𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟓

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Después de tantos días de espera, por fin, _ y Sebastian, pudieron tomar su avión a México.

La parejita estaba en un Jet privado  esperando a poder despegar rumbo al país latinoamericano. _ estaba muy emocionada, mirando la pista del aeropuerto desde las ventanas de aquel transporte tan lujoso, Sebastian miraba su celular, hablando con su asistente y pidiéndole que mantuviera vigilado a su padre y que no dejará que hiciera alguna locura..

Pero apenas terminó su llamada, una azafata les vino a avisar que iban a despegar y que debían acomodarse en sus asientos y ponerse los cinturones de seguridad. La castaña acato las órdenes rápidamente al igual que el rubio, ella se sentó junto a la ventana, él se sentó junto a ella y le miro con una pequeña sonrisa en su rostro, la castaña giro su cabeza y le miro, devolviéndole la sonrisa segundos después.

¿Es la primera vez que viajas en avión?

Preguntó la conejita, haciendo reír suavemente a su daddy.

Por supuesto que no bebé.. Pero imagino que en tu caso, si es la primera vez que viajas en un avión.. ¿O me equivoco?

El rubio levantó una de sus cejas y llevo su mano hasta la mejillas de su sumisa, acariciando su piel y admirando su belleza e inocencia.. Ella solo se encogió de hombros y acurrucó su rostro en la cálida palma de su daddy, a pesar de estar emocionada, tenía aquella pizca de miedo en su corazón.. ¿Y si algo sucedía? ¿Y si ocurría un accidente? No quería morir.. Por supuesto que no, ¿Quien querría tal cosa?

Espero que podamos llegar bien.. No quiero que ocurra ningún accidente.. Pensar en eso me da.. M-mied– Ah!

La castaña no pudo terminar de hablar, el avión empezó a moverse, haciendo que ella se sujetara de su asiento con fuerza, bajo la mirada divertida de su daddy, de verdad.. Ella era muy graciosa..

El ruso suspiro y tomó la mano de su bebé, recostándo su espalda en su asiento acolchado y cerrando sus ojos, _ lo vio y apretó la mano de su daddy, abrazando su brazo y aferrándose a él, ¿Por qué tenía miedo ahora? Antes estaba emocionada.. ¿Que había sucedido? ¿A dónde se había ido esa emoción? Era confuso.. Pero a la vez, fascinante.

Cuando estuvieron en el aire, la conejita soltó el brazo de su daddy y acercó su rostro a la ventanilla, viendo cómo lentamente se empezaban a elevar más y más, hasta estar en las nubes.. Soltó la mano de Sebastian y se quedó mirando aquel cielo azul que empezaba a cambiar su color a un naranja.. Serían al menos 4 horas de viaje.. Pero podría quedarse todo ese tiempo viendo el cielo.. Las nubes..

Después de unos minutos, una azafata llegó con un carrito que traía bebidas y bocadillos, tenía una sonrisa en el rostro y elevaba su pecho, mostrando su escote, posiblemente para llamar la atención del ruso.. Y _ no pasó por alto esto, apenas sintió la presencia de la mujer, se le quedó mirando, además de que aquella acción le hizo hervir la sangre, ¿Cómo se atrevía a siquiera posar sus sucios ojos en SU Sebastian?
La castaña tomo el brazo de su daddy y beso su mejilla, en un acto totalmente posesivo y celoso, la mujer suspiro y por fin, empezó a hacer su trabajo, mientras qué el rubio, sorprendido, le sonrió a la mujer y acarició el hombro de su pequeña bebé celosa..

...

Las horas pasaron rápido.. Realmente rápido.. _ y Sebastian no hicieron nada interesante, solo jugar..

Cuando el avión aterrizó y por fin pudieron bajar, _ bajo corriendo las escaleras, Mientras que Sebastian las bajo con toda la calma del mundo..

Daddy! Apresúrate!!

Grito la castaña muy emocionada, haciendo fruncir el ceño a Sebastian, podía entender su emoción.. Más no le gustaba que le gritasen..
Cuando estuvo por fin al lado de ella, acarició su cabello con sus largos dedos.. Y los fue bajando por su mejilla.. Su hombro.. Su brazo.. Y terminó llegando a su mano, la cual tomo y apretó con fuerza.

𝑶𝒉 𝑫𝒂𝒅𝒅𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora