pequeña risa de su hija quien se escondía detrás del marco de la puerta.
-Yerim- la llamo y la pequeña cubrió su boca con ambas manos riendo aún más y entrando a la habitación- ¿Podría saber de qué te ríes?
-Es que es gracioso- admitió la pequeña- estás nerviosa porque tienes una cita con mamá Jinsoul.
-Yo no tengo una cita con Jinsoul- dijo mirándose al espejo una vez más- solo vamos a ir a un evento de tu abuela al que ella me invitó y Jinsoul simplemente nos va a recoger en su auto.
-Nosotras también tenemos un auto mamá- dijo la pequeña girando los ojos- ¿Por qué te molesta tanto salir con mamá Jinsoul?- preguntó con algo de enojo haciendo de Jungeun se girase hacia ella y suspirara mientras se agachaba para llegar a su altura.
-Mi amor eres muy pequeña y no lo entenderías- dijo acariciando su mejilla- es algo de adultos.
-Ojalá yo nunca sea adulta- dijo cruzándose de brazos- si ser adultas es estar enojada con quien te ama pues quiero ser chiquita siempre.
-Yerim- hablo Jungeun calmada- quiero que cambies tu actitud ahora, no quiero que estés enojada.
-Es tu culpa- casi gritó la niña- mamá Jinsoul quiere estar contigo y tú eres quien no quiere, yo quiero que estén juntas- admitió la pequeña casi entristeciendo de golpe- quiero que seamos una familia y vivíamos juntas, no quiero pasar unos días con ella y luego otros contigo- el corazón de Jungeun se contrajo contra su pecho sintiendo varios pinchazos, no sabía que responder ante aquello sabía que este tema saldría a flote alguno de estos días pero jamás planeó que respondería.
-Prometo que podrás ver a Jinsoul más días- dijo cerrando los ojos- si es lo que quieres.
-No- gritó la niña recuperando su enojo- yo quiero que estemos las tres juntas.
-Mi amor no puedo hacer eso- hablo apenada.
-Por tu culpa mamá Jinsoul va a conseguir otra familia- gritó Yerim haciendo que Jungeun se sintiera aún peor- hay muchas señoras que quieren salir con mamá Jinsoul y una vez vi una quien la beso pero mamá Jinsoul solo quiere estar contigo- contó enojada- y tú no quieres estar con ella y ella se va a cansar y nos va a dejar y va a ser tu culpa.
Yerim corrió antes de que Jungeun pudiera reaccionar, pequeñas lágrimas resbalaron por sus ojos y se sentó en el piso de su habitación sin saber muy bien qué hacer, su objetivo en la vida desde que tuvo a Yerim era hacerla feliz a costa de todo y no dejar que nada le faltase pero ahora la situación era completamente diferente, lo que Yerim le pedía era la cosa más difícil en aquel momento, le costaba admitir que aún amaba a Jinsoul y que extrañaba estar con ella, su corazón aún se aceleraba cuando la tenía junto a ella, sentía pequeñas mariposas cuando los hermosos ojos de Jinsoul la miraban directamente como si pudiera leer su alma y sentía la necesidad de saltar a sus labios cada vez que la tenía cerca.
Tal vez Jinsoul se había equivocado y de las peores maneras pero su corazón no diferenciaba aquello y seguía amándola con cada parte de su ser, mientras Yerim crecía siempre imagino cómo hubiera sido tener a Jinsoul junto a ella para ayudarla y ver crecer a su pequeña princesa.
Todos sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho el grito alegre de Yerim y la voz que tanta paz le daba escuchar, la chica había llegado por ellas así que secó sus lágrimas y se levantó de golpe de donde estaba, se miró una vez más al espejo y todo seguía en orden así que decidió salir.
-Estas hermosa- le dijo Jinsoul apenas la vio sonriéndole haciéndola sentir tan especial.
-Gracias- dijo bajito aún cautivada por la pelea que había tenido con su hija- tú también estás hermosa- dijo sin más haciendo que Jinsoul levantara las cejas sorprendida, Yerim seguía enojada aun así que simplemente ignoró aquel halago hacia su otra madre.
Jinsoul tomó a su hija en brazos y la llevó hasta el auto donde la sentó en su pequeño asiento con cuidado mientras la llenaba de besos mientras le colocaba el cinturón de seguridad, Jungeun se subió en la parte de copilotos en silencio y se mantuvo de la misma manera todo el camino al igual que Yerim, Jinsoul sabía que algo sucedía entre ambas así que prefirió no hablar tampoco y dejar que las cosas se calmen.
Cuando llegaron Hye se alegró de verlas juntas a las tres portando vestidos veraniegos para la ocasión pero sin perder la elegancia, saludaron a varias amigas de Hye y Jinsoul no perdía oportunidad de presentar a Jungeun como la madre de su hermosa hija llenándose de orgullo cada vez que lo hacía.
-Jinsoul hola ¿Cómo estás?- saludo Hyunjin llegando junto con Heejin y Yeojin a su lado.
-Yerim- gritó Yeojin emocionada- ya te extrañaba.
-La viste ayer- habló Heejin riendo.
-Por eso mamá- respondió de lo más natural- no la he visto desde ayer.
-Yo también te extrañe- hablo Yerim bajito.
-¿Podemos ir a jugar?- preguntó Yeojin a las 4 adultas, las cuatro mujeres se miraron entre sí, sabían que sus hija iban a ser inseparables.
-Claro que sí pero ya saben las reglas- dijo Hyunjin.
-No ensuciarnos, no tirarnos a la piscina, no prenderle fuego a nada, no hacer llorar a otros niños y no besos en los labios- enumeró Yeojin de memoria.
-En realidad era no ensuciarse y salir del jardín pero creo que tampoco ninguna de las otras- río Jinsoul.
Ambas niñas asintieron y se tomaron de las manos para salir corriendo y perderse entre los invitados.
-Espero que nunca ninguna de nosotras tengamos que mudarnos o vamos a tener un gran problema- bromeó la pelinegra.
-Eso espero- secundo Jinsoul- por cierto esta es Jungeun la otra madre de Yerim- dijo poniendo su mano en la cintura de la más pequeña y mirándola con adoración- Jungeun ellas son Hyunjin y Heejin son las madres de Yeojin- Jungeun se derritió al sentir la mano de la chica en la cintura pero trato de actuar de lo más normal.
-Mucho gusto- saludó Jungeun besando la mejilla de cada mujer- he escuchado mucho de Yeojin, Yerim no para de hablar sobre ella.
-Y nosotras hemos escuchado hablar mucho de ti, Jinsoul no puede mantener la boca cerrada cuando se trata de ti- dijo Hyejoo llegando a donde estaba el resto haciendo a Jungeun abrir los ojos enormes- Por cierto soy Hyejoo y esta es Chaewon mi esposa y nuestra pequeña.
-Hyejoo puedes cerrar la boca- pidió la rubia volteando los ojos.
-Pero es cierto- dijo haciendo gala de su fuerte actitud- por cierto, eres tan guapa como te describió.
-Gracias- dijo Jungeun tímidamente.
-Okay, antes de que Hyejoo abra más la boca será mejor que nos vayamos- hablo Jinsoul avergonzada tirándole una mirada asesina a Hyejoo que solo río.
Jinsoul guió a Jungeun hacia dentro de la casa con la excusa de buscar algo pero lo único que él realmente necesitaba era estar con ella a solas un par de minutos.
-¿Puedes decirme ahora que sucede entre Yerim y tú?- preguntó calmada cuando ya estaban en el pasillo del piso superior de la casa.
-No es nada- trato de cambiar el tema desviando la mirada.
-Sé que sucede algo Jungeun.
Jungeun se quedó callada mirándola fijamente a los ojos, mirando con detalle el rostro de la mujer a la que tanto amaba.
-¿Podemos entrar a la habitación?- preguntó ensimismada.
-Cla...claro- respondió confundida, despacio camino y abrió la habitación de invitados que sabía que siempre estaba lista para ella por si algún día le gustase quedarse a dormir o aquello era lo que su madre decía, entró seguida por Jungeun escuchando cómo le ponía seguro a la puerta, cuando se armó de valor se giró para encontrarse algo que deseaba internamente pero que aun así la sorprendió.
Jungeun estaba frente a ella en solo su ropa interior, su vestido yacía en el piso junto a sus pies, Jinsoul sintió como el aire abandonaba sus pulmones, jamás se cansaría de mirar a la más pequeña de aquella manera y daba fe de ello justo ahora.
-Quítate la ropa- le pidió Jungeun suavemente, la chica sintió que su cuerpo comenzó a temblar y con sus manos lentamente comenzó a sacarse aquel hermoso vestido blanco que tenía, sus ojos jamás perdieron de vista a la rubia quien la miraba de igual manera, cuando quedó en ropa interior vio como Jungeun caminaba hacia la cama y se metía entre las sábanas blancas invitándole a unirse.
Jinsoul entendió el lenguaje corporal de Jungeun y se acostó junto a ella, ambas apoyadas en sus costado mirándose a los ojos, la rubia se pegó aún más al cuerpo de la chica abrazándola por la cintura y escondiendo su rostro en el cuello de esta, Jinsoul instintivamente la abrazo también por la cintura y dejó un beso sobre su cabeza.
Se quedaron en silencio al menos veinte minutos cuando al fin la rubia decidió romper el silencio.
-¿Por qué lo hiciste Jinsoul?- preguntó tranquila.
-Porque fui una idiota- dijo dejando caricias sobre su cabello donde jugaba delicadamente enredando sus dedos entre finos mechones de cabello.
-Cuando lo supe tenía tanta rabia, quise odiarte pero no pude- admitió- lo único que me preguntaba cada día era que te había llevado a hacer lo que hiciste.
-Fui una cobarde- dijo suspirando- cuando desapareciste te busque sin cansancio, cada día iba a nuestros lugares favoritos, fui a tu antigua casa y hasta trate de rastrear tus movimientos bancarios pero fue una pérdida de tiempo, era como si hubieras dejado de existir, me sentía tan miserable sin ti, cada noche dormía abrazada a tu almohada pero poco a poco fue perdiendo tu olor y era como si me estuviera volviendo loca- dijo soltando una risa amarga- trataba de buscar hasta las más pequeñas cosas que me hicieran sentir que aún estaba junto a mí pero se fueron acabando poco a poco, me odio aún por lo que te hice y jamás me lo voy a perdonar.
-Eras todo lo que tenía Jinsoul- sollozo Jungeun temblando ligeramente- cuando supe lo que hiciste sentí que no sabía quién eras, sentí que eras una completa extraña, ni siquiera podía imaginarte haciendo lo que hacías.
-Lo siento tanto- dijo Jinsoul llorando- fui una imbécil y he pagado por lo que hice, te perdí tantos años y jamás voy a poder regresar el tiempo para ver a Yerim nacer, verla pequeñita o ver cómo aprendía a caminar o hablar.
-Desee tanto que estuvieras conmigo en cada uno de esos momentos.
-Pero fui yo quien consiguió que aquello pasara- Jinsoul volvió a besar la cabeza de Jungeun y la estrujó entre sus brazos sintiendo el calor que su cuerpo transmitía.
-Yerim está enojada conmigo- dijo suspirando mientras se movía para atrás para poder ver el rostro de Jinsoul- está enojada porque dice que no estamos juntas por mi culpa.
-¿Quieres que hable con ella?- preguntó Jinsoul preocupada- puedo tratar de explicarle las cosas.
-No- dijo negando mientras acariciaba la espalda desnuda de Jinsoul- cree que vas a cansarte y vas a conseguir una familia nueva- la rubia desvió la mirada avergonzada porque comenzaba a creer que eso podía pasar.
-Hey- llamó su atención tomándola de las mejillas con ambas manos- jamás voy a cansarme de esperarte, yo no quiero otra familia, yo las quiero a ustedes- hablo regalándole una sonrisa al final transmitiéndole toda su sinceridad.
Jungeun soltó varias lágrimas en silencio antes de unir sus labios a los de la chica, se besaron sin importarles el ruido que provenía de la fiesta, se besaron dejando de lado el pasado y las heridas, se besaron hasta que el aire en sus pulmones de hizo inexistente y fueron casi obligadas a separarse.
-Extrañaba tanto tenerte así- habló Jinsoul- sé lo que pasó hace unas semanas pero esto es completamente diferente- dijo tranquila moviendo un mechón de cabello de la rubia hacia atrás- Quiero poder hacer esto todos los días, quiero poder besarte y tenerte entre mis brazos cada día, poder verte en casa cada vez que llegue del trabajo, poder dormir a tu lado cada noche, que prepares el desayuno para mí mientras yo levanto a Yerim y hago que se aliste para la escuela.
-Yo quiero eso también- admitió Jungeun- pero ¿podemos intentarlo despacio? Quiero decir, de verdad quiero estar contigo otra vez pero aún es difícil para mí después de tod.....
-Shhhh- dijo cortándole dulcemente- sé lo que quieres decir, prometo que vamos a hacer las cosas con calma ¿Está bien?
-Si.
Jungeun volvió a esconder su rostro pero esta vez pegando su frente sobre la clavícula de Jinsoul mientras pasaba sus dedos sobre el abdomen de esta, Jinsoul tomó la mano de la rubia entre la suya y la llevó a sus labios para dejarle un beso en el dorso.
Estuvieron de aquella manera regalándose caricias tímidas hasta que ambas se quedaron dormidas entre los brazos de la otra.
-Mamá- gritaba Yerim mientras golpeaba la puerta fuertemente - mami ¿estás aquí?- preguntaba fuertemente- Mamá.
Jinsoul abrió los ojos y salió de la cama tratando de no despertar a Jungeun, tomó su vestido y trató de colocarlo fallando al no poder subir el cierre, sin más decidió abrir la puerta que su pequeña estaba casi a punto de tirar abajo.
-Yerim podrías bajar la voz- le pidió apenas abrió la puerta- mamá Jungeun está dormida.
-Pero ya todos se fueron- dijo frunciendo el ceño- abuela Hye me dijo que debían estar aquí.
-Si estábamos aquí porque no nos sentíamos bien.
-¿Están enfermas?- preguntó preocupándose.
-No enana- dijo riendo- solo estábamos cansadas.
-¿Puedo quedarme con ustedes?
-Cla...claro- dijo sin saber qué excusa usar para sacar a la pequeña de la habitación.
Sin más Yerim corrió y se lanzó en la cama con todo y zapatos puestos, levantó un extremo de la cobija mirando a Jungeun frunciendo el ceño, en aquel momento la rubia abrió los ojos aún adormilada sonriéndole a su hija.
-Mami ¿Tú estás desnuda?- Jinsoul tuvo que contenerse para no reír y Jungeun miro hacia el techo negando con la cabeza, su hija siempre hacía preguntas muy inoportunas.Cumplí mi misión de hoy,🥰, me redimí de actualizar tan tarde ayer.
Btw ya solo quedan 9 capítulos 💀
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No me rendiré; Lipsoul
FanficJinsoul sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella había construido con sacrificios y esfuerzos. Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se ubicó en el...