El Ilusionista

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EL ILUSIONISTA

Se fue a dormir, entró en la magnificencia de las vibraciones que uno siente antes de desdoblarse hacia mundo astral, flotó en la habitación, se vio, se ignoró, voló por la ventana, salió al exterior, respiró y tras un profundo sentimiento de liberación expiró el aire de sus ficticios pulmones. Después de esa calma que tanto necesitaba Marvin divisó por encima de su cabeza una ciudad en el cielo, sin pensárselo dos veces atravesó el suelo por debajo y pisó por arriba. Era de noche, se podían apreciar unas farolas antiguas con un leve crepitar de llamas en su interior, todo tenía ese toque mágico, onírico, inexplicable, caminaba por una calle vacía y oscura que fue a desembocar en una gran plaza que poseía una bonita fuente en la que Marvin se asomó y puedo apreciar que la fuente tenía muchos metros de profundidad, que además poseía fauna marina que nunca había visto, esa fauna brillaba como la luz e hipnotizaba:

-Hola Marvin ¿necesitas ayuda?- le dijo un pez parlante

-Solo daba una vuelta por aquí a ver si pudiera ver algo interesante

-ah, pues ahí tienes el museo de la Cátedra

-¿Dónde?- preguntó Marvin

Mientas preguntaba se erigió un edificio de más de 50 metros de altura, era una catedral magnífica con la que Marvin se quedó impresionado

-No pienses que es un lugar religioso, no encontrarás clero allí dentro, sin embargo es un magnífico museo erigido por el ilusionista.

-Me encantaría entrar pero no tengo dinero para poder pagarlo.

-Marvin aquí no existe el dinero, puedes pasar tranquilamente, anda ve y disfruta, recuerda que siempre estarás solo, aunque los cuadros parezcan que puedan cobrar vida no los hagas caso, no los temas o te llevaran de viaje a cualquier lado, no tiene porque ser un mal lugar donde te lleven pero es mejor que te quedes en el museo por lo que pueda pasar.

-Muchas gracias eeem... ¿Cuál es tu nombre amigo?- preguntó Marvin

-Me llamo Javier, pero puedes llamarme Javi, gracias por preguntar- de seguido Javi se zambulló en el agua y desapareció

Marvin caminó hacia la Cátedra con gran ilusión y una sonrisa de oreja a oreja, abrió la puerta chirriante del lugar y le bañó una luz blanca, se vio rodeado de cuadros magníficos, algunos tétricos que representaban demonios de religiones inexistentes, también vio esculturas, figuras de seres extraños y enormes, arte abstracto de pintura imposible, cuadros que parecían desembocar a otros mundos, mundos pintados en miniatura que debían mirarse al microscopio, lo pequeño era enorme y lo enorme era pequeño, <<nada es lo que parece>> pensaba Marvin. De seguido observó el cuadro en el que se representaba al ilusionista, se acercó con cautela << ¿habrá hecho el todas estas cosas?>> se preguntaba, de pronto el cuadro se movió, Marvin se asustó, el cuadro le hacía señas para que se acercara, Marvin se negaba hasta que el ilusionista hizo un gesto de envoltura con sus manos que hizo que Marvin se tele transportara a otro lugar. Era una habitación negra y pequeña.

-No puede ser, ya la estoy liando- dijo Marvin

-Oye tranquilo tío-

Entonces se dio la vuelta y estaba su amiga Sofía, pronto se alegró al saber que no estaba solo.

-¿Qué haces tú aquí?- preguntó Marvin

-No eres el único que tiene la capacidad de desdoblarse- hubo un silencio corto- bueno ¿abrimos la puerta o nos quedamos aquí pasmados mirándonos?

-La abrimos, la abrimos.

De seguido Marvin abrió la puerta y se cayó de plancha a un lago cristalino, Sofía saltó y cayó en una balsa que apareció nada más tocarla, también apareció un señor de aspecto egipcio que dijo:

-¿Necesitas que te ayude?

-Ten cuidado Marvin es un iocu

-¿Qué es eso?- dijo mientras subía a la balsa y contempló que en su mano habían caído los dedos de aquél señor y se asustó.

-Un iocu es un bromista, siempre va a intentar engañarte.

-Muy cierto, además me llamo Hassam y voy a ser vuestro guía por aquí, el ilusionista me ha hecho saber que este lugar es perfecto para los dos, analizó vuestras mentes al entrar, interpretó vuestros gustos e hizo este mundo para vosotros

Pronto contemplaron el lago, rodeado de estatuas gigantes de faraones egipcios hechos del material más extravagante que el lector pudiera llegar a imaginar nunca, el lago era cristalino, se podía apreciar el fondo donde estaban hundidas más estatuas. Levantaron la vista y vieron 3 enormes pirámides rosadas que emitían un juego de luces muy tranquilizantes.

-Keops, Kefren y Mikerinos, ese es el nombre de las tres pirámides- dijo Marvin

-Lo siento Marvin, pero esos son los nombres de los tres faraones de tu mundo, pero aquí esas pirámides forman parte de un gran mercado, no son tumbas hechas por egipcios, si no por los maestros- rectificó Hassam.

-Pero el pez me dijo que en este mundo no existía el dinero ¿Por qué hay un mercado?-Dijo Marvin

-el dinero como tal no existe pero puedes intercambiar cosas que has creado con otros seres o simplemente cogerlas, nadie te va a llamar la atención

-Que bien, por cierto ¿Quiénes son los maestros? ¿y que hay dentro de esas pirámides?- preguntó Sofía.

-Los maestros son seres de alta consciencia que tienen un gran peso sobre la realidad, ellos edifican los mundos, uno de ellos es el ilusionista, pero hay un sinfín, también está el arquitecto, el nómada, el músico o el monje, así se hacen llamar porque nadie conoce sus nombres reales.

Y lo que hay dentro de esas pirámides varía con el tiempo, hoy puede ser un mercado, el mes que viene un teatro, al otro una escuela y así continuamente.

-¿y cómo puede una persona corriente llegar al grado de maestro?- preguntó Marvin

-viviendo.

-¿pero tiene que hacer algo en especial, algo digno de recuerdo?- preguntó Sofía

-No, las cosas no son como en los libros religiosos ni mucho menos, ni siquiera como en las corrientes filosóficas, para ser maestro simplemente tienes que actuar adecuadamente, ojo, no digo ser un santo, porque a veces hay que realizar cosas que nos desagradan o incluso hacer ''cosas malas'' para que otra persona despierte de su ignorancia y cuando digo cosas malas no me refiero arruinar a una persona intencionadamente, si no que algunas palabras directas o simplemente el no hacer aprecio puede llegar a ayudar, porque ahora mismo os voy a hacer la siguiente revelación: no existe el bien y el mal, solo actos que los seres interpretan como bien o mal.

-¿y como sabemos que hemos actuado como hemos debido? Dijo Marvin.

-Si te has equivocado todo se volverá a repetir posiblemente con diferentes personas, diferentes años y diferentes escenarios. Si aciertas se presentarán nuevos objetivos, otros problema y así continuamente.

-¿y cómo sabes que has llegado a ser maestro? Preguntó Sofía

-No necesitarás volver a vivir, irás a otros planos de existencia

-¿hay rangos más elevados que el de maestro?-Preguntó Marvin

-Una gran cantidad de ellos, pero los desconocemos

Hubo una breve pausa y encallaron en una playa de arena muy suave, el egipcio generó una puerta delante suya, la abrió y se adentraron en la habitación de Marvin, donde vieron a su cuerpo reposar en la calma de la noche.

-Te toca volver al mundo físico, descansa y sigue tu camino compañero.

-¿nos volveremos a encontrar?

-No, quizás te encuentres con amigos míos, pero a mi no veras. Nos tenemos que ir, voy a acompañar a tu amiga a su casa.

Le dio la mano y volvió a hacer la broma de los dedos con el mismo susto que la primera vez

-Es increíble que hayas caído dos veces en la misma broma

Dijo Sofía riéndose, de seguido ellos dos desaparecieron en un haz de luz, Marvin reposó sobre su propio cuerpo y despertó.

CUENTOS DE OTRAS DIMENSIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora