Cap. 12 -. Muchas cosas pasan

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Después de los acontecimientos previos parecía que las cosas al fin tomaban su lugar nuevamente, todos los mal entendidos que existian entre este par de enamorados estaban siendo aclarados... todos excepto uno... Jan Di había regresado a trabajar y entre ella y Ji Hoo las cosas parecían ir mejor que nunca, aunque... como mencione antes había algo que Jan Di le había estado ocultando a Ji Hoo por temor, había guardado en secreto la visita de Jun Pyo y la promesa de intentar darle la oportunidad de ser amigos nuevamente, estaba completamente segura de que la reacción de Ji Hoo no sería la mejor pero con cada día que pasaba su angustia crecia más y más y se estaba volviendo demaciado difícil e incómodo tener que ocultar algo cuando ella misma era partidaria de la verdad y aunque Ji Hoo se habia dado cuenta de que algo la estaba molestando decidio no presionarla con respecto a nada, queria esperar y ser paciente para que asi a su tiempo fuese ella quien decidiera ir a su lado y decirle aquello que la tenia tan distraida.

Ese mismo día después de meditarlo por mucho tiempo y de sopesar las consecuencias al fin decidió decir la verdad, ya era imposible seguir sosteniendo una cara sonriente cuando por dentro solo quería gritar. esa noche cuando Ji Hoo llegó del hospital la encontró entre la oscuridad sentada en el balcón observando por la ventana solo con una taza de té sobre sus piernas, al escuchar el sonido de los pasos de aquel hombre que temia perder volteo la mirada entristecida y llena de pena, Ji Hoo se dió cuenta de inmediato e intuyo con pesar que algo estaba mal, dejo sus cosas en el sofá y se acercó a ella con lentitud temiendo lo peor preguntándose —. ¿Que fue lo que hice ahora? ¿acaso esta es la razon por la que ha estado distraida estos dias? ¿al fin me diría la verdad?—aunque sabía que no había faltado en nada y que incluso había cortado de tajo la relación con la doctora aún pensaba que probablemente la culpa era suya de aquello que tenía a Jan Di tan seria.

—. Se detuvo frente a ella y soltó un suspiro lleno de pesar, se sentó a su lado y temiendo la respuesta hizo la pregunta que debía. —¿Que sucede? —dijo nervioso.

Jan Di levantó la mirada y tomo aire, tomo la taza de té y la coloco sobre la mesita detrás de ella, volvió sus ojos hacia Ji Hoo y al notar su semblante preocupado tomo sus manos entre las suyas logrando así que él sintiera un poco de alivio. Ji Hoo levanto la mirada cristalizada por la preocupación que lo estaba matando, presiono aun con mas fuerza las manos de su chica intentando asi que no se alejara de él.

—. Debo... Decirte algo que... Eh estado ocultando por temor, pero... Que ya no puedo seguir guardando. —Jan Di soltó un suspiro y aclaro su garganta, se acercó un poco más a Ji Hoo y con la voz temblorosa al fin hablo... —cuando... —hizo una pequeña pausa. —...cuando estuve en casa de Ga Eul Jun Pyo fue a verme en una ocasión, yo... Estaba muy triste y salí a dar un paseo por la calle, llegue al parque cerca de ahí, me senté en uno de los columpios y de un momento a otro él llego, se sentó a un lado y comenzamos a hablar, dijimos muchas cosas y bueno... Para no hacer tan largo el cuento... Yo... Le prometí que intentaría ser su amiga, que podríamos hablar como antes pero que solo eso podía hacer por él... —Jan Di no quería mirar a los ojos a Ji Hoo pues temia ver en ellos una mirada de odio o de dolor así que solo se limito a bajar la mirada.

Ji Hoo sonrió con ternura y alivio, levantó su mentón y le dió un dulce beso en los labios, Jan Di no podía creer la reacción de Ji Hoo, lo estaba tomando con demaciada calma y no parecía real, obviamente la tranquilizo en gran medida pero aun persiste la duda ¿porque esa reaccion tan pacífica?.

—. Lo sabía... —dijo con ternura esbozando una media sonrisa.

—. ¿Cómo que lo sabías? —pregunto ella frunciendo el rostro en una mueca de desconcierto.

—. Hace unos días Jun Pyo fue a verme al hospital, al principio creí que buscaba problemas pero... Me sorprendí cuando me pidió perdon, me contó esto que tú me acabas de decir y me pidió lo mismo, al principio no le creí, pero después pude notar que hablaba con la verdad y bueno, lo cierto es que hemos sido amigos de años y puedo entender lo difícil que debe resultar para él el haberte perdido y aún más tener que renunciar a ti, yo... También le prometí que intentaría ser su amigo nuevamente.

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