Capítulo 13

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Como habían acordado, ese viérnes por la noche Soojin y Minnie quedaron en ir a un bar de copas del centro de la ciudad. A través de Sorn, la tailandesa se había enterado que era un bar de ambiente, lo cual facilitaba la tarea de que la morena conociera a gente aquella noche. Además, la mayor les había dicho que estaría por allí y que conseguiría que pasaran sin ningún problema, pero, para evitar posibles conflictos, que se vistieran algo más arregladas de lo normal para intentar aparentar mayor edad de la que realmente tenían. Soojin no había entrado nunca en un bar de ese estilo a su edad, pero sabía que, estando con Minnie, las cosas podían salir bien. Tenía vértigo de ir a conocer gente de aquella manera, pero tenía en mente que, donde vivía, era muy probable que no tuviera otras oportunidades si no era de esa forma.

- ¿Estás nerviosa? – preguntó Minnie a la morena, mientras esperaban a que alguien les abriera la puerta de casa de Yuqi, quien había decidido acompañarlas a sugerencia de la rubia.

- Sí, un poco. No he ido nunca a un bar de copas y las fiestas a las que he ido que ha organizado gente del instituto no iba pensando en conocer a gente. Y ya ni hablemos de ir a un sitio de ambiente. Es un poco nuevo para mí. – la tailandesa sonrió ante su amiga y la abrazó por los hombros.

- No te preocupes. Aquí Kim Minnie te protegerá de lo que haga falta. – ante la broma, Soojin golpeó el brazo, cuando la madre de las chicas a las que esperaban abrió la puerta.

- Buenas noches, señora Yeh. – saludó cordialmente la morena.

- Por favor, Soojin. Ni que no nos conociéramos de toda la vida. Llámame por mi nombre. – dijo, con una amplia sonrisa.

- Está bien, Elkie. – giró su cabeza a la izquierda para ver a su amiga y calló en algo. – No sé si la conoces. Esta es Minnie. Es amiga nuestra y alumna nueva del instituto.

- Encantada de conocerla, señora Yeh. Si no lo llega a decir Soojin, iba a meter la pata y llamarla señora Song. – Elkie rio, enternecida.

- Es que mi hija tiene el apellido de su padre, que en paz descanse, y yo asumí el de mi marido y padre de Shuhua. Pero bueno, pasad dentro de la casa, que hace frío. Espero que estas dos no tarden mucho y os hagan esperar.

Las dos chicas no tuvieron que quedarse a la espera mucho tiempo, casi ni para pensar en las palabras de Elkie, pues, pocos minutos después, apareció Yuqi bajando las escaleras. Decía que no se iba a arreglar mucho, pero, a los ojos de Minnie, estaba preciosa con su vestido corto negro. Soojin lo notó, por lo que tuvo que golpearla por el brazo.

- Kim, controla la baba, que está presente la suegra. – bromeó la morena. Minnie volvió rápidamente a la tierra, sonrojada ante aquello.

- Pero a mí... - Soojin no le dejó terminar la frase, pensando que sabía lo que iba a decir.

- Lo sé. Es tu amiga, pero los ojos a la cara. – siguió riendo, lo que alivió a la rubia, quien creyó que lo peor había pasado. Yuqi llegó delante de ambas y les sonrió.

- Siento un poco el retraso, es que ha habido un pequeño problema de última hora. – la pelirroja miró de arriba abajo a ambas. – Vaya, no vais nada mal vestidas, señoritas. – Soojin le dio un leve golpe en el brazo, bromeando, mientras Minnie se sonrojó ligeramente.

- Te has quedado atascada en el baño por alguna de aquellas. – preguntó la morena, girándose para dirigirse a la puerta.

- No, la realidad es que... - fue a decir Yuqi, pero fue interrumpida por otra voz.

- Lo lamento, ha sido culpa mía. Me he unido al plan a última hora.

Soojin abrió los ojos como platos cuando la escuchó. Se dio la vuelta para ver a Shuhua bajar las escaleras de la casa. El vestido rojo por encima de las rodillas dejó sin aliento a Soojin, quien no parpadeó en los segundos que tardó la pequeña en llegar hasta donde estaban ellas. Cuando la tuvo delante, no perdieron el contacto visual en ningún momento. Soojin no estaba acostumbrada a ver a la pequeña tan arreglada y se había quedado de piedra ante su belleza. Por su parte, Shuhua también se había sorprendido al ver a su mejor amiga con aquella blusa azul ceñida que mostraba algo de su escote y unos pantalones altos negros que le sentaban de maravilla y le hizo tragar saliva. La tensión se habría mantenido de aquella manera, si no hubiera sido porque Yuqi interrumpió aquella lucha de miradas.

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora