Noche 5

40 13 1
                                    

El mundo puede ser caprichoso a la hora de unir personas.
Estaba el hombre de las Estaciones un día inmerso en sueños de copos de nieve que no no vio que a su lado se sentaba una chica con alma de meteorito, esta le pidió fuego y el invierno en su cabeza se derritió hasta el olvido en un vistazo.
El mechero dio paso a las palabras y estas, con el tiempo, la  hicieron ayudarlo a sobrevivir en las ventiscas mas gelidas.
Mientras más su composición elemental desbordaba calidez en su vida, mas el se convencía de querer ser astronauta.

El Hombre de las EstacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora