Capitulo 4 - parte dos

3.3K 258 474
                                    


Meteré tu opinión en una cuenta bancaria, a ver si me genera algún interés

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Meteré tu opinión en una cuenta bancaria, a ver si me genera algún interés.


— Hola preciosa. — Me susurra, un escalofrío recorrió mi espina dorsal, pero aun así había olvidado lo sexy que es. — Volví. — añadir casi sonriente. Algo me recorrió la espina dorsal dejándome enmudecida

Carajo. Volvió

<<Estoy anonadada. >>

¿Qué carajos de suponer que hare ahora?

<<Sorprendida. >>

Agh.

<<Asustada. >>

Intento sonreírle con nervio, y un entusiasmo jodidamente fingido

Tú reina o tú ruina pero siempre divina

Sin embargo

No puedo creer que me dejo sola, sin explicación, como una estúpida todo el verano

Sus ojos avellanas me miran de pies a cabeza

Esta igual, por fuera sigue siendo el, pero por dentro no sé qué carajos le pasa

— Él es... Jason Miller. — arrastro mis palabras, nerviosa in capaz de poder terminar

No, nerviosa no, cagada del susto

No puedo apartar la mirada de él, ni un solo segundo

—Su novio. —Termina por mí

Su voz ya no me suena dulce, ni firme. No me gusta un carajo de esto. Dios...

La voz se me quiebra

Las manos me tiemblan, y siento sudor correr por mi cuello

Sus ojos siguen mirándome fijamente, y me maldigo por no poder despegar la vista de ellos

Mi cerebro me grita: << Corre perra, corre. >> Sin embargo el suelo está llevándome al infierno, no puedo moverme, ni articular un solo paso

—Todo un placer Jason, he oído sobre ti. — Interrumpe Isabelle, y le agradezco mentalmente pues me sentí ida

El castaño le sonríe. — Isabelle entonces... — Le dice con una sonrisa lo bastante amistosa. Desvía la mirada de la rubia para situarla en Noah. A ti ya te conozco. — No puedo apartar la mirada de los dos. — Al parecer, si creía en Dios después de todo. — Le sonríe, pero yo siento el maldito momento más incómodo y tenso. — Noah Thompson... — Termina acercándose a él para darle un apretón de manos

¿Cuándo carajo me levante? Siento un calor del infierno, así que decido tomar la bebida

— Sí... — Le dice Noah. — Esta Dios, y luego están los Thompson

Entendí MintiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora