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Esos hermosos aplausos,

Siempre estoy detrás de ellos,

Una sonrisa genial,

Esa debe de ser tu arma secreta.

Hoy era el día. El primer día del tercer semestre en aquel tan importante instituto, en donde solo los mejores en dominar las distintas y magnificas artes entraban.

Con orgullo puedo decirles que Kai Kamal Huening era uno de ellos. Se levantó muy temprano, básicamente porque la noche anterior no había dormido mucho por la emoción.

Sí, HueningKai estaba emocionado por ir al instituto, no tan solo porque estar encerrado en su casa le aburre, sino porque necesitaba ver a su amor platónico.

Se dió un baño largo, tenía el tiempo de sobra hasta para peinarse como debe. En cuanto terminó, se cepillo sus dientes y demás para luego comenzar a secar su abundante cabellera, esperaba que no lo regañasen por tenerlo así de largo, y eso que hace semanas ya se había rebajado el corte. Cuando terminó, se vistió algo simple, no era de esas personas que en su primer día quieren destacarse. Solo un suéter de color blanco, con detalles de color azul marino, unos pantalones blancos holgados, un tanto cortos, unas medias blancas, un tanto altas y sus zapatillas deportivas blancas con detalles negros. Bajó rápidamente las escaleras, intentando no tropezar, y fue directamente hacia el comedor, donde su padre lo estaba esperando sentado en su silla favorita para desayunar mientras tomaba una taza de café oscuro y leía las noticias mediante su teléfono celular. El hombre en cuanto vió a su hijo, sonrió grandemente y se levantó simplemente para abrazarlo.

-Buen día mi niño, ¿Como amaneciste?- dijo, muy sonriente el señor Huening. Amaba a su hijo con el alma, de eso nadie tenía duda.

-Buenos días appa, todo muy bien.- sonrió su hijo. -Ya no falta mucho para que tenga que entrar a clases, así que estoy un poquito ansioso.

-Me imagino pequeño.- suspiró un tanto incómodo. -Bueno, tu madre me dió la receta de su fabuloso pastel de...- cuando Kai entendió, sus ojos se iluminaron al instante.

-¡El pastel de chocolate blanco de omma!- dijo muy feliz, pero con un toque de nostalgia en su voz.

Extrañaba mucho a su mamá y a sus hermanas mayores, pero esta oportunidad pasa una sola vez en la vida, y no podían desaprovecharla aunque quisiesen. Sus padres han hecho mucho por él y su sueño, y lo mínimo que debe de hacer es esforzarse al máximo.

-Sí, puede que no me quede tan delicioso como lo hace ella, pero lo voy a intentar.- se separó de su hijo y se sentó nuevamente en su lugar. -Hice tostadas francesas y ahí esta la mermelada de arándanos si quieres.- en ese momento Kai parecía un niño pequeño, era muy consentido a pesar de tener casi 18 años. -Al lado de tu mochila deje dinero para que compres el almuerzo y demás.- Kai agarró dos tostadas y les untó la mermelada y empezo a comer, un tanto apresurado si preguntan.


°☆°


Estaba decidido, ya no habría vuelta atrás, el cambio del grupo extracademico era la oportunidad perfecta para acercarse a su sunbaenim bonito. Durante el desayuno le planteó su idea a su padre, y él estuvo de acuerdo con su decisión, pensó que era para tener más experiencia y ser un artista completo en todas las áreas posibles.

Pobre señor Huening, sí supiese las verdaderas intenciones de su hijo.

Sí, puede que el teatro no sea lo suyo, pero contaba con el apoyo de BeomGyu hyung, quien estuvo por un año en ese grupo y tenía bastante experiencia. Él casi dominaba la actuación en su totalidad, pero se aburrió rápidamente, ya que las obras que hacían todos los años eran casi monótonas, siempre intentando dar conciencia sobre la educación sexual adecuada y demás. Escuchaba la canción más reciente de Ariana Grande junto a Justin Bieber mientras esperaba a que su hyung de cabellos azabache llegase.

𝘋𝘳𝘢𝘮𝘢 ─ Soobin + Hueningkai ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora