EDWIN, El Habilidoso

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EDWIN, EL HABILIDOSO

EN NUESTRO MUNDO

El sol salía por Antequera, se respiraba una paz que pocos días hacía presencia, los animales se hacían notar con sus cantos sencillos, cantos que despertaron a Víctor aquella mañana. Entre estiramientos se puso en pie, se rascaba los ojos mientras caminaba hacia la cocina para desayunar. Mientras el desayuno se encontraba calentándose escribió a su amigo Felipe para dar una vuelta por la mañana. El otro joven aceptó, se verían a las 12:00 bajo el reloj de la plaza. Aun eran las diez, por lo cual le daría tiempo de sobra a Víctor para desayunar tranquilamente, ducharse, vestirse y leer un rato. El libro que estaba leyendo era Drácula de Bram Stocker, todo un clásico, con el que permaneció leyendo durante un largo período de tiempo.

Víctor echó mano a su teléfono para mirar la hora, eran las 11:45 cuando decidió levantarse del sofá y marcharse al encuentro con su amigo. No tenía mucho recorrido de su casa a la plaza, pero decidió aprovechar el tiempo reflexionando, pensando sobre la posibilidad de que seres vampíricos existieran en la realidad, reflexión que vio poco probable que existiera, ya que lo sobre natural no tenía cabida en nuestro mundo.

Felipe ya se encontraba bajo el reloj de la plaza del pueblo, esperando hasta que divisó a Víctor y fue a su encuentro.

-¿Te apetece que vayamos a Colmenar a tomar algo?- preguntó Felipe con picardía.

-Claro, una buena cerveza no nos va a venir nada mal, pero antes acompáñame al estanco para recargar el bono de transporte.

Los dos jóvenes se dirigieron al local, de allí salieron otros dos jóvenes que buscaban camorra siempre que Felipe y Víctor hacían aparición. Sus nombres eran: Pablo y Sergio, este último chocó adrede contra el hombro de Víctor.

-Aparta maricón- dijo Sergio.

Víctor contuvo su rabia, no le contestó, calló en aquél momento y juró para sus adentros un <<ojala te mueras hijo de puta>>tras esas palabras comenzaron a notarse numerosos temblores que pillaron desprevenidos a todas las personas que transcurrían la plaza, los perros ladraban, a los camareros se les caían las jarras de cristal contra el suelo y algunos de los presentes le empezó a invadir un extraño miedo.

En el mundo de bell-hal

Una risa malévola se alzaba entre los gruñidos de unos extraños seres llamados Dendromorfos, su aspecto era terrible, eran seres bastante pequeños, con cráneo que nos recordaría a un espinosaurio, alas de murciélago, piel verdosa y cuerpo bípedo muy semejante al humano por si no fuera porque estaban cubiertos de escamas.

La risa procedía del mago renegado a quien todos llaman por la tierra de Bell-Hal, Edwin, el habilidoso. Dicho mago pretendía huir de las fuerzas religiosas de su mundo, porque sus congéneres querían acusarle de terrorista, ya que escucharon que Edwin quería asesinar a la reina madre, por lo que pronto harían aparición en su cueva las fuerzas de la justicia. Pero Edwin no era imbécil, tenía un plan preparado, pretendía crear un ejército de Dendromorfos y huir hacia otro universo para allí esclavizar a la raza humana, que por lo que tenía averiguado dicho mago solo constaban con una población de 6.000 habitantes y que no poseían ejército alguno.

El mago esperó que todos los Dendromorfos salieran de los huevos que este había creado, cuando el ejército de seres espectrales estaba al completo Edwin, el habilidoso, entonó unas palabras de guerra.

-Hijos míos, hoy empezaremos una nueva vida en el otro lado- los Dendromorfos emitían gruñidos de satisfacción- calma, calma mis amados. Esto no será fácil, esos extraños humanos no se dejarán vencer tan fácilmente. Por lo cual, nada más abra el portal deberéis lanzar un ataque relámpago contra ellos, yo os cubriré las espaldas.

CUENTOS DE OTRAS DIMENSIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora