La inmensa Isla se alzaba imponente a la luz del sol, alta, majestuosa, llena de luz.
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Y mientras recorrían sus calles que parecían encantadas, se sintieron en su hogar, pues aquel lugar rebosaba de una magia pura y dulce que les hacía sentirse mejor que nunca.
Cuando la Isla había subido del mar, Lily había muerto "misteriosamente", al ser empujada a un acantilado :D
Pero lo más fantástico de todo, era el edificio que era el corazón de la ciudad, una enorme estructura blanca con estatuas de oro guardándola, un sitio sagrado, lleno de todos los conocimientos mágicos antiguos.
La biblioteca perdida.
Los pasillos llenos de pergaminos y libros llenos de cosas que nadie había podido imaginar jamás.
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Cámaras llenas del tesoro más valioso de todos: el saber.
Hades acaricio las portadas de libros que hablaban sobre criaturas ya inexistentes, pociones desconocidas, hechizos perdidos en el tiempo... entonces, como encontrarían la respuesta en aquel inmenso lugar?
Harry se paró frente a una inmensa estantería y señaló a lo más alto.
-Tom, levántame!-exigió.
El señor oscuro suspiro y obedeció a su esposo alzándolo en sus hombros.
Harry saco un pergamino y lo arrojó en dirección a Zarlem antes de seguir buscando.
-Y esto?
-Te servirá dentro de un par de meses!-exclamó mientras metía el brazo al fondo del estante-para tus crías-añadió en pársel.
El Slytherin sonrió con malicia y se guardó el rollo mientras Tom y Salazar rodaban los ojos.
-Lo tengo! Bájame!
-Exactamente que tienes?
Harry se sentó en el suelo y extendió un pergamino blanco en el suelo.
-Vaya... si, es este. Con este Gaween puede despertar.
Todos se inclinaron a ver los extraños símbolos. Habían dibujos explicando los pasos del encantamiento, pero la lengua era incomprensible.
