Capítulo 18

418 60 20
                                    

Cuatro días habían pasado desde la conversación de Shuhua y Soojin. La pequeña había intentado dejarlo a un lado cuando estaba con sus amigas en clase, pero, cuando llegaba a casa, se encerraba en su habitacióny no quería saber nada del mundo. Sabía que estaba siendo inmadura por no sercapaz de mantener cierta normalidad con Soojin, con la que, en ciertos momentos, se sentía incómoda, pero no podía evitarlo. Cuando había dado el paso, olvidándose por un momento de sus propias dudas sobre lo que estaba haciendo, el que la morena parara la carrerilla que había tomado la hizo volvera la tierra demasiado de golpe. Fue entonces, en el preciso momento en el que su mejor amiga abandonó su habitación que se dio cuenta de lo que había hecho. Por mucho que su novio lo pensara y ella había intentado creérselo en ese momento, había besado a Soojin, haciendo lo mismo que había hecho Kino con ella: engañarlo. Estaba mal por su parte y daba gracias a la morena por haber sido sensata y haberle parado los pies. Se había envalentonado demasiado rápido, sin pensar realmente en las consecuencias y se arrepentía. Sin embargo, aquellos días le sirvieron para reflexionar, como le había dicho a Soojin que haría. A pesar de que había pensado mucho, necesitaba a alguien que la escuchara y le ayudara a poner todo lo que había pasado por su mente en orden. Así que, aquella tarde, después de clase, Shuhua se plantó en la puerta de su hermana, entrando a la habitación sin llamar.

- ¡Shuhua! – gritó Yuqi, saltando de la cama, cayéndosele en el acto el libro que llevaba en las manos. - ¡Dios! ¡Qué susto! ¿Cómo abres la puerta sin llamar? ¡Podría haber estado desnuda! – Shuhua se rio.

- Por favor, Yuqi. Eres mi hermana y mujer. Ni que no te hubiera visto desnuda alguna vez.

- ¡Eso era cuando éramos más pequeñas! Me gusta mi privacidad ahora. – Shuhua rodó los ojos y se sentó en los pies de la cama, mirando de frente a su hermana.

- Bueno, a lo que venía. Necesito consejo de hermana. – Yuqi dejó el libro en su mesita de noche y se sentó mejor en la cama.

- Te escucho. ¿Qué ha pasado?

- A ver, ¿qué te dijo Soojin después de salir de mi cuarto el sábado pasado? 

- Nada, simplemente que se iba a casa, no pregunté. Y creo que mejor que no preguntara, porque está un poco apagada estos días. Debería hablar con ella, la verdad. – Yuqi se centró en su hermana y la miró interrogante. ¿Qué pasó ese día?

- Pues me contó sobre que habíais visto a Kino besándose con otra. Yo le dije que ya sabía que me había engañado y le pedí perdón por no decirle nada. Pero, realmente, en aquel momento me dio igual que me hablara sobre Kino. No sentí nada al enterarme de que me había puesto los cuernos otra vez. Ella me preguntó por qué me sentía indiferente y, teniéndola ahí delante, me di cuenta de que me daba igual porque no era ella y la besé. – Yuqi abrió los ojos como platos.

- ¿Co? ¿Co? ¿¡Cómo?! – Shuhua se levantó para taparle la boca a su hermana.

- ¡Cállate! No grites tanto. – la morena quitó su mano de la cara de la pelirroja, quien aún seguía en estado de shock.

- Pero ¿cómo no quieres que grite? Shuhua ¿me estás diciendo que besaste a Soojin? ¿A tu mejor amiga? ¿A la chica que lleva colada por ti desde a saber cuánto tiempo? – Yuqi creía no estar procesando bien la información, ya que no se creía que aquello pudiera estar pasando.

- Sí. A Soojin. A Seo Soojin. ¿Necesitas que te haga un esquema o algo para entenderlo?

- No, no, no hace falta. – contestó, mientras negaba con la cabeza. – Pero, es que esto es muy fuerte. Déjame que lo asimile, porque no me lo estoy creyendo. O sea, después de todo este tiempo, ¿te gusta Soojin?

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora