Capítulo 15

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- A ver, señorita Song. Cuéntame cómo es que acabaste besándote con Minnie. – preguntó Soojin, una vez estuvieron cómodas.

Después de haber soltado la bomba, Yuqi no se había sentido cómoda en casa de su amiga, sabiendo que los padres de esta llegarían en cualquier momento y que su hermana estaba por medio. Así que a la morena no se le ocurrió mejor idea que dejar a la pequeña en casa, ya que había quedado con Miyeon y Tzuyu aquella mañana para hacer un trabajo en casa, e irse a tomar un batido a un banco tranquilo del parque. Al principio, Shuhua había insistido en saber qué había pasado para que su hermana hubiera aparecido de aquella manera por casa de Soojin, pero, después de montarle una gran excusa, consiguieron que se olvidara del tema y se quedara tranquila en casa, aunque con la mosca detrás de la oreja. Una vez salieron de la casa, tomaron un batido de la heladería más cercana al parque y se sentaron en el césped, no muy escondidas, pero sí con cierta tranquilidad para que Yuqi se pudiera expresar libremente. Sin embargo, a la pelirroja le estaba costando poner en orden todas las cosas que tenía en su cabeza, por lo que le costó empezar a hablar.

- Bueno, si te soy sincera, no tengo muy claro qué fue el detonante para todo esto, pero debería haberlo visto venir. – tomó un sorbo de su bebida y empezó a hablar. – Realmente, no ha habido un punto de inflexión en todo esto porque ha sido más bien algo progresivo. Desde que Minnie llegó al instituto, me he fijado de alguna manera en ella. Hay que ser ciego para no ver que es preciosa. – Soojin asintió, no podía negar las evidencias. – Hasta ella, yo había apreciado la belleza en las mujeres. Evidentemente, como todo el mundo. Pero lo que me pasaba con Minnie no era solo que apreciara lo guapa que es, y lo buena que está, para que negarlo, sino algo más.

La morena rio ante aquel comentario. Su amiga no perdía el sentido del humor ni siquiera en situaciones algo más serias.

– Es algo más que una simple admiración, me pasaban cosas con ella que no me habían pasado nunca antes con otra chica. La miraba y me quedaba embobada. Me fijaba en detalles demasiado tontos como en cómo se le marcan los mofletes cuando está feliz o en cómo casi le desparecen los ojitos cuando sonríe. Y un día simplemente empezamos a tirarnos indirectas y a tontear demasiado. Si te soy sincera, no sé quién empezó, pero simplemente le seguí el juego. Lo que no entendía era por qué me gustaba seguirle tanto el juego porque, en realidad, nunca lo había hecho con nadie. Es cierto que con Soyeon de vez en cuando nos decimos cosas parecidas, pero todo en broma. Esto, sin embargo, era demasiado directo y demasiado con segundas. Y yo sabía lo que estaba pasando, era consciente de que estaba tirándome los trastos y, a pesar de que no había hecho eso nunca con una chica porque no me había gustado nunca una antes, dejé que lo hiciera. No estaba pensando en si me gustaba o no, pero, reflexionándolo bien, me doy cuenta ahora de que evidentemente me gustaba que me tirara los trastos y que intentara ligar conmigo, aunque no tuviera claro qué era lo que yo pretendía conseguir con ello. Porque, si Minnie fuera hetero, pues evidentemente todo sería de coña y ya está. Pero es que me tiraba indirectas sabiendo yo que es lesbiana y que podría estar interesada en mí. Que no quiere decir que a todas las chicas lesbianas les gusten todas las chicas del universo, pero había más posibilidades de que pudiera gustarle sabiendo su sexualidad.

Yuqi paró para volver a beber y para recuperar algo de aire después de decir aquello sin parar.

- Y todo esto acabó conduciendo al viernes. En el momento en el que sabía que salíamos a un bar de copas, debía haberme imaginado que la ecuación alcohol más fiesta podía ser igual a algo peligroso. Pero no pensé en ello. O no quise pensar en ello, si soy sincera. Simplemente, pensé en ello como una salida de amigas, en la que aprovecharías para conocer a gente y poco más. Pero, en el momento en el que la vi con esa americana gris y esos pantalones entallados, supe que esa noche iba a ser mi perdición. Sin embargo, intenté dejarlo pasar y centrarme en pasarlo bien. Y en ello estaba, cuando el alcohol fue entrando poco a poco en mis venas y me dejé llevar. La saqué a la pista de baile empezamos a bailar. Con una distancia cada vez más reducida entre ambas. Sabía que ella quería ir más allá, pero me dio toda la libertad de que fuera yo quien diera el primer paso, si quería. Así que, cuando ya no podía aguantar más y mis ojos habían descendido demasiadas veces hacia sus labios, no pude hacer otra cosa que acabar besándola. Y se sentía tan bien que no quería parar, no podía parar de hacerlo. Así que fuimos a su casa. Pero, cuando la cosa iba a pasar a más, la paré y le dije que estaba muy cansada, por lo que nos dormimos las dos en su cama. Sin embargo, cuando me he levantado esta mañana y me he acordado de todo lo que pasó, he acabado saliendo por patas antes de que me viera. Le he escrito un mensaje diciéndole que mi madre me había llamado y la he dejado durmiendo para que descansara, aunque la realidad fuera muy distinta.

Yuqi se acabó de golpe el batido antes de terminar de decir todo lo que pensaba.

- Me he asustado, Soo. Cuando he recordado que me había besado con una chica, me he asustado y he salido corriendo. No debería ser nada malo besarse con una chica, pero estos sentimientos tan nuevos me han pillado de imprevisto. No sé si realmente me gusta Minnie, aunque creo que sí, o si estoy experimentando. No sé qué hacer con ello y me da miedo explorarlos. ¿Qué crees que debería hacer? – Soojin inspiró profundamente antes de hablar.

- Creo que es bastante sencillo lo que deberías hacer. Yo creo que deberías explorar lo que sientes por Minnie, porque creo que es algo como para tenerlo en cuenta. Pero también creo que deberías dejarle claras las cosas a ella antes de hacerle daño. Porque, si de verdad está interesada en ti y tú no sientes nada más por ella, le puedes mucho mal. Y no creo que Minnie lo merezca. Habla con ella y déjale claras las cosas. Es mi única recomendación. Nadie se merece que le hagan daño. – la morena agachó la cabeza después de aquello, recordándole demasiado a sí misma.

- Está bien, tienes razón, lo haré. – Yuqi se giró para ver a su amiga cabizbaja, lo que hizo saltar sus alarmas. - ¿Quieres contarme algo tú, Soojin? No te veo de muy buen humor. – la más alta volvió a suspirar.

- La verdad es que no sé qué pensar de lo que pasó. Simplemente Shuhua me lanzó algunos comentarios algo extraños anoche. Como celándome de las chicas con las que hablé en el bar. Y la verdad es que no le quiero dar muchas vueltas a la cabeza porque sé que Shuhua es mi mejor amiga y supongo que por eso se puso algo celosa, porque me dijo que yo soy la persona que más quiere en el mundo. Pero, aunque no le he dicho nada, no puedo evitar sentirme confusa. Aunque sé que está con Kino y que lo quiere y yo no tengo nada que hacer con ella. – Soojin negó con la cabeza y le sonrió, de manera forzada, a Yuqi. – No te preocupes, son tonterías, se me pasará. – la morena miró su reloj de muñeca y volvió a hablar. Será mejor que te acompañe a casa antes de que tu madre ponga el grito en el cielo por no estar para comer. – ambas se levantaron y empezaron a caminar.

Yuqi se había quedado dudosa de decir algo más cuando Soojin nombró a Kino. Shuhua le había pedido expresamente que no le dijera nada a la morena sobre el chico, pero no podía evitar sentir que su amiga no merecía estar excluida de aquello, ya que, al fin y al cabo, su hermana era su mejor amiga. Sabía que a Soojin le gustaba Kino entre nada y menos infinito, pero que respetaba las decisiones de Shuhua, igual que ella. Pero, como se enterase de que aquel niñato engreído, como lo había llamado en alguna ocasión, había sido capaz de ponerle los cuernos a la persona de la que estaba enamorada, el moreno iba a acabar en muy malas condiciones. Conociendo a Soojin, sería capaz de correr hasta los confines de la Tierra para acabar con su vida si de Shuhua se trataba. La había defendido desde que era pequeña de los idiotas de su colegio y estaba segura de que lo iba a hacer contra Kino. Así que, cuando a lo lejos vio aparecer al chico, rápidamente paró su camino, haciendo que su amiga se detuviera con ella.

- ¿Se puede saber por qué te paras? Va, Yuqi, que ya es tarde y tenemos que llegar a casa. – la pelirroja se puso nerviosa, intentando pensar en una excusa para cambiar el rumbo de su trayectoria.

- ¿Y si vamos por aquella salida? Nunca vamos por ahí. – intentó tomar el brazo de la morena, pero esta no la siguió.

- ¿De qué estás hablando? Esta es la manera más rápida de llegar a tu casa. No digas tonterías.

- Pero es que yo quiero ir por ahí. Además, no me apetece llegar a casa todavía. Va, Soo. – intentó poner cara de cachorrito mojado, pero no sirvió de nada. - De verdad que no es buena idea que vayamos por ahí. – pidió, casi suplicándole a su amiga.

- Y ¿se puede saber por qué? – fue entonces cuando Soojin giró su cabeza y se encontró algo que jamás había querido haber visto. – Lo odio muchísimo.

Soojin salió corriendo del parque, seguida porYuqi, dejando a un lado a Kino liándose con una chica que no era Shuhua.





¡Hola a todxs!

Ya dije que se venían conversaciones importantes, y aquí está la primera. Yuqi tiene claras muchas cosas, pero el miedo paraliza a cualquiera. ¿Qué creéis que va a hacer con ello? ¿Y qué os ha parecido el final? ¿Os lo esperabáis? Dejadme vuestras opiniones, así como vuestras críticas, siempre que sean constructivas.

El próximo capítulo se viene fuerte. No os olvidéis de votar por este, de todas maneras.

Besos

Crazy Fangirl

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora