Una pequeña mentira.

Capitulo 5.

Capitulo 5.

Seis meses después.

¿Enserio, seis meses? A estas alturas Antonella ya no tenía ninguna esperanza en que Holly regresara, no sabíamos nada de ella, en todo ese tiempo yo me hice mejor amiga de Samay, Harry se muestra aun mas cariñoso y empecé a llamar papá a William. Sé que él no tiene la culpa de nada, el pobre piensa que su otra hija está enterrada en un cementerio, lapida que él jamás ha visitado porque algo siempre se lo impide o mejor dicho, alguien. También conocí a mis abuelos, solo uno de ellos descubrió la verdad, por suerte, fue el papá de Antonella y hasta ahora sigue sintiendo mucho rencor hacia su hija.

Hoy es sábado, me encuentro en medio del vestidor mirando el montón de ropa, como hoy estaba un poco frio afuera me decido por un enterizo negro ajustado, con un escote en “V” hasta un poco mas debajo de mis pechos y cubierto con encaje. Es muy sexi. Lo combino con un par de sandalias de tacón plateadas y algunos accesorios de plata, obvio, el anillo que Harry me dio hace seis meses. Me maquilo con base, rímel, sombras grises y negras; también labial de color rojo. Busco un pequeño bolso negro y la gabardina gris que Antonella me regalo hace poco, cuando los encuentro recibo un mensaje de Harry diciendo que estará aquí en menos de cinco minutos. Bajo hasta el living, Antonella está ahí leyendo una revista, levanta la vista y me ve.

-Te ves hermosa- dice sonriendo, le doy una pequeña sonrisa, ella se me queda mirando al igual que yo, muerdo mi labio.

-Yo… de verdad lo siento por mi actitud, te agradezco por todo lo que me has dado- me siento a su lado y le doy un abrazo, ella sorprendida me devuelve el gesto.

-Lo siento tanto- dice sollozando, pestañeo para no romper en llanto, me separo de ella y sonrió mientras limpio sus lágrimas.

-No te preocupes, te perdone hace mucho- ella acaricia mi mejilla mientras me mira con admiración.

-Has sido tan fuerte, Sara- después de mucho tiempo escucho mi nombre real, el timbre hace que ella se aleje de mi- Ve, te quiero aquí a la una ¿Si?- asiento con mi cabeza, antes de salir del living me devuelvo y beso su mejilla.

-Adiós, mamá- corro hasta la puerta, cuando abro mi corazón empieza a latir muy rápido, algo que pasa cada vez que veo a Harry, esto ocurre hace unos cuatro meses atrás cuando me llevo a Paris por nuestro año y cinco meses, ese viaje fue perfecto. Miro lo que lleva puesto, tiene unos pantalones ajustados negros, unas botas cafés nuevas, una camisa de botones negra, encima lleva una gabardina negra y una bufanda con detalles en blanco.

-Hola amor- le digo con una sonrisa, me acerco a él, pongo mis manos en su pecho y de puntitas dejo un beso en sus labios, él rodea mi cintura con sus brazos y me da otro beso.

-¿No crees que esto muestra mucho?- dice señalando mi escote, frunzo mi ceño y miro mi enterizo.

-Está bien así, Harry- él rueda sus ojos, dos semanas después de que empezó todo esto me di cuenta que Harry es muy controlador.

-Vamos- me dice frio, se que está enojado porque esta apretando su mano en un puño, no abre la puerta para que yo entre, suelto un bufido y entro cabreada.

(..)

El club donde estamos está lleno de personas un poco borrachas, un hombre un poco grande nos lleva hasta el VIP, ahí encontramos a los demás chicos, que por cierto se hicieron amigos míos, al parecer no se llevaban con Holly, pero ahora soy una nueva Holly, según ellos. Dejo mi bolso y mi gabardina sobre un sillón morado y tomo asiento al lado de Louis. Harry se sienta a mi otro lado, con su ceño fruncido.

-Hola, chicos- grito para que me escucharan, ellos nos saludan y nos invitan a unas cervezas, que claro acepte ¿Qué hace una chica de diecisiete años tomando en un club para mayores? Pues creo que ser novia de Harry Styles tiene ventajas, además ya casi cumplo dieciocho. La musica que pasan está muy buena, le pregunto a Eleanor que si quiere ir a bailar, ella ni me da su respuesta, solo toma mi mano y bajamos a la pista de baile donde empezamos a mover nuestras caderas de un lado a otro riendo y cerrando nuestros ojos disfrutando de la musica.