Jinsoul estaba desesperada caminando de un lado a otro mientras seguía llorando, sus ojos debían estar hinchados y ardían hasta el punto de causarle dolor.

Yerim debía llevar al menos 30 minutos encerrada en la habitación y ella aun no podía conseguir las llaves para poder quitar el seguro, puso todos sus cajones y gavetas de cabeza pero no tuvo éxito, desesperada llamó a Sooyoung quien dijo que se encargaría de conseguirle un cerrajero lo más pronto posible y que ya iba de salida hacia su departamento. Aun podía escuchar los pequeños sonidos que Yerim hacia al sorber por su nariz.

Con rabia e impotencia golpeó la pared con su puño, gimiendo de dolor al instante y sintiendo sus nudillos arder, otra vez camino hacia la puerta de la habitación y recostó su mejilla derecha sobre esta.

-Por favor Yerim- le suplicó el pelinegro derramado en llanto- ábreme.

Jinsoul estaba asustada, tenía miedo de todo lo que fuera a suceder desde ahora, tenía miedo de que Yerim jamás la perdonará, tenía miedo de perderla pero sobre todo tenía miedo de que no la aceptara como su madre.

Pasaron cinco minutos cuando escucho la puerta principal del departamento abrirse, las pisadas de unos pesados zapatos inundaron toda la estancia.

-Por favor por aquí- escucho la voz de Sooyoung decir- sígame.

Por el pasillo apareció Sooyoung y un hombre vestido con un overol azul, barriga prominente y escaso cabello.

-Jinsoul- gritó Sooyoung apenas la vio y corrió hacia ella para abrazarla, al instante la castaña se abrazó a ella sollozando- tranquila, ya vamos a abrir la puerta.

El hombre miró la escena mirándolas extrañado, luego simplemente apuntó la puerta que él creía que era la que debía abrir y recibió un asentimiento de cabeza de ambas chicas, el hombre dejó su caja de herramientas en el piso y se arrodilló frente a la puerta para comenzar a examinar la cerradura, solo le tomó diez segundos saber que herramienta utilizaría  y después de tomarla de su caja simplemente le tomó menos de 3 segundos abrir la puerta, Jinsoul se sorprendió ante lo rápido que fue aquello y corrió dentro de la habitación en busca de Yerim.

La pequeña estaba escondida debajo de la cama arropada con el edredón de la cama mientras sollozaba, la castaña se recostó sobre el piso alfombrado para quedar frente a frente con su hija quien cerró los ojos apenas la vio.
-Yerim mi amor por favor sal de ahí- le pidió estirando la mano para agarrarla pero la niña fue más rápida y de corrió a un costado antes de que se diera cuenta.

Sooyoung veía todo desde la puerta sintiéndose mal por su amiga y Yerim, sabía que ambas la estaban pasando mal y no podía hacer nada para ayudar.

-¿Puedes salir por favor?- preguntó una vez más sin recibir respuesta.

-Yerim ven aquí- llamó Sooyoung para ver si le hacía caso y funcionó, la pequeña salió por el lado opuesto en el que estaba Jinsoul y corrió hacia los brazos de Sooyoung quien no dudó en agarrarla, la pequeña la abrazó con fuerza y hundió su rostro en su cuello, la chica comenzó a acariciar su espalda lentamente mientras la mecía suavemente- ¿Quieres hablar con Jinsoul?- la pequeña negó y Sooyoung le dio una mueca triste a Jinsoul quien se sentó en el borde de la cama sintiéndose derrotada.

-¿Quieres que me vaya?- preguntó la castaña a la pequeña y para su sorpresa está al fin le respondió.

-Si- Jinsoul cerró sus ojos y escondió su cara entre sus manos, esto le recordé su primera pelea con Jungeun hace muchos años atrás.

*Diez años atrás*

Jinsoul caminaba de un lugar a otro en aquel oscuro callejón, ya casi era la hora de salida de Jungeun y ella quería darle una sorpresa, aguardo pacientemente durante veinte minutos cuando la puerta se abrió y poco a poco los trabajadores comenzaron a salir pero para su sorpresa no había rastros de Jungeun.

No me rendiré; LipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora