Capitulo 17.

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Capitulo 17.

Era hora de ir a trabajar, odiaba los sábados, eran los días donde más se llenaba el lugar.

“Cuando sales me avisas- Chris”

Guarde el celular en mi bolso, deje todo en el casillero, hoy solo estaría Alexa y yo atendiendo. Ally está en vacaciones. Quisiera ser ella ahora.

-Te veo distraída- dijo Alexa, una chica de veinticuatro años, con dos hijos y un esposo que es un completo idiota.

-Hoy no es mi día- hice una mueca, era cierto, sus ojos verdes no dejaba mi mente tranquila.

-Bien, la mesa dos está esperando- suspire, este trabajo me tiene agotada, pero no puedo dejarlo.

-¿La mesa dos no deberías atenderla tú?-.

-Si, pero el cliente de la cinco pidió que lo atendiera yo- se encogió de hombros, mire la mesa cinco, era un hombre, pero no podía ver su rostro, estaba dándome la espalda.

-Uhm, bien- dije sin prestar atención, tome la libreta y empecé a hacer mi trabajo.

(..)

-¡Pedido de la mesa cuatro!- grito Carl, tome la bandeja mirándolo mal- Me gusta verte molesta- viré mis ojos, deje las cervezas en la mesa, los chicos agradecieron.

-El chico de la mesa cinco se ha ido, era muy guapo- Alexa hizo un puchero- Muy caballeroso, no te quito la mirada de encima en toda la noche- movió sus cejas, para molestarme.

-Sí, claro- dije sarcástica, mire el reloj, mi turno había acabado- Me voy, he acabado- me quite el delantal, saque mis cosas del casillero y saque mi celular.

“No puedo ir por ti, linda- Chris”

“No te preocupes”

Deje el celular dentro de mi bolso, me despedí de todos y salí del bar.

Hoy había mucha gente caminando por las calles, eso me lleno de alivio, pero acabo cuando entre al callejón, estaba oscuro.

Lo atravesé casi corriendo, mirando sobre mí hombro para ver si alguien me seguía, aun temía que aquel hombre volviera.

Salí a la otra calle, esta estaba sola, nadie caminaba por ahí, metí mis manos a los bolsillos de mi gabardina, caminaba sin mirar a ningún sitio, solo el suelo, pensando en todo, en mi familia, en Holly, en los chicos. Me sentía mejor sabiendo que ellos me habían perdonado, aunque no debieron disculparse.

-Me prometiste que nunca me dejarías solo-.

Esa voz. Era él.

Detuve mi paso, mi corazón empezó a acelerarse.

-Tú… prometiste jamás hacerme daño- dije con un nudo en la garganta, no quería voltear y ver que solo lo había imaginado.

-Hasta tus promesas eran mentira-.

-¡Mis promesas eran ciertas!- grite aun sin voltear, su mano en mi brazo me hizo girar.

-¿¡Entonces porque estás aquí y no conmigo!?- grito, mi vista se nublo, mi pecho dolía.

-Porque tú no me escuchaste aquella noche- mi voz sonó quebrada- Porque nuestro orgullo es tan grande que nos alejo, creo que era lo mejor-.

-No era lo mejor, no es lo mejor- tomo mi otro brazo, pegándome a su cuerpo- Porque desde que te vi partir entendí todo Sara, fui un completo idiota, no supe escucharte, maldita sea, me habías mentido, eso me hirió. Desde que te vi no hay explicación para decirte lo que sentí, un lado de mi supo que no eras Holly, eras alguien mejor que ella, que me haría sentir algo diferente, pero simplemente no le hice caso- trago saliva- El día que te fuiste todo se aclaro, no amaba a Holly, ya no era lo mismo-.

-¿A quién amas?-.

-Te amo, Sara- contuve el aire, una lagrima bajo por mi mejilla- Te amo mucho, más de lo normal- empecé a llorar, esto era demasiado irreal- Holly me dijo la verdad hoy, no sabes el alivio que sentí-.

-¿Qué pasa con la invitación?-.

-No sé porque lo hice- soltó mis brazos, deje mis manos sobre su pecho- ¿Qué pasa con ese chico?-.

-¿Chris? Es como mi mejor amigo- hice una meuca, la sonrisa de Harry se agrando.

-Eres hermosa, Sara- puso sus manos en mi cintura, extrañaba sentir lo grandes que son.

-Te amo, Harry- susurre, me puse de puntillas para alcanzar sus labios, sus atraparon lo míos en un suave y dulce beso.

-No sabes lo mucho que me alegra esto- dijo dando un beso en mi frente.

-¿Quieres venir a mi casa?- él me dio una mirada, moviendo sus cejas- Olvide lo pervertido que eres- tome su mano, los dos caminamos hasta mi edificio hablando de algunas cosas, como por ejemplo mi trabajo.

-Deberías volver a Inglaterra- dijo Harry, después miro mi apartamento- Bonito lugar, un poco viejo-.

-Es lo más barato que encontré- me senté en el sofá, Harry me siguió, paso su brazo por mis hombros y me atrajo a él.

-Si vuelves a Inglaterra vivirás conmigo, lo prometo-.

-¿Nuevas promesas?- él asintió- Prometo irme contigo, donde sea- él sonrió, sus ojos lo decían todo, esta vez cada cosa que transmitían eran para mi, era real.

-Te extrañe- murmuro sobre mis labios, acaricio los míos con los suyos.

-Yo también- nos fundimos en un beso, necesitado mas del otro, haciéndonos difícil respirar.

Esa noche me entregue a él, como Sara Ward.

Una pequeña mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora