Epilogo

5.3K 508 29
                                    

— Se lo tienes que decir. 

Miré a la recién llegada. Storm abrió la puerta de mi casa y habló sin más. Ella se sacaba la bufanda y la colgaba en el perchero junto a la puerta, quería preguntarle de que hablaba, pero era estúpido mentirle a mi cuñada, que era el oráculo de la manada.

— Quiero esperar un poco más, ya sabes, estar segura.

Storm simplemente bufó y se sentó frente a mí en el sofá de la sala. Le ofrecí algo caliente de beber, venia del exterior donde había una helada impresionante y me tomé mi tiempo en hacer un té para mí y un café para ella.

Cuando se lo entregue, volví a mi lugar en el sofá que estaba.

— Rex esta muy ocupado con el traspaso del mando. 

Sabía que era una excusa idiota, pero estaba juntando valor y camuflando mi nuevo aroma de mi compañero.

— Mi hermano es un idiota, es verdad. — Dijo tranquila — Pero cuando se enteré, va a estar muy feliz.

— No lo sé. — Suspire y le di un sorbo a mi bebida — ¿Y si no lo quiere?

Ella se rió de algo que podría generarle gracia, pero a mi me daba pánico.

— No sé como haces para tapar tu aroma, pero esta casa apesta a vainilla y comida.

Era mi turno de reír. Trataba de que siempre hubiera algo horneándose para que la casa constantemente oliera a comida. Mis productos de higiene también eran con nuevos aromas, un poco más fuertes, y las compresas perfumadas ayudaban muchísimo a que la sensible nariz de mi marido no percibiera el cambio.

— En esta casa se come muchísimo. Siempre hay algún ejecutor dando vueltas, y sabes lo difícil que es mantener un montón de estómagos lupinos contentos.

Storm dejó su taza en la pequeña mesilla entre nosotras y volvió a verme, sentí que me analizaba, ese debía ser un rasgo familiar porque absolutamente todos los Kurt tenían esa habilidad. Ponerme los pelos de punta con solo una mirada.

— Cuando el traspaso se haya realizado, le voy a decir. — Ella me miró e iba a decir algo, pero la corte — Lo juro.

— Te creo, porque también lo sé.— Dijo mi cuñada — Pero esta noticia será de gran valor para toda la manada.

Sabía que ella tenía razón, pero estaba muy asustada. 

Estos últimos dos meses, después del incidente con Daniel y mi lenta recuperación, había sido los más felices mi vida. Rex era atento y amoroso siempre, pero el traspaso del mando es algo que lo preocupaba mucho.

Quería estar al nivel de la expectativa. Rafael había hecho un excelente trabajo, y si bien todos sabía que su hijo sería igual, él no podia dejar de pensar que la gente de su propio pueblo necesitaba más.

Rex era un lider nato. De eso no quedaba ni una sola duda. Pero tambien era perfeccionista y detallista. No quería que nada estuviese fuera de lugar, y estaba muy ocupado y estresado estos días.

Llegaba tarde por las noches, se iba temprano en la mañana, y vivia cansado. Todo con tal de hacer las cosas excelntes. Quería ayudarlo, pero no sabía como. Así que lo mejor que podía hacer era evitarle la carga de una noticia inesperada que podria traer la inestabilidad de su mando.

— Quiero que le digas a mi hermano que estas embarazada.

— Yo quiero que le digas a David que quieres que sea tu compañero.

Quizas era un golpe bajo, pero incluso me causo gracia cuando Storm arrugó la nariz.

— Eso es sucio, hasta para un felino.

Rex (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora