En momento en el que los hombres se alejaron, Minnie se tiró al suelo de rodillas, liberando toda la tensión que había estado acumulado. Habían sido apenas unos minutos los que habían estado en aquella situación y, a pesar de que se había mostrado dura por fuera, no era más que una fachada que había fingido para no preocupar a Yuqi. Así que, cuando se quedaron solas, no pudo hacer otra cosa que lanzarse contra la acera. La pelirroja se preocupó al verla así, tan débil, con el rostro pálido, sin saber qué era lo que estaba pasando por su cabeza.
- Minnie, ¿estás bien? - le preguntó, poniéndose de rodillas enfrente suya. Cuando se dio cuenta de que estaba a su lado, Minnie levantó la vista del suelo, tomándola del rostro.
- ¿Que si estoy bien? Debería preguntarte a ti si estás bien. - se puso de pie, haciendo que Yuqi la imitara.
- Estoy bien, no te preocupes. Sí, me he asustado por un momento, pero ha sido todo muy rápido. Creo que no he tenido tiempo ni de procesar lo que ha pasado. Pero me estás preocupando, Minnie. ¿Por qué te has puesto así? Te he visto muy valiente hace un momento, pero te has quedado hecha un flan. ¿Qué pasa? - la rubia respiró profundamente. Era el momento de contarle a Yuqi lo que había estado pasando.
- Será mejor que nos sentemos, es una historia algo larga. - Minnie tomó la mano de la pelirroja y la guió hasta un banco que se encontraba en la misma acera. Si no hubiera sido por la situación en la que se encontraban, habría apreciado mucho más que la tailandesa la hubiera tomado de la mano, entrelazando sus dedos.
- De verdad, no quiero ser pesada, porque no sé qué está pasando, pero me estás asustando, Minnie. ¿Qué pasa? - la rubia volvió a suspirar.
- Nunca he hablado con nadie de esto desde que llegué a Corea, porque, sinceramente, no quería preocupar a nadie. Quería empezar de nuevo y pensaba que, ocultando esa parte de la verdad, o como quieras decirlo, simplemente haría más sencillas las cosas. En fin, tengo que empezar por el principio para que entiendas todo. – Yuqi asintió y le dejó continuar. – Yo salí del armario hace unos dos años. Debo reconocer que tuve mucha suerte porque mis padres se lo tomaron muy bien desde el principio, al igual que mis hermanos. Así que, ante su apoyo, no tuve ningún miedo en mostrarme tal y como era ante la gente en general. Mirando hacia atrás, debo reconocer que no fue tan fácil como lo pinto, ya que no todo el mundo en el instituto aceptó tan alegremente mi sexualidad, pero nunca me lo decían a la cara, así que me daba igual. Que dijeran lo que quisieran a mis espaldas, no me importaba mucho siempre y cuando tuviera a mis amigas cerca. Y así fue. Todas me apoyaron mucho, a pesar de que no conocían a mucha gente queer a su alrededor, pero no les importaba.
Minnie sonrió, triste, ante la siguiente parte de la historia.
- Una de ellas era Lisa. Habíamos sido muy buenas amigas desde que empezamos el instituto. No era mi mejor amiga, pero teníamos una gran confianza y me gustaba mucho estar con ella. Sin embargo, a raíz de yo salir del armario, a pesar de que no decía nada malo, yo notaba que había algo raro en nuestra relación. Así que, una noche, decidí encararla y me dijo que su familia consideraba que mi "forma de vida", como ella lo dijo, era pecado. Yo simplemente intenté pasarlo por alto y tomé la decisión de simplemente tratarla como una más del grupo y ya está. Pero, a medida que yo pasaba de ella, Lisa parecía acercarse más a mí. No tenía ni idea de por qué, ya que me había dicho que estaba viviendo en pecado, o algo así, y, sin embargo, ¿quería acercarse a mí? No tenía ningún sentido en mi cabeza.
La rubia hizo una breve pausa, donde vio como Yuqi seguía atenta a lo que tuviera que decir.
- Todo cambió cuando una noche se emborrachó hasta las cejas en una fiesta en casa de unas amigas y me empezó a coquetear. Yo simplemente lo achacaba al alcohol y no le di importancia. Pero, en una de las veces que fui al baño, se coló conmigo y me besó. Yo la paré e intenté salir, pero me detuvo. Me dijo que le gustaba, pero que no sabía cómo decírmelo. Le repliqué que me lo repitiera cuando estuviera sobria y me fui. Contra todo pronóstico, sí fue capaz de decírmelo el siguiente día que la vi y me pidió una cita. Yo acepté y fue tan bien que las citas se fueron repitiendo, hasta que empezamos a salir. Sin embargo, me pidió que lo ocultáramos porque no estaba preparada para contarle sobre su sexualidad aún a nadie. Los meses pasaron y la cosa iba muy bien, incluso te puedo decir que me llegué a enamorar de ella.
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𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHU
Fanfiction#SOOSHU ALTERNATIVE UNIVERSE / FANFIC La historia de dos amigas cambiará repentinamente cuando Soojin le confiesa sus sentimientos a Shuhua. ¿Serán capaces de mantener su amistad o el destino será caprichoso con ellas? No todas las historias tiene u...