Diecisiete

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Maggie
Desperté, ya que sentí como Villa se movía y me pegaba más a él, mi novio seguía dormido y se le veía algo incómodo, ya que no tenía almohada, puesto que Luna se la había ganado y dormía tranquilamente en ella, era una escena chistosa y al mismo tiempo que me llenaba de amor, me quedé un rato observando a mi novio y cada uno de sus rasgos.

—Te amo, gracias por llegar a mi vida- susurré despacio y bajito para no despertarlo, realmente lo hacía, lo amaba como nunca había amado a nadie, amo hasta esas pequeñas cosas que llamaba defectos, para mí eran perfectos.
—Yo le tengo que agradecer a usted por su idea loca de venirse a otro país- murmuró Villa con su voz ronca y somnolienta, pegándome más a él, sus ojitos apenas se estaban abriendo mientras se acostumbraban a la luz -Buenos días mi vida.
—Buenos días mi niño- sonreí -¿dormiste bien?
—Un poco mal- confesó recostándose encima de mi y recargando su cabeza en mi pecho, me tenía atrapada- alguien me robó mi almohada.
—Si lo noté- reí viendo a Luna -pero si ella tiene su cama, no entiendo porque prefiere tu almohada.
–Déjala amor, así estoy más cómodo- dijo con los ojos cerrados.
—Pero yo no soy tu almohada- susurré acariciando su cabello.
—Ahora lo eres- sentenció
—Villa tenemos que desayunar- reí enternecida
—Solo un rato más amor- susurró quedándose dormido.
—Esta bien mi niño, un ratito más- murmuré dejando un beso en su cabeza, y nos quedamos dormidos otra vez por un largo rato hasta que se hicieron las doce, desayunamos algo tarde pero no nos importó mucho pues era cuarentena. Al despertar, noté que Villa ya no estaba conmigo, así que fui a buscarlo, lo encontré en el estudio de su departamento, estaba algo más alejado para evitar el ruido, estaba tocando su guitarra con unos audífonos puestos, tocaba una melodía que reconocía como Bajo la Mesa, la canción que me había dedicado hace ya un tiempo, me acerqué cuidadosamente a él sin hacer ningún ruido y rodeé su cuello y pecho con mis brazos, recargando mi cabeza en su hombro, haciendo que se exaltara un poco pero luego sentí como relajó su cuerpo.

—Buenos días mi niña- murmuró dejando un beso en mi mejilla -amor estoy en vivo en Instagram- rió apuntando a su teléfono
—Ay perdón no quería interrumpir- murmuré lo abracé un poquito más y le hice saber que iba a hacer el desayuno, me fui a la cocina y prendí mi celular, me empezaron a llegar miles de notificaciones, la mayoría de Instagram, me di cuenta de que eran fans de Villa y de los chicos en general, algunas decían cosas muy lindas agradeciéndome por hacerlo feliz y apoyando la relación, dando a entender que si su ídolo era feliz ellas también, por otro lado también me criticaban diciendo que no era suficiente, quién me creía para interrumpirlo mientras cantaba o simplemente odiándome.

Decidí no tomarles tanta importancia, les mandé un mensajito a las cuentas que se molestaron en mandarme uno a mi dándome la bienvenida al fandom y me dispuse a al fin hacer el desayuno.
—¿Cómo amaneció mi princesa?- murmuró mi novio abrazándome por la cintura mientras yo cocinaba
—Muy bien- mentí la verdad es que los comentarios si me habían afectado un poco -perdón por interrumpir hace rato, creí que solo estabas ensayando.
—No te preocupes, solo era para darles a los fans un adelanto de la canción- explicó - la sacaremos con Yatra y Pedro nos pidió darles pequeños adelantos.
—Entiendo- murmuré, no dejaba de pensar en aquellos comentarios, tal vez eran ciertos y no era suficiente para Villa
—¿Estás bien?- preguntó el colombiano mientras desayunábamos.
—Si, todo bien, no te preocupes- sonreí - iré a darme un baño- dije y sin más dejé un beso en su mejilla y me fui de aquella habitación.

Villa
Maggie había estado muy rara durante el día, en momentos se le pasaba y volvía a ser esa persona amable y linda de la cuál me enamoré, luego revisaba su celular y se quedaba callada y distante y no quería contarme el porqué, me frustraba verla así y quería ayudarla pero no sabía como, entonces decidí hablar con Adrián.

—¿Villa?- respondió confundido cuando aparecí en su puerta -Mannie no está aquí-
—Lo sé, está haciendo tarea, pero quería hablar contigo ¿puedo pasar?- pregunté un poco desesperado
—Claro, adelante- dijo haciéndose a un lado, me dio gel antibacterial y me quité el cubrebocas, nos sentamos en el sillón y empecé a explicarle la situación.
—Wey Mannie siempre ha sido de esas personas que les afecta la opinión de los demás, esto se fue desarrollando porque sus papás al tener una empresa tan grande dejaban a su familia al ojo público, a Mannie y a sus hermanos los criticaban hasta por respirar- explicó -aunque no quiera de alguna manera u otra le llega a afectar la opinión de los demás, dices que estuvo en tu live, entonces estuvo expuesta a fans, no digo que tus fans sean malos o malas pero, en todos lados hay personas que por celos o simplemente odio critican a la gente, en este caso a la novia de un famoso.
—Entiendo- murmuré -tiene sentido, se le pasaba un momento y veía su teléfono y se ponía mal otra vez- suspiré frustrado
—Villa nada de esto es tu culpa, sólo habla con ella, hazle saber que ella no es lo que esas personas dicen, y habla con tus fans o esto nunca acabará, y no quiero que mi mejor amiga esté sufriendo por gente que no vale la pena, ya ha pasado por mucho- murmuró y asentí entendiendo, sorprendentemente Adrián y yo nos llevábamos bien, ambos amábamos a Maggie y queríamos lo mejor para ella, él y sus amigas eran la única familia que le quedaba aquí, entendía porque la cuidaban tanto, nos quedamos hablando un rato para luego despedirnos y regresar a mi departamento, fui a la habitación que ahora compartía con Maggie, cuando la encontré con lágrimas en los ojos leyendo algo en su teléfono, me rompía el corazón verla así.

—Hey, ven aquí, no llores mi niña- murmuré sentándome en la cama a lado de ella envolviéndola en un abrazo
—Ay lo siento, sé que no debería dejar que estás cosas me afecten, perdón- murmuró sollozando mientras intentaba quitarse las lagrimas de sus ojos.
—Está bien, es válido que te afecten estás cosas- dije dejando un beso en su cabeza mientras la acariciaba -pero no voy a permitir que te sigan haciendo daño, ahora vuelvo- quité sus lágrimas con mi pulgar dedicándole una sonrisa amorosa haciéndole entender que todo iba a estar bien.

Me moví a otra habitación pues grabaría unas historias desde la cuenta de Morat y no quería exponer a Maggie aún más.
—¿Qué tal todos? Aquí Villa de Morat, el motivo de estas historias además de agradecerles por siempre su amor y su apoyo, es para aclarar una situación que pasó esta mañana, como algunos sabrán esta mañana hice un live para mostrarles un pequeño adelanto de nuestra siguiente canción de la cuál aún no les puedo hablar mucho, pero al hacer este live también apareció por sorpresa mi novia Maggie pues vivo con ella, y era algo que quería mantener privado debido a esta exacta situación, a mi novia le han estado llegando muchos mensajes de odio tanto como de apoyo, a todas esas personas que de tomaron el tiempo de escribirle algo bonito a Maggie, quiero agradecerles porque amamos leer sus mensajes y el que se tomen el tiempo de darle uno de esos a la persona que amo es un sentimiento muy bonito, a todas las personas que le mandaron mensajes horribles, diciendo que no es suficiente para mí e incluso amenazas de muerte, quiero pedirles de favor que paren, es fácil ponerse a criticar cuando nadie los ve ni saben que son ustedes pero están dañando a un ser humano maravilloso que ni siquiera conocen ni les ha hecho nada y a una persona muy importante para mí, gracias por escuchar y nos vemos pronto que se vienen cosas cool- finalicé y publiqué las historias, volví con mi novia quien justo estaba viendo lo que dije y dejando de llorar poco a poco.

—No era necesario- susurró
—Claro que lo era mi niña, no mereces recibir esos mensajes tan horribles de personas que ni te conocen ni saben la personita tan hermosa que eres- expliqué abrazándola
—Gracias por siempre cuidarme Villa, no se que hice para merecerte pero te amo- murmuró escondiendo su cabeza en mi pecho
—Siempre voy a estar para cuidarte princesa, te amo más- susurré y tomé su mentón levantando su cabeza para dejar un suave beso en sus labios.

Golden (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora