Dieciocho

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—¡Es que no puedes estar comportándote de ese modo, Juan!- exclamé enojada - ¡Son mis amigos no mis pretendientes! Entiéndelo de una vez.
—Claro, amigos, esas miraditas que te lanzaban no eran de amigos Maggie ¿qué acaso no puedo tener una novia normal que tenga solo amigas?- soltó malhumorado, ouch, alcé las cejas indignada, en ese momento se dio cuenta de lo que dijo, por el cambio que tuvo su mirada -No Maggie no me refería a eso.
—Déjalo así, dijiste lo que dijiste, no puedo creer que estés siendo así de inmaduro Juan Pablo, me hablas cuando se te pase tu humor- sentencié y cerré la puerta de su departamento de un portazo y me fui a el mío, solté un gruñido de desesperación y me quedé ahí sentada recargada en la puerta de mi departamento.
Les explico, el día de hoy planeé una videollamada para presentarle a algunos de mis amigos de mi ciudad natal, el problema fue que eran puros amigOs y Villa se comportó muy grosero y cortante, tanto conmigo como con ellos.

—¿Quiénes estaban?- preguntó Adri comiendo quién sabe qué.
—Raúl, Fernando, Jorge y Leo- murmuré
—Bueno es que Leo puede llegar a ser muy coqueto, nosotros sabemos que es broma pero Villa no- explicó comiendo otro pedazo de lo que parecía era espagueti.
—Okay te la paso, pero ¿qué con los demás? Le dejé bien en claro que solo eran amistades- solté enojada.
—Lo sé Mannie, pero es Villa, es algo explosivo y celoso y lo sabemos, estás en lo correcto de estar enojada pero que no te arruine el día ¿si? No vale la pena.
—Lo sé, creo que iré a pintar un rato o algo-suspiré y me levanté del suelo, iba hacía mi habitación que ya era mas mi estudio que nada, puesto que prácticamente vivía con Villa, cuando me llegó una llamada.

—¿Hola?- respondí
—Hola cuñadita, nada más para preguntarle si sabe algo de Villa, qué está de muy mal humor y no quiere grabar- dijo Isaza al otro lado de la línea.
—Tuvimos una discusión por sus ataques de celos- suspiré frustrada
–Uy, entonces será mejor que lo dejé un rato ¿usted está bien?- preguntó algo nervioso ya que sabía como se ponía Villa.
—Si Isa, no te preocupes solo un poco frustrada por sus actitudes- murmuré
—Si, papo puede llegar a ser algo impulsivo cuando se enoja, y dice cosas que no quiere, dale tiempo.
—Lo sé, igual también quería estar sola un rato, hablamos luego ¿va? ¿Le puedes decir a Dana que me hable en cuanto pueda? La extraño.
—Es mía ahora cuñadita- se burló divertido
—Ah no, yo llegué veinte años primero- reí
—Esta bien Maggie, hablamos luego.
—Chao.

Me puse audífonos y me dispuse a ordenar un poco ese lugar, le hacía falta, tendí la cama, acomodé las pinturas y lo que fuera para mantener a Villa fuera de mi mente en ese momento, incluso leí un rato y adelanté trabajos de la universidad, afortunadamente ya sólo hacía trabajos de una carrera y no de dos, agradecía haberme graduado, hice de todo ese día para no pensar en la situación de la mañana, pero debía admitir que extrañaba a Villa, sin embargo no me iba a disculpar yo, yo no había echo nada malo. Sin más que hacer decidí ponerme un cubrebocas y salir un rato a caminar simplemente.

Caminé sin rumbo por aquella ciudad hasta que noté que se había echo de noche, lo cuál me preocupó un poco porque ya no reconocía donde estaba, decidí enviarle mi ubicación a los chicos y a mis amigos incluyendo a Villa y llamarlos, primero intenté con Dana, Adri y Fer, ninguno contestó. Vaya amigos que tengo, Isa tampoco contestó, ni Martín ni Lau, Simón se encontraba en México entonces no era una opción, sin más que hacer me metí a una cafetería y llamé a Villa.

—Maggie yo- lo interrumpí
—Necesito que pases por mi- murmuré - te envié mi ubicación, estoy en una cafetería pero no se como regresar al edificio.
–Está bien voy para allá, oye crees que podamos- colgué, ordené un té de manzanilla para calmarme en lo que esperaba, mi ansiedad empezaba a hacerse presente en intenté hacer mis ejercicios de respiración en silencio sin molestar a nadie, poco tiempo después llegó Villa, sin decir nada subí al auto, pero no lo encendió lo cual me extrañó, y lo miré mal frunciendo el ceño.

—Lo siento- soltó sin más - hoy me comporté horrible contigo y con tus amigos, y quería disculparme, me ganaron los celos y sé que lo que hice y dije estuvo mal, espero puedas perdonarme.
—No es simplemente que te disculpes Juan, ¿qué caso tiene si cada vez que hable con un hombre que no sean Adri o los chicos te vas a poner así?- pregunté molesta - no estoy diciendo que esta mal que seas celoso, siente lo que tengas que sentir, pero no me chingues a mí si yo ni la culpa tengo mamon- se me salió lo mexicano, lo cual hizo que Villa sonriera levemente.
—Tienes razón mi niña, voy a trabajar en eso quiero ser la mejor persona para ti ¿si? Lo prometo- murmuró y titubeante tomó mi mano y dejó un beso en esta - ¿Estamos bien?
—Si amor, estamos bien- suspiré y me recargué en su hombro- pero discúlpate con mis amigos, no quiero que tengan una mala impresión de ti.
—Lo que tu digas amor- murmuró, después de un rato llegamos al departamento, me di una ducha y metí a lavar mi ropa, de nuevo, estamos en pandemia. Me puse un pantalón de pijama y una sudadera de Villa, observé un momento como Villa acariciaba y jugaba con Luna en el sillón de la sala, él siempre había querido tener una mascota, pero era alérgico a los perros, en el fondo siento que regalarme a Luna fue una excusa para tener un animalito en su vida, y no me quejo, los amo a los dos.

—¿En qué piensas mi vida?- dijo Villamil asomando su cabeza por encima del sillón al igual que Luna, reí al ver la escena, se veían tan tiernos
—En que los amo tanto- respondí dirigiéndome a la cocina para preparar la cena.
—No no, esta vez me toca a mí- sentenció Villa siguiéndome a la cocina
—¿A qué te refieres?-pregunté extrañada
—Hoy voy a hacer la cena mi amor- dijo como niño emocionado lo cual me dio mucha ternura
—¿Estás seguro? ¿Recuerdas la última vez que intentaste cocinar?- pregunté yo, la última vez que Villa hizo algo en la cocina, lo dejaremos en que casi la quema.
—Si, he estado viendo una recetas de pasta todo el día, además ya me toca consentirte, anda ve al sillón y pon lo que quieras, yo de aquí veo- dijo corriéndome de la cocina mientras se ponía un mandil.
Lo observé sonriendo y fui hacía el sillón, me senté con Luna y puse Friends, la habíamos empezado a ver hace unos días y me estaba encantando.
—Y esa es otra de las razones por las que me casaré contigo- dijo emocionado apuntando a la televisión al ver que fue lo que puse.
—Acepto si me lo pides mas bonito- reí y continué viendo el programa, poco después cenamos la pasta que preparó Villa que de hecho le había quedado muy bien mientras veíamos la serie, después de unos capítulos el sueño nos venció y nos quedamos dormidos en aquél sillón, sabíamos que el dolor de espalda nos ganaría al siguiente día, pero no importaba, éramos felices ahí dormidos y sobretodo juntos.

Golden (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora