Capítulo 10

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Después de discusiones como la que había pasado aquella semana entre Shuhua y Kino, no pasaba mucho tiempo hasta que el chico volvía pidiendo perdón, ya que había sido siempre él quién se había enfadado. Sin embargo, en aquella ocasión, la morena no escuchó nada de él ni el día siguiente ni todo el fin de semana. Aquello la habría preocupado en circunstancias normales, pero Soojin se encargó de que aquellos tres días Kino fuera un siempre recuerdo borroso o alguien no lo suficientemente importante como para ocupar más de 5 segundos en la mente de la pequeña. Shuhua lo agradecía demasiado, ya que no tenía ganas de dar el paso e iniciar una conversación con el moreno de la que no había sido culpable.

Además, aquellos días le permitieron a Shuhua volver un año atrás y ver como Soojin, por mucho que siguiera siendo su amiga y creyera conocerla a la perfección, siempre era capaz de sorprenderla. Si no era con un plan loco y de improviso, era con algo mucho más tranquilo y solo de las dos. Era capaz de hablar con ella de cualquier cosa, desde las más banales hasta las más profundas y nunca se le acababan los temas de conversación. Nunca había sido consciente de aquellas cosas, porque daba por supuesto que eran lo que le debían pasar con una mejor amiga, pero, analizándolo en aquel momento, se daba cuenta de que tenía demasiada suerte de tener a una persona como Seo Soojin en su vida. Alguien que fuera capaz de entenderla con los mínimos gestos, alguien que sabía lo que le gustaba y con quien tuviera tanto en común. No todas tenían la misma suerte que ella y se sentía demasiado feliz.

Aquella tarde de domingo, en la que se encontraba junto a sus amigas y las de su hermana en el parque más grande de la ciudad, se había quedado embobada mirando a Soojin, quien se había puesto a jugar un partido de fútbol con algunos adolescentes que conocía de la escuela. Soyeon y Minnie se habían unido a ella, mientras que Yuqi había preferido quedarse con su hermana y sus amigas en un banco viéndolas, mientras comentaba cosas del partido.

- Sinceramente, no sé qué ganas tienen de acabar sudando de arriba abajo. Porque el olor que van a desprender cuando acaben va a ser bastante gracioso. - Tzuyu se rio ante aquel comentario, mientras Miyeon le daba un golpe en el brazo.

- No digas eso. No es tan desagradable el olor de sudor. Además, se están divirtiendo. - Yuqi se levantó del banco y se colocó delante de la castaña.

- Vale, si no te molesta tanto el olor, te reto a que, en cuanto terminen de jugar, vayas a tu novio y lo abraces con todas tus fuerzas. Como dices que no es desagradable, no te molestará tener el olor en tu propio cuerpo.

- Tengo que reconocer que la propuesta de Yuqi es justa, Myeon. Pero, antes de que lo hagas, déjame que prepare el móvil para grabar tu cara de asco. - la morena y la pelirroja chocaron sus manos mientras se reían.

- Por favor, ni en broma pienso hacer eso. Una cosa es queno me moleste en exceso y otra es tener ese olor en mi cuerpo. Ni aunque me pagues lo haría. - respondió, cruzándose de brazos, lo que provocó más risas de las otras dos chicas.

- Shu, ¿tú qué opinas? ¿Debería Miyeon aceptar la apuesta? - las tres miraron a la izquierda del banco, esperando que la morena respondiera la pregunta de Tzuyu, pero esta se encontraba concentrada hacia el partido, concretamente no despegando sus ojos de una persona en particular.

- ¡Shuhua! - aquel grito de Yuqi en su oreja hizo que la pequeña se escurriera en el banco y callera de culo al suelo, provocando las risas de las demás chicas.

- Por favor, por favor, Shuhua. Repítelo. Tengo que grabarlo. - pedía Tzuyu entre risas, mientras sacaba su teléfono del bolsillo del pantalón.

- Chicas, no ha tenido ninguna gracia. Me he hecho daño. - exageró Shuhua, mientras se hacía la indignada, lo que acabó provocando más risas de sus amigas.

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora