𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHU

Capítulo 12

Por mucho que le hubiera dicho a su hermana que no sabía qué decisión tomaría, Shuhua había fallado desde el momento en el que Kino le había pedido perdón una y otra vez, antes de salir huyendo. Ella quería al chico y estaba segura de que aquello solo había sido un error. Quería darle una oportunidad porque pensaba que las cosas entre ellos no podían acabar de aquella manera, cuando lo quería demasiado.

Sin embargo, a la vez que había tomado aquella decisión, en la parte de detrás de su cabeza sabía que algo había cambiado en ella. Estaba segura que quería a Kino y que quería estar con él. Pero, sabía que no era lo adecuado y que cierta persona estaría enfadada. Se golpeaba a sí misma por pensar tanto en Soojin y por estar pendiente de qué era lo que pensaría de sus decisiones. Por supuesto que no había olvidado los sentimientos de su amiga hacia ella, pero, todo lo que al principio le había dado hasta cierto temor porque las cosas pudieran cambiar, en aquel momento no le desagradaban tanto. No tenía muy claro el por qué, pero no tenía miedo de descubrirlo.

Mientras tanto, Yuqi estaba demasiado nerviosa por dentro. Fingía que todo estaba bien, pero no podía evitar sentir que aquello no lo estaba. Por mucho que las decisiones sobre su propia vida las tomara su hermana y ella no pudiera hacer otra cosa que apoyarla, no entendía el razonamiento que había llevado a Shuhua a pensar que era buena idea continuar con alguien como Kino. Desde el primer momento, el chico no le había caído bien, como al resto de sus amigas, pero se había abstenido de decirle nada a la morena. Pero, después de aquel engaño, ya no quería seguir fingiendo que aquella relación estaba bien, porque no era así. Ella sabía que, si Kino había sido capaz de engañar a su hermana una vez, lo podría volver a hacer porque Shuhua lo perdonaría.

Pero, una semana después de aquello, parecía que todo estaba bien. Incluso, lo poco que había visto a la pareja junta, le había parecido ver a Kino algo más atento y amoroso con Shuhua, cosa que no había apreciado nunca antes entre ellos. No podía evitar pensar que algo raro estaba pasando, pero ella tenía otras cosas en la cabeza, como cierta persona de cabellos rubios que se acercaba con el pasillo mientras se encontraba perdida en sus pensamientos.

- Buenos días. – saludó Minnie, con su característica sonrisa. La pelirroja no pudo evitar sonrojarse ante aquel gesto.

- Buenos días. Veo que alguien se ha levantado de buen humor. – era imposible que no se hubiera contagiado del gesto tan característico de la tailandesa cuando le hablaba de aquella manera. Se mordió internamente el labio y le echó un vistazo de arriba abajo. Pretendía ser rápido, pero la rubia se dio cuenta y levantó una ceja ante aquello.

- Pues sí. Estoy contenta. Pero eso no es lo único que veo. – contestó, guiñándole un ojo a Yuqi. La más bajita se golpeó internamente por su poca discreción. – Pero bueno, te he visto preocupada desde la entrada. ¿Qué está pasando por esa cabecita tuya? – la pelirroja suspiró, agradeciendo el cambio de tema, pero también sin saber qué decirle a Minnie.

- La verdad es que ojalá pudiera contarte. Pero estoy convencida de que mi hermana me mataría si metiera a alguien más en el tema. Solo tienes que saber que, a veces, me preocupo por cosas que no debería. Pero es imposible no hacerlo siendo Shuhua la que puede salir mal parada. – la rubia asintió.

- Es difícil cuando tienes hermanos no preocuparte por ellos. Más si son más pequeños que tú. En mi caso tengo dos hermanos mayores y a veces deseaba que no estuvieran tan pendientes de mí y se preocuparan tanto, pero entiendo que es su función como tal. Los echo de menos, la verdad. – Minnie se quedó pensativa por un momento, lo que hizo que Yuqi pudiera mirarla tranquilamente al rostro, sin temer que la pillara indiscretamente, pero, al poco, giró de nuevo su cabeza, dirigiendo sus ojos a la pelirroja con una sonrisa. – No puedo ayudarte con tus preocupaciones, al no conocerlas, pero sé algo que puede, al menos, quitártelas de la cabeza por un momento. ¿Qué te parece que esta tarde nos tomemos algo? He quedado con Soojin, pero no creo que le importe que te nos unas.