Capítulo 2

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Hades acaricio con ternura el hermoso rostro dormido de Gaween, apartando un mechón pelirrojo de su rostro.

Eval se sentó a su lado.

-Se que es muy duro para ti... pero debes ser fuerte-dijo mientras estrechaba la mano del joven-ten esperanza.

El chico suspiro.

Pero justo en ese momento la oscuridad lo rodeó y cuando pudo ver se encontraba en el jardín de la mansión, tomado de la mano de Eval.

-No me sueltes!-exclamó el vidente- Estas conmigo en una visión.

Un muchacho pelirrojo estaba sentado en una banca, disfrutando del sol del día

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Un muchacho pelirrojo estaba sentado en una banca, disfrutando del sol del día. Solo vestía una túnica sencilla sobre sus ropas y tenía una suave sonrisa poco común en su rostro. Hades le contempló con el corazón en un puño. El se veía tan feliz y hermoso....

Un pequeño se acercó corriendo.

-Mamá!-exclamó sonriente.

Era tan hermoso como Gaween, un niño sencillamente perfecto

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Era tan hermoso como Gaween, un niño sencillamente perfecto.

Pero muy al fondo algo dentro del joven se rompió. Eso no afirmaba que el estaría con su amor platónico.

Contempló triste como el pequeño hablaba con su madre y le contaba sobre los tesoros que encontró en el jardín; unas cuantas rocas bonitas.

-Mami, estás bien? Papi me dijo que debía cuidar de ti y mi hermanito!

Gaween sonrió con ternura, apoyando una mano en su vientre.

-Estamos bien, amor. Tú vuelve a jugar.

El niño se alejó corriendo y el pelirrojo lo observó con amor maternal. El pelirrojo menor correteo no muy lejos hasta que divisó a una persona entre los arbustos.

-Papá!

Corrió hasta el hombre que caminaba hacia ellos y Hades confirmó con dolor que no era el, si no un joven rubio de brillantes ojos miel. No queriendo ver más allá del beso que Gaween recibió de aquel extraño soltó la mano de Eval y se encontró de nuevo frente al cuerpo inerte de su amor, su respiración agitada y lágrimas corriendo por sus mejillas.

Harry Potter y la Isla PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora