Cap. 17 -. El destino

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Los días pasaban y Jan Di parecía muerta en vida, no sentía siquiera pasar el tiempo, no pensaba en nada más que en aquello que había perdido, instintivamente acariciaba su vientre sintiendo el vacío en el, aunque nunca supo que dentro había existido vida lo extrañaba y anhelaba como si siempre hubiera estado presente, todo parecía sombrío, el mundo había perdido su color y ella su alegría, Ji Hoo la visitaba todos los días pero ella se negaba a verlo, no podía siquiera mirar su rostro y no por falta de amor si no por falta de valor, en su corazón ella no lo seguía culpando más, ¿Cómo hacerlo si él tampoco supo que serían padres? Ella se negaba a verlo porque sentía que ya no era suficiente para él, se preguntaba cómo podría ahora darle la felicidad que él merecía si estaba vacía, ya no podría darle aquella familia que él siempre había anhelado, esa familia de la que hablaron muchas veces, esos planes que hicieron ahora eran solo eso "planes", las excusas que Ga Eul le daba a Ji Hoo simplemente lo dejaban aún más abatido, él se culpaba de lo que había sucedido y todas las noches se preguntaba cómo había permitido que las cosas cambiarán tanto de un momento a otro, no tenía cabeza para nada más, su mente viajaba solo con ella, quería verla, abrazarla y decirle que todo estaría bien, que su amor podía superar este desafío y cualquier otro... Pero ella no creía lo mismo.

La posibilidad de no poder ser madre era algo que ninguna mujer, por más fuerte que sea pudiera superar, la distancia comenzaba a ser cada vez más y más inquietante y dura, ella lo extrañaba con toda el alma y como cada noche rezaba para que su dolor disminuyera pero sea cual fuere su oración parecía que no funcionaba pues su corazón no dejaba de palpitar ni un minuto sin pensar en él, Ji Hoo miraba dubitativo el teléfono pensando y esperando tal vez que en algún momento sonara y fuera ella, él sabía dentro de su ser que sin importar nada correría a sus brazos, cada noche era la misma, parecía una película que se repetía sin sesar, una mala película que parecía jamás terminar...

-. ¿Cuando vas a dejar de autocompadecerte y hablaras con él? -pregunto Ga Eul mientras dejaba una bandeja de comida sobre la mesa.

-. Jan Di suelta un largo suspiro encogiéndose de hombros sin dejar de mirar por la ventana. -No tengo nada que decirle... -contesta volteando a ver a su amiga que mueve su cabeza de un lado a otro con decepción.

-. Siempre has sido fuerte, yo entiendo lo que sientes pero... -Jan Di la mira y frunce el entrecejo con molestia.

-. ¡No! No lo sabes... -levanta la voz molesta. -no sabes lo que es estar así... Vacía, saber lo que pudo ser... Y ya nunca podrá... ¿Que puedo ofrecerle a Ji Hoo? Dime -pregunta con la voz entrecortada. -...un vientre vacío, el no poder ser padre jamás, una mujer que ahora es media mujer... No, él no merece esto... Nadie lo merece. -murmura para si.

-. Ga Eul mira al suelo presionando sus labios, levanta la mirada y la observa con frialdad. -no eres media mujer, el hecho de que no puedas tener un hijo no significa que no tienes valor alguno, tu valor no radica en ser madre o no... Tu valor va más allá de eso, eres una doctora excelente, una amiga única, amas con todo el corazón y eres fiel a tus seres queridos, eres fuerte, poderosa y estás llena de vida y juventud, puedes hacer muchas más cosas que solo ser madre, ¿acaso crees que Ji Hoo te quería como incubadora? No... Él te amaba por ser quien eres y estoy segura que lo haría si hablaras con él y le confesaras tus temores, pero eres terca y testaruda y por ser así vas a terminar perdiendo al amor de tu vida y cuando eso pase y te des cuenta que la vida es más que ser madre ya lo habrás perdido. Pero allá tu... -Ga Eul sale de la habitación sin decir más.

Jan Di se queda pensando por un momento las duras pero certeras palabras de su amiga, en el fondo sabe que ella tiene razón pero su corazón parece puesto en huelga decidido a seguir adelante con sus intenciones, ella sola intenta sabotear su felicidad y es algo de lo que a duras penas se da cuenta.

Love UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora