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Una muchacha de roja cabellera salió por la barrera del abandonado bucle, entrando así en una época muy distinta a la época de dónde provenía.
Ella había sido criada con las leyendas, su madre le había dicho que si alguien era lo suficientemente valiente como para intentar sacar la Isla, ella sería parte de algo grande. Pero cuando su ciclo acabo, estaba furiosa. Como que nadie quería hacerlo!? No señor, ella sería la heroína, ella sería la importante.
Así que armó un plan infalible. Viajaría al futuro, y al estar allá en el último ciclo, no tendrían más remedio que usarla.
Pero su plan tuvo una falla y ese fue Harry.
Harry James Potter no debió nacer.
Tanto que se había esforzado abortando con pociones a escondidas de Lord Durmstrang a sus hijos, fingiendo ser estéril, para que se le olvidara ese detalle en el futuro y quedara preñada.
Harry Potter había arruinado su oportunidad de ser la mujer más importante de la historia.
Así que intento matarle.
Pero falló miserablemente y terminó muerta.
Eso hasta que llegó Dumbledore.
Y esta vez, no fallaría.
Los hermosos ojos verdes de Harry se clavaron en los de Lily Evans, que le miraba con odio.
Nadie en la mansión sabía que habían acordado verse.
Nadie en la mansión sabía que estaban ahí.
-Tu sabes el hechizo-afirmó Harry.
-Lo sé. Pero no te lo diré, maldito mocoso-escupió con odio-antes moriría! Yo seré quien lo haga, yo seré quien gane!!!
-No es así-negó el muchacho-pero no vale la pena discutir contigo. Si le das el hechizo a mi familia, yo dejaré que me mates-afirmó sin dudar-con una condición: que mi bebé nazca primero.
Lily abrió los ojos sorprendida.
-Te... mataré...?
-Lo harás. Pero quiero primero el hechizo.
Lily lo miro durante un largo instante antes de sacar de entre su andrajosa ropa un papel antiguo que hizo levitar hacia Harry. El chico lo tomo y reviso que fuera auténtico luego lo mando con un hechizo dentro de la seguridad de la mansión.
-Lily... cuando mi pequeño nazca, dile a Tom yo ya elegí su nombre y el se puede ir a la mierda. Lo nombré Aaren. Por favor, diles que los amo.
La pelirroja asintió, más calmada. Una vez el mocoso muriera, no tendría por qué ser mala. Alzó la varita y pronunció el primer hechizo. Un profundo dolor hizo que Harry se doblara y gritara cayendo de rodillas al suelo.
De un momento a otro, alertados por el grito la familia del jovencito estaban ahí. Tom apuntó con su varita a la mujer.
-Que le has hecho!?
-T-Tom...-susurró Harry-n-no ha sido ella-mintió-el bebé...
-No hay tiempo de llevarle dentro-masculló Salazar conjurando un par de cosas y preparando a Harry-ya lo has hecho antes, sabes que hacer. Vamos.
(La escena es corta porque mierda, yo no se describir un parto :v)
Harry gritó de dolor. A su lado, Tom lo tomaba de la mano y le consolaba. Ángelo y Hades miraban a su madre con preocupación.
-Tom, eres un imbécil!-gritó Harry.
Salazar rió suavemente.
-Ya casi, Harry, solo un poco más.
Lily observó como el chico que había llevado en su vientre y odiado toda la vida, su hijo, estaba dando la vida por su pequeño. Y se percató de que le habría encantado amar a alguien así de fuerte. Un llanto inundó el aire y Harry se derrumbó exhausto en brazos de Tom. Zarlem le ayudó a limpiar y arropar al bebé mientras Salazar curaba a Harry.
Los ojos verdes poco a poco se iban cerrando.
-Tom...?-susurró débilmente.
-Harry? Harry que te pasa?-preguntó alarmado-no te duermas! Harry, quédate conmigo.
Una sonrisa se formó en los labios de Harry, pero no pudo decir nada más. La mano que había alzado para tocar el rostro de ser esposo cayó al suelo y su cuerpo quedó colgando en brazos de Tom.
Todos estaban demasiado aturdidos y en shock. Ángelo fue el primero en reaccionar. Lanzó un desmaius hacia su hermano, que cayó inconsciente, y se lanzó sobre Lily.
-Que le hiciste!? Que le hiciste a mi madre!?-grito entre lágrimas.
Lily a duras penas logró esquivarle antes de que el doncel se derrumbara al suelo en un llanto desconsolado, siendo de inmediato abrazado por James.
-El nombre del niño es Aaren-dijo en voz baja- me pidió que les dijera que los ama.
Tom acaricio el rostro blanco de Harry, que nunca más abriría sus hermosos ojos verdes de nuevo, mientras una única y silenciosa lágrima se deslizaba por su mejilla hasta tocar el rostro ahora eternamente durmiente de su amor.
(P.d.: sip, Harry y Tom dije que eran inmortales debido a las reliquias, pero el amo de la muerte es Tom, no Harry. Harry puede morir de ese hechizo en específico porque viene de la Isla, que es una muerte dolorosa... y no muy rápida. El hechizo afecta a las personas normales y a los que fueron otorgados por el don del amo de la muerte, el que no puede morir es Tom.)
(P.D.2.: niños, si lo pidiera revivir no tendría sentido. Miren y sufran >:v okno XD Solo miren, que ya se resuelve todo, carajo!)
Ángelo acaricio aún con lágrimas en los ojos el cabello oscuro de su hermano. Lo había dejado inconsciente porque no sólo estaba perdiendo a Gaween, perder a Harry sería demasiado duro para él. Su padre se había encerrado en la habitación que Lord Slytherin le asignó y ahí se había mantenido los últimos días, sin comer.
Dejó un beso en la frente de su hermano mayor y se levantó para ir a la habitación de su padre. Entro después de tocar, encontrándoselo apoyado en el balcón. La habitación estaba desastrosa, cosas tiradas aquí y allá como lo dejaba Harry y sus cosas sin tocarse.
-Papá?-preguntó suavemente.
Tom se dio la vuelta y miro a su hijo.
-Estoy bien, Ángelo... es solo... que le dire a Saischa? O a tu nuevo hermano cuando crezca? Que haré ahora que Harry no está..?
-Nos tienes a nosotros! Saischa entenderá. Y ya veremos que hacer cuando Aaren pregunte. Tenemos una familia a la que no podemos dejar...
Tom sonrió y abrazo al muchacho.
-Tienes razón, Án. Vamos, tenemos una tarea que hacer.
