Capítulo 12

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Harry se sentó en la cama aún con el pequeño Aaren en brazos, pensando aliviado que ya les faltaba poco por lograr.

La rebelión era lo más preocupante, pues a veces atacaban de pronto y temía por la vida de Hades.

Durmió al bebé y luego lo arropó con cuidado, pensando aún en su adorado hijo mayor.

Con un suspiro salió de la habitación y se dirigió a la recámara que compartía con su esposo, los ánimos por el suelo y unas ojeras horribles bajo sus lindos ojos verdes debido al estrés.

-¿Harry? Amor, ¿estás bien? -preguntó Tom.

Unos brazos gentiles lo rodearon y lo llevaron a la cama.

-No... estoy muy cansado y preocupado -respondió haciendo un puchero.

El Lord Oscuro lo abrazó con delicadeza y lo arropó en la cama con cuidado.

-No debes temer, pequeño. Protegeré a nuestra familia, lo prometo. Tú debes descansar.

Harry estiró los brazos.

-Solo si duermes conmigo -suplicó.

Una suave risa se escapó de sus labios, pero accedió al capricho de su lindo esposo, recostándose a su lado y regalándole un beso antes de que el chico quedara dormido. 

Hades acarició los suaves cabellos de Gaween distraídamente mientras sus ojos tan verdes como los de su madre evaluaban cada milímetro del jardín en busca de algo que pudiese poner en peligro a su novio y a su hijo

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Hades acarició los suaves cabellos de Gaween distraídamente mientras sus ojos tan verdes como los de su madre evaluaban cada milímetro del jardín en busca de algo que pudiese poner en peligro a su novio y a su hijo. Algo se movió entre los árboles y su cabello se volvió súbitamente azul ante la tensión, sin que se diese cuenta.

-Mm? -Gaween despertó lentamente y se incorporó con un bostezo- ¿Hades? ¿Pasa algo?-preguntó somnoliento.

-Hay alguien ahí...-susurró sin apartar sus ojos del sitio.

Los brazos protectores del pelirrojo rodearon su vientre aún plano y evaluó el sitio. Justo entre unos arbustos se percibía una silueta.

-Es pelirrojo como yo -observó en voz baja- No... pelirroja.

-¿La puedes ver desde aquí?

-Ajá... es por mi parte criatura...-respondió distraído- Sus ojos son... marrones? No sé. Es bruja, lleva una varita.

-¿Nos está viendo?

-Si, de hecho si.

Hades apretó los labios y rodeó la cintura de Gaween.

-No te apartes de mí.

-Yo me puedo cuidar solito -se defendió en un gruñido, quitándoselo de encima.

Hades sonrió levemente.

-¿Crees que sea de la rebelión?

-Sin duda -afirmó Gaween.

Harry Potter y la Isla PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora