Treinta

74 8 1
                                    

Todos empezamos a gritar y celebrar eufóricos mientras Adri abrazaba fuertemente a su ahora prometida, había dicho que si, y eso había hecho que todo valiera la pena.

—Ay amigos felicidades- dije abrazando a cada uno de la feliz pareja
—Gracias Maggie, por todo, me consta que sin ti no hubiera sido posible todo esto- rió Fernanda
—Tal vez si tuve algo que ver- murmuré bromeando
— A ver a ver es mi turno, yo los conocí primero que ustedes- dijo Dana haciéndose paso entre los muchachos, nos tomamos una foto los cuatro y luego todos juntos, los chicos cantaron un par de canciones más y todos nos dispusimos a comer, moríamos de hambre.

—Y luego vomitó en mis zapatos- dijo Adrián riendo
—Uy y ahí supiste que era la correcta- bromeó Martín
—Bueno para ser justos ¿quién lleva a su primera cita a una peda? Especialmente cuando sabes como me pongo- se justificó Fernanda
—Nathalia lo hizo- dijo Simón divertido -me llevó a la fiesta de un amigo suyo y se puso bastante mal.
—Bueno pero a Nath la cuidó su hermano, a mí me tocó cuidarla porque ellas dos me dejaron solo y salieron de la ciudad- dijo Adri indignado -igual fue lindo, creo que vi un lado de ella que no muy seguido se hacía presente, estuvimos hablando toda la noche hasta que cayó dormida.
—De nada- murmuré riendo ganándome que Adri me mirara mal —¿Qué? ¿Me vas a decir que no te ayudé en todo el colegio a conquistarla?
—Bueno pero igual yo te ayudé con Villamil- dijo mi mejor amigo intentando justificarse
—No meta a mi novio en esto que a ese yo me lo conseguí solita- sonreí victoriosa, dejando un beso en la mejilla del antes mencionado y recargando mi cabeza en su cuello, como un instinto Villamil me atrajo más a él sonriendo.
—Ya, ya no coman pan frente a los pobres- dijo Raúl haciéndose el ofendido
—Perro es que yo creo que a usted si le hicieron un amarre- bromeó Isaza
—Bueno al menos ella no lo correteó con un auto ¿verdad Villamil?- murmuró Laura tomándole un trago a su vino provocando una risa de parte de su pareja y demás amigos.
—No la correteé, solo no quería que se fuera a pie a su casa y menos con esa impresión mía- se justificó Juan Pablo
—Creo que más bien Maggie fue la amarrada- rió Raúl
—Bueno ¿y tú qué wey? Hace rato que no vemos que traigas ninguna novia ni nada- preguntó Adri y era cierto la mayor parte del tiempo que hemos conocido a Raúl ha sido soltero
—Bueno es que con este trabajo es difícil, tuve suerte de que me dejaran salir temprano hoy, y ya saben como es Leo cuando tengo novia o algo- murmuró cansado y los que sabíamos rodamos los ojos algo hartos de ese comporto infantil de Leonardo
—¿Cómo es?- murmuró Simón
—Hace todo lo posible para "seducir" a las mujeres que están con Raúl, algunas caen, otras no pero se cansan de esas actitudes y eventualmente se van- expliqué irritada
—Pri eso no esta para nada bien- comentó Martín
—No puedo hacer nada Marto, es mi hermano- murmuró Raúl
—Es tu hermano, no tu hijo para que lo estés cuidando y aguantando sus cagadas Raulito, tiene que hacer el de su vida y dejarte vivir la tuya- dijo Dana
—Al menos intenta hablar con él, mereces ser feliz, y no es justo que tu propio hermano lo impida- murmuré volviendo a recargar mi cabeza sobre Villa, quién tomó mi mano intentando calmarme, era estresante y triste la situación de Raúl, su propio hermano lo saboteaba.
—Lo haré chicos, veré que hago- suspiró.

Seguimos hablando y comiendo un rato hasta que se hicieron las dos de la mañana, cada quién se fue a su debido hogar pues no estaba nadie al punto de estar borracho, excepto claro Villamil, a quién Isaza le tuvo que ayudar a ir a nuestro departamento.
—¿Sabes? Somos muy bonita pareja- murmuró arrastrando las palabras mientras entrábamos al depa.
—Lo sé amor- reí
—Deberíamos casarnos- exclamó emocionado -deberíamos casarnos y tener muchos muchos hijos, y gatos, muchos gatos, yo no era fan de los gatos, tu me hiciste fan de los gatos.
— ¿Ah si?- murmuré guiándolo a la cama.
—Aja- asintió victorioso mientras le quitaba la camisa- ¡Ya sé! deberíamos casarnos en mi cumpleaños.
— Es demasiado pronto Juan- reí mientras cuidadosamente le quitaba la ropa de vestir y le ponía la pijama.
—Nunca es demasiado pronto ¡quiero casarme contigo!- dijo decidido para luego soltar un bostezo
—Vaya manera de proponerme matrimonio- bromeé dejando un bote de basura a lado de la cama por si acaso vomitaba, me puse la pijama yo, y me quité el maquillaje que tenía, cuando volví a la habitación, Juan ya se encontraba dormido, solté una pequeña risita y me metí entre las cobijas, y sentí como sus brazos me rodearon, dejé un pequeño beso en su nariz y me dispuse a dormir.
—Te amo- susurró en mi oído haciéndome sonreír
—Te amo más, eres un tierno cuando estas borracho- murmuré sonriendo para luego caer dormida.

Villa
Desperté con un dolor de cabeza horrible, todavía ni siquiera salió el sol, unos pequeños rayos de la luna se colaban por la ventana alumbrando el rostro de mi novia, quién dormía plácidamente con el cabello hecho un desastre, si algo disfrutaba Maggie más que pintar era dormir. Me levanté con cuidado de no levantarla y fui a tomarme una pastilla y un vaso de agua, me encontraba en la cocina, mirando simplemente a la nada y pensando en todo cuando un teléfono vibró, era el de Maggie, intenté no hacerle caso pero sonó una, dos, tres, cuatro veces seguidas, no me contuve más y mire las notificaciones.

Leo
Te extraño.
Por favor Maggie
Hay q hablarr
No me ignores
O se enoja tu noviecito ese?

Revisé el resto de la conversación y me di cuenta que tenía mensajes similares del mismo hijoeputa, me aliviaba que Maggie no los contestara, ni siquiera los veía, pero no podía evitar que ese idiota me clavara cierta duda o inseguridad, no de Maggie, sino de él, era considerablemente más atractivo que yo, definitivamente con un cuerpo mejor trabajado y no lo conocía muy bien pero seguramente también mejor persona, nada le impedía quitarme a la persona que más amo en este mundo y eso me molestaba y mas que nada me aterraba, con mil y un pensamientos y sentimientos encontrados me acosté de nuevo a lado de mi novia y la abracé fuertemente.
—No te vayas nunca por favor- susurré y planteé un beso en su cabeza, sabía que no me había escuchado, Maggie no despertaba ni con un terremoto pero me quitaba una carga decirlo, poco a poco el sueño se apoderó de mí y volví a dormir.

Me tomaré un poco de tiempo para escribir, entré a la escuela y me consume. Les pido paciencia.
-Autora

Golden (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora