➳ e p i l o g u e

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Este es tu drama.

-Mi corazón quiere salirse de mi pecho Hyunnie.

-¿Ya te han dicho que eres algo exagerado, ningning?- mencionó el rubio, mientras acomodaba la corbata de color negro que se encontraba atada al cuello de la camisa blanca de botones que portaba su menor.

-No es que sea exagerado, el día de tu boda estarás así TaeTae.- mencionó BeomGyu, terminando de colocar algo de fijador en su cabello negro.

TaeHyun solo se limitó a rodar sus ojos, terminó de acomodar la corbata de su menor y parte de su saco. Todavía no podía creer que el chico tímido extranjero con quien entabló una conversación por primera vez cuando estudiaba ya se iba a casar, todavía sentía la necesidad de protegerlo como si de su propia familia se tratase, así que verlo a punto de casarse con el chico alto de cabellos teñidos muy bonito hacia que su pecho se contrajera y que las lágrimas hicieran acto de presencia.

-¿Cómo estará Binnie? ¿También estará nervioso como yo?

-Probablemente sí, pero al menos no creo que huya como cuando tú te escapaste en el momento en que te propuso matrimonio.

-Estuve más de treinta minutos buscándote por todo el restaurante junto con SooBin-ssi porque te habías escapado por no saber como responder.

-O cuando te...- Kai, con las mejillas sonrosadas, le tapó la boca con sus manos negando con la cabeza.

-Sí Beommie y TaeTae hyung's, ya sé.

-Deberías de dejar esa costumbre de correr lejos cada vez que los nervios te ganen.

-No huiré esta vez, quiero pasar el resto de mi vida junto a él.- sonrió tímidamente, ocultando su rostro con sus manos.

-¡Aleja tus manos de tu rostro, que Bahiye no tardó maquillando tus ojeras para nada!- las risas escandalosas del peli negro y el extranjero comenzaron a resonar en el pequeño lugar.

Por otro lado, el peli rosa se encontraba manteniendo en calma al castaño, quien se encontraba asustado.

-Junnie-ssi, ¿Y sí ningning me dice que "no"? No veo una vida sin él a mi lado.

-Kai te ama con todo su corazón Binnie, no le hagas caso a tus nervios o temores, ya verás que pronto estarán en Japón disfrutando de su luna de miel.- de solo imaginarlo, las mejillas y las orejas del más alto tomaron un tono carmesí.

-¡Yah, hyung!

-Vamos, ya el señor Huening me envió un mensaje, ya debes ir al altar para esperar a ningning.- no estaba listo, de verdad quería estar con su novio pero tampoco quería ser rechazado, tal vez Kai no estaba listo y decidiría posponerlo, habían muchos escenarios posibles.

-Adelántese, yo iré al baño.- palmeó su hombro y se retiró del lugar. Una vez que sintió que ya estaba lejos, soltó un chillido por la frustración que sentía, su corazón y su cerebro estaban en una pelea, pero parecía que ninguno se dejaba ganar.

Todos los presentes en ese hermoso jardín estaban extrañados, ninguno de los novios se encontraba presente en el altar, inclusive damas y padrinos no sabían que pasaba.

Lo más intrigante de todo, es que, luego de un par de minutos, Huening Kai ya se encontraba allí, agarrando con fuerza el brazo de YeonJun -ya que había insistido en ser él mismo quien le diera el honor de llevarlo al altar-, asustándose por completo dejando que los nervios se apoderasen de él.

-¿Dónde estará SooBin?- dijo, en un tono tembloroso. -¿Se habrá arrepentido? Lo entendería, ya ha...

-No digas boberías ningning, él te ama con su vida, pero antes de que fuera a buscarte, estaba muy nervioso, me recordó cuando huiste del auditorio por tener miedo de lo que pudiera pasar.- con eso el extranjero entendió lo que pasaba, así que soltó el agarre que tenía con el peli rosa y corrió hacia la pequeña "cabaña" en donde se estaban arreglando.

No tenía ni idea de donde podía estar, pero sabía que su prometido pasaba por un ataque de nervios como los que a veces sufría. Detuvo sus pasos al escuchar un sollozo dentro de una habitación, uno que podía reconocer hasta dormido.
Era su hyung.

-¿SooBinnie?- tocó la puerta de madera, luego de eso dejó de escuchar los sollozos que lo habían alarmado. -Binnie, soy yo, Kai, déjeme entrar.- no escucho nada, hasta que de repente sintió como alguien se pegaba de la puerta. -Choi SooBin, ¡Ábreme!- se tapó la boca al ver que le había hablado de manera informal, nunca lo hacía y pensaba que le había faltado el respeto a su mayor.

La puerta se abrió, dejando expuesto el rostro rojizo con rastros de lágrimas en sus mejillas de SooBin, su corazón se achicó al ver a su amado así.

-Ningning, me hablaste informalmente...

-Sí hyung, discúlpeme, solo que me había molestado el hecho...- intento hacer una reverencia pero el más alto no lo dejo ya que lo enderezó y lo atrapó en un abrazo, sus brazos quedaron en su cintura y su cabeza dentro de su cuello, el aroma de la piel de Kai era su perdición, tan dulce y tranquilizante a su vez.

-Hey, Binnie, todo está bien.- correspondió el abrazo mientras daba ligeras palmadas en su espalda como intento de consuelo, todavía no sabía que sucedía pero no obligaría a su hyung a hablar si no lo quería.

-No sé que he hecho para merecerte ningning, eres tan dulce...- los labios del menor estaban contra los suyos en cuestión de segundos, no lo dejo terminar, pero aquel roce tan puro despejó cualquier nervio o temor que tenía.

-¿A qué se refiere, bobo?

-Es que me puse a pensar en tus posibles respuestas, o los escenarios que pudiesen pasar...

-Recuerde que ya este no es su drama.- suspiró profundamente para no tartamudear. -¿Usted sabe que pensar mucho hace mal? Después de años lo comprendí, solo tenemos que arriesgarnos, ya que luego no debería de existir ningún tipo de arrepentimiento.- dijo, sobre sus labios. -No entiendo porque está asustado por mi respuesta, sabiendo que mi respuesta es un sí rotundo, lo amo y no diga que no me merece sí nacimos para estar juntos...- el mayor besó su nariz, sacándole una sonrisa al más bajo. -Acabo de decir mis votos, no puede ser...- una risa escandalosa salió de los labios del castaño, quien solo miraba con amor al extranjero.

-Mejor ven y dímelos en el altar para darte el sí.

-¿En serio, hyung?

-Por supuesto, no lo dudes ni un segundo.- un ligero roce de labios se hizo presente para luego tomarse de las manos -que encajaban perfectamente una con la otra- y dirigirse al jardín.

-¿Dónde estarán?- dijo el peli negro.

-No lo sé Beommie-ssi... ¡Oh, ahí vienen!- gritó YeonJun, al ver a la lejanía aquellas siluetas que conocía perfectamente, eran sus dongsaeng's. Ya sabía de hecho que no podría llevar a su pequeño al altar pero le alegraba que ambos hayan logrado sobrepasar todo para llegar a ese momento.

-Al fin...- dijo, casi inaudible TaeHyun. Todos los presentes tornaron su mirada a ambos adultos, quienes caminaban por el largo camino rodeados de grandes girasoles que le daban una vibra brillante al lugar. Eran una hermosa pareja que se complementaban perfectamente, desde que se conocieron en aquel instituto su amor nunca había dejado de crecer con el pasar de los años, aunque hayan tenido sus altibajos por distintos motivos, estaban seguros que estaban destinados a estar juntos. No tardaron de llegar al altar, sin dejar el fuerte agarre de sus manos, ambos subieron el pequeño escalón y se pusieron uno en frente de otro.

La hija pequeña de Lea, SoMi, tenía una pequeña almohadilla de color crema, en la cual se encontraban dos anillos dorados, delicados y detallados, ella caminaba lentamente para evitar dejarlos caer, no quería arruinar la boda de sus tíos -a los cuales quería mucho-. Una vez en frente de ellos, les dedicaba una sonrisa llena de inocencia y pureza, ellos también tenían planeado adoptar algún pequeño, así que estaban acostumbrados a pasar tiempo con la menor para prepararse.

El padre llegó, llamando la atención de cada persona en el lugar, haciendo que se levantaran de su asiento hasta que el hombre les indicó para volver a sentarse.

-Buenas tardes a todos, hoy estamos reunidos para unir a ambos hombres en matrimonio...- el extranjero, a quien le costaba mantener contacto visual, mantenía su mirada fija en su mayor, el cual le daba una de esas preciosas sonrisas con hoyuelos, como aquella que lo había enamorado hace siete años, la única diferencia es que se aparecían unas ligeras arrugas en sus pequeños ojitos, mostrando como habían pasado los años.

𝘋𝘳𝘢𝘮𝘢 ─ Soobin + Hueningkai ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora