Cap. 2 -. Destino

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Frente a aquel chico que por muchos años estuvo a su lado sin importar nada Jan Di por fin se da cuenta de que hasta los sentimientos más fuertes pueden cambiar frente a un amor tan puro cómo el suyo y comienza a entender que tal vez nunca dejo de quererlo, que ese amor que sintió hace tiempo por él solo se escondió en lo más profundo de su ser, ella lo observa llena de ternura y sube sus dedos para tocar su rostro y acariciarlo suavemente, sus mejillas inmediatamente al sentir el calor de su tacto le hacen sonrojar haciéndola esbozar una leve sonrisa, jamás se había imaginado que algún día aquel amor que juro sería para siempre terminaría y en su lugar renacería ese bello sentimiento que le mostró por primera vez lo que es amar a una persona y hoy agradece que sea él quien ocupe el lugar vacío que alguien más dejo.

-. ¿Que piensas? -pregunta Ji Hoo tomando sus manos suavemente.

-. Mmm en cosas... -responde ella sonriendo divertida. -en como las cosas cambian tan de repente, en como puedes dar por sentado muchas cosas que de un momento a otro cambian.

-. ¿Lo dices por él? -cuestiona algo contrariado.

-. Si, pero... Lo pienso en el mejor sentido, si no fuera porque él se alejo ahora no estaríamos aquí, juntos, iniciando una nueva historia. -susurra acercando sus manos a las de Ji Hoo.

-. ¿Lo extrañas? -pregunto con semblante intranquilo.

-. Lo extrañe mucho tiempo... Ahora solo es un grato recuerdo, en este momento solo te quiero a ti. -responde con toda la sinceridad del mundo, notando como Ji Hoo se relaja ante sus palabras.

-. Bueno señorita, es hora de irnos o llegarás tarde a tu graduación y eso no esta bien. -le dice sonriendo mientras la toma de la mano fuertemente regalandole una calida sonrisa.

Todo pasa tan rápido que Jan Di no lo puede creer, ahora es una doctora, trabaja en un hospital y aunque las cosas siguen cambiando no se preocupa pues sabe que todo cambio siempre es para mejorar.

-. Hola, ¿Cómo te fue hoy? -pregunta Ji Hoo mientras le abre la puerta del auto con emoción.

-. Bien, aunque estoy exhausta y hambrienta. -sonrie haciendo un divertido puchero.

-. Bueno en ese caso vamos a comer, no puedo dejar esto así, debo cuidar a mi chica.

Los días siguen pasando y todo va mejorando, aunque muchas cosas que pasan se salen de sus manos, ciertos momentos son incomprensibles... a la sala de pediatría ha llegado un pequeño de apenas 6 años, con fracturas internas y al verlo Jan Di sabe de inmediato que ya nada es posible hacer, ve a sus padres totalmente desesperados porque les diga que estará bien pero no puede mentir, es doloroso dar malas noticias pero decirles esto le ah roto el corazón, verles así de destrozados no la deja siquiera respirar, sale del hospital y camina por el jardín buscando un poco de consuelo, sintiendo una gran impotencia dentro de si por no haber podido hacer más, sus lágrimas bajan por sus mejillas, de pronto siente el calor de un par de brazos que la sostienen, que la abrazan y por el aroma sabe de quién se trata, voltea y se acurruca entre su pecho y llora buscando desahogo a su tristeza.

-. Tranquila... No podías haber hecho nada, tranquila. -Ji Hoo pronuncia bajo, casi inaudible, mientras palmea su espalda con calma buscando darle alivio.

-. Nunca es fácil... Y hoy no fue la excepción, no pude ni siquiera mirarlos a la cara cuando les di la noticia y me sentí tan impotente y tan insignificante ante su dolor. -susurra con pesar en sus palabras.

-. Ji Hoo suelta un largo suspiro y continua...-es parte de lo que hacemos, es parte de quienes somos ahora, todo es parte de la vida que escogimos, pero piensa que siempre puedes hacer las cosas mejor, que haces tú mayor esfuerzo pero son cosas que se salen de nuestro control, en ese punto ya no somos nosotros quienes podemos ayudar. -sus palabras la reconfortan.

-. Se separa de él y limpia su rostro con el dorso de su mano pálida. -gracias, siempre estás aquí y en momentos como estos es cuando más le agradezco a la vida que estemos juntos pero ¿Cómo supiste que estaba aquí? -pregunta con una tenue sonrisa que apenas y se asoma en sus labios rosas.

-. Fui al pabellón infantil y una de las enfermeras me contó lo que pasó, así que te busque... algo en mi sabía que te encontraría aquí. -Ji Hoo la conoce mejor que ella misma.

-. Gracias... -dice dándole un último abrazó para después despedirse más tranquila. -Tengo que irme pero te veré al salir de mi turno ¿si? -finaliza plantando un beso en su mejilla.

-. Si necesitas algo solo búscame, te amo... adiós nena. -finaliza para después girar sobre sus talones y alejarse.

Ji Hoo se aleja y Jan Di se siente tan afortunada por tenerlo a su lado, su sola presencia provoca que todos sus temores se alejen y eso no tiene comparación, cada día que pasa ella se da cuenta de lo mucho que lo va amando poco a poco, ahora sabe que no podría alejarse de él y que pase lo que pase siempre estarán el uno para el otro, sonrie internamente por todas esas emociones causadas por él, regresa al pabellón y se acerco con miedo y delicadeza a la familia que se encuentra destrozada, plática con ellos y sabe que aunque están pasando un duro momento puede sentirse tranquila porque ellos saben que lucho para que el resultado fuera diferente pero fue algo que se salió de sus manos.

El día pareció eterno y agradecio que su turno acabará, se dirijo a urgencias que es donde Ji Hoo trabaja, muere de hambre y de sueño, fue una larga jornada.

-. ¿Aún no sales? -pregunto a su chico en bata blanca.

-. Él suelta un suspiro. -creo que hoy tendrás que irte sola a casa cariño, uno de los médicos se reporto enfermo y el director me pidió que lo cubriera, estamos muy atareados y no puede haber un puesto vacío, por favor perdóname ¿Si?.

-. No te preocupes, pero esto te costará eh. -sonrie maliciosa.

-. Lo que tú quieras, solo dilo y lo tendrás. -promete mientras le deja un dulce beso en la frente.

-. Cuando llegues a casa te lo diré, dame tiempo para pensarlo, debo aprovechar bien está oportunidad. -amenaza coqueta entrecerrando los ojos con una sonrisa maliciosa.

-. Ji Hoo sonríe -eres única. Te amo, me avisas cuando llegues a tu casa. -suplica con preocupación.

-. Claro, nos vemos mas tarde entonces, te amo cariño. -Jan Di se despide con un corto beso en los labios tan tierno y tan dulce que Ji Hoo no puede evitar sonrojarse

Al llegar a casa deja sus cosas, se quita los zapatos y se coloca sus pantuflas, camina a su cuarto para cambiarse de ropa, enciende el televisor y se preparo una rápida sopa caliente para matar el hambre, al terminar lava los platos y se recuesta en el sofá, pronto el sueño la vence.

El sonido insesante y desesperado del timbre la despierta de repente, frunce el seño con el rostro aún adormecido toma su móvil y mira la hora... son las siete de la noche, ¿Quien podrá ser? -se pregunta al tiempo que se levanta y camina pensando que tal vez pueda ser Ji Hoo y con esa idea en la mente camina con prisa dispuesta a abrir rápidamente con una sonrisa enorme que se desvanece apenas ve de quién se trata en realidad, su corazón se detiene y sus piernas comienzan a temblar, quiere desmayarse pero solo se queda inmóvil aún sin poder creer lo que esta viendo.

-. Hola Jandi...

-. ¿Jun Pio...?

Love UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora