Nueve

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Maggie
—Mira que bonita situación- dije sarcásticamente -te desapareces en la noche y no me queda mas que mandarte mensaje para decirte que estoy bien, pero ¿y tu? Nada, totalmente desaparecida, como si se mandara sola la niña, me tengo que enterar de terceros que te fuiste con Isaza- dije señalando a los chicos quiénes me miraban algo intimidados, no me importaba hacer una escena en aquella cabina, estaba enojada con mi mejor amiga-digo llegando a un país que no conocemos, esperaría que mi mejor amiga de desde hace más de veinte años me diga que esta bien, pero no, te valió verga, me tenías con el Jesús en la boca idiota-finalicé

—Bueno papo, ¿qué hizo? Que se le pegó lo dramático a Maggie- murmuró Isaza y solo lo fulminé con la mirada
—No, ella siempre es así- dijo Dana -escucha lo siento, mi teléfono se quedó sin batería e Isaza dijo que le avisaría a Villa, perdóname Maggie-
—Si son tal para cuál- le dijo Isaza a Villa sin interrumpir la conversación que tenía con mi amiga
—Te perdono si tomas mi turno para hacer la comida y cena- murmuré indignada, ella asintió rápidamente y la abracé como si nada, Dana sabía como me ponía, me conocía mejor que nadie y sabía cuanto amaba sus abrazos.

Martín y Simón llegaron un poco después, comenzaron a escribir y grabar las voces y los instrumentos, mientras yo hacía tarea y Dana les ayudaba, en poco tiempo terminé aquella tarea y decidí unirme a los chicos en lo que pudiera ayudarles.
—A ver Maggie, ¿qué opina usted?- dijo Isaza tomó su guitarra y entonó una parte de su canción "No termino" que aún estaban terminando
Si yo tan solo hubiera actuado a tiempo
No tendría que escuchar mas rumores de donde te escondes
Hasta ahí llevamos de esa parte- dijo Villa
—Que tal algo como, a ver - dije tomando una guitarra -Tu no estarías volando con el viento, oh, ni yo solo en un trance y jugando a inventarme tu nombre- canté, en las mismas notas que Isaza, quién se había puesto a escribir lo que había cantado -y luego vuelven a poner lo de Nunca te pude hablar, nunca te pude hablar-
Vaya, si que estas llena de sorpresas Mag- rió Martín
—Es mi pequeña caja de sorpresas- susurró Vila dejando un pequeño beso en mi mejilla
—Ya papo deje las cursilerías que Isaza nos va a tener aquí hasta que acabemos- dijo Simón quién estaba dentro de la cabina grabando las partes del bajo.
—Solo lo dice porque no esta Nath- murmuró Martín
—Escuché eso- dijo Simón nuevamente y todos reímos, estos pequeños momentos eran los que atesoraba puesto que los chicos se irían en unas semanas y eso me ponía triste pero al mismo tiempo estaba bien, estaban cumpliendo su sueño y eso me ponía feliz.
Pasaron las horas y se hicieron las diez cuando Isaza declaró que habíamos terminado por hoy, Dana se encontraba dormida en un sillón, Martín jugaba cartas en el piso con Simón y Villa e Isaza seguían grabando las partes de las voces hasta ese momento, de repente me llegó una llamada inesperada que hizo que Dana despertara de su sueño y que un escalofrío recorriera mi espalda causándome un nudo en la garganta y un miedo terrible.

—Ah, disculpen- dije saliendo de aquella habitación, me alejé un poco de allí para que no escucharan la conversación, suspiré y conteste -¿hola?
—¡Hija! Nos tenías tan preocupados, ¿cómo se te ocurre irte a Colombia sin avisar?- dijo mi mamá por la otra línea
—Mamá llevó aquí casi un mes, creo que si hubieran estado preocupados, hubieran llamado antes o mandado mensaje como Beto y Mari- murmuré, hablar con mi mamá me ponía nerviosa y sentía como la ansiedad invadía mis pensamientos y se apoderaba de mí
—Bueno hija, sabes que tu padre y yo estamos ocupados, pero no importa volverás en el primer vuelo mañana- okay aquí iba.
—No
—¿A qué te refieres con no?- Casi podía ver como mi madre fruncía el ceño del otro lado de la línea
—No voy a volver mamá, soy feliz aquí, y yo se que no lo entienden ni tú ni papá, así que les pido de favor que se abstengan de llamarme o intentar contactarse conmigo hasta que entiendan- colgué rápidamente y empecé a sentir como me faltaba el aire y empezaba a llorar, vi de reojo como Dana salía por una puerta e iba hacía mí con rapidez

—¿Quién te llamó?- preguntó mientras se sentaba a lado mío, sin darme cuenta ya me encontraba sentada en el piso, abrazando mis piernas
—Ma..mamá- tartamudeé
—Okay Mags, necesito que respires conmigo ¿si? Como lo practicamos- dijo poniéndose enfrente mío y haciendo respiraciones, como pude la seguí y poco a poco sentía como entraba aire a mis pulmones e intentaba calmarme, después de media hora ya estaba algo mejor.
—Quieren que vuelva- murmuré dejando de llorar.
—No lo harás ¿verdad?- dijo mi amiga
—No, me gusta estar aquí-
—Entonces aquí nos quedamos- dijo reposando su cabeza en mi hombro
—¿Nos?- pregunté divertida
—Ya sabes que a donde tu vayas yo voy tonta-rió
—Lo sé, gracias por esto Dan- murmuré y ambas nos levantamos
—No hay de que Maggie, ahora vamos, que a Villa casi le da un infarto cuando no regresaste, le dije que yo hablaría contigo, pero no se como esté ahora.

Entramos al estudio y los chicos ya tenían todo guardado listos para irse, Villa volteó en cuanto la puerta se abrió y sus ojos se encontraron con los míos, se acercó a mi con una mirada de preocupación al ver mis ojos hinchados y rojos, me tomó por los brazos preocupado
—¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Quién era?-preguntó rápidamente examinándome, creo que era hora de contarlo.
—Estoy bien, no quiero hablar de eso, me dio un ataque de ansiedad, sufro de ansiedad y depresión desde los diez años, y a veces me dan ataques cuando me pongo muy nerviosa-expliqué, los chicos, no solo Villa escuchaban con atención, Dana procedió a explicarles que hacer en caso de que vuelva a pasar algo así, Villa solo me observaba con preocupación, con esa mirada que siempre quise evitar de todos, sé que no lo hacía con mala intención.

—Bueno al menos ahora sabemos como ayudarte- dijo Simón -sabes que te queremos y que cuentas siempre con nosotros Maggie.
—Gracias chicos, en serio, ya estoy mejor, ahora vámonos antes de que se haga mas tarde de lo que ya es- sonreí, mi mirada se dirigió a Villa y solo me veía con esa preocupación, como si me fuera a romper y quisiera evitarlo a toda costa.
Tomé su mano mientras salíamos y los chicos hablaban y la apreté un poco lo que hizo que volteara a verme y le di una mirada asegurándole que todo estaba bien, me sonrió un poco y volvió a su silencio inicial. Me despedí de los chicos e Isaza nos llevó a Dana y a mí al departamento, hablé un rato con Fer y Adri y me fui a dormir, supuse que Dana les contaría lo qué pasó, ellos cuatro eran de las pocas personas que no eran de mi familia que sabían de mi "enfermedad" y ahora los chicos, no pude evitar pensar en la mirada de Villa y en lo distante que se comportó desde entonces, era exactamente eso lo que quería evitar, pero el daño estaba hecho, me tocaba lidiar con eso...

Golden (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora