Rex estaba al borde del colapso mental. Había corrido por todo el territorio pero no podía encontrar a la felina de cabellos rojo fuego que tanto lo enloquecía. Fue al bar, se adentro en su departamento, incluso había hablado con Seb y Storm.
Pero nada, nadie la había visto desde la mañana.
Matt le había dicho que hace unas horas ella le solicitó la noche libre porque se sentía mal, y eso activó sus sensores de alerta. Le picaba la piel y podía sentir las uñas creciendo como garras, el cambio se avecinaba por su creciente desesperación.
No la podría encontrar en su lugar de trabajo y en su casa no se hallaba su aroma reciente, por lo que supuso que no había vuelto al departamento.
¿Y si se hubiera ido de su territorio?
¿Y si estaba con algún macho?
¿Y si alguien le había hecho algo?
Todas esas preguntas rondaban por su mente hace al menos, dos horas. Un tirón lo llevó a querer recorrer el lugar donde se conocieron, y le pidió mentalmente a la luna y la naturaleza que estuviese allí. Si no la encontraba, iniciaría una búsqueda con los ejecutores.
No se dio cuenta en el momento que perdió el control, pero llego al punto en que vio que corrían un par de patas con pelaje negro, en lugar de sus pies.
El enorme lobo negro, de ojos voraces y dorados, corría por la extensión del bosque tratando de captar ese aroma a fresas que tanto le gustaba. Secretamente, había añadido ese alimento a sus desayunos y postres, sentía que lo acercaba más a esa pequeña pero valiente mujer.
Rex se sintió un estúpido. Todo había sido un enorme malentendido, que si él no hubiese arreglado en ese momento, ella no estaría evitando. Se imaginaba todas las emociones y sensaciones que podía tener al ver su postura, de hecho, cuando paso por su lado pudo oler el aroma del dolor y la tristeza. Era tan fuerte y amargo que le había revuelto el estómago y le dejó un mal sabor.
Quizás ella no lo sabía, pero Kat era muy importante para él. La aceptación de su padre le hizo dar un paso adelante en cuanto a la búsqueda de un título en esta relación.
Su lobo lo estaba desesperando y aún más cuando percibió el ligero aroma de Kat. Fresas mezclado con su dolor. Había una cuestión animal que lo llevaba a querer acurrucarse y protegerla.
Siguió el débil rastro, hasta que se fue haciendo más potente y vio la fuente de ese aroma, caminando por el bosque, con un bolso a cuestas. Sus patas duplicaron la velocidad y cuando se interpuso en su camino, le gruñó ferozmente al darse cuenta de su intención.
Ella quería abandonarlo.
Kat estaba sorprendida. Un enorme y hermoso lobo negro había aterrizado justo frente a ella. Al principio sintió el pánico tirando de ella, pero una vibración, casi seguido de un ronroneo cuando su puma entendió que se trataba de Rex.
Al ver a la hermosa criatura se le hizo un nudo en el estómago, extrañaba tanto cambiar y verse en sus pieles como aquel lobo majestuoso que le gruñía como si estuviera cometiendo el peor de los errores. Quizás Rex estaba muy enojado, furioso a lo mejor, cuando se enteró que no solo estaba obligada a casarse con un hombre horrible, sino que no podía cambiar gracias a la maldición que le habían puesto.
Desde que salió de la casa del Alpha, había pensado brevemente en sus opciones y si bien, ser la compañera de alguien, cualquier persona, era una opción tentadora para poder volver a cambiar a puma, también sabía que no toleraría estar con alguien que no fuera Rex. Aunque él la estuviera viendo con odio y en sus pieles de batalla, ella no podría hacer algo así. Se sentiría que lo estaría traicionando si se involucraba con alguien, por más que fuera planificado para poder liberarse.

ESTÁS LEYENDO
Rex (+18)
Loup-garouLos cambiaforma tienen un designio divino, prevalecer en la jerarquía y darle honor a su dinastía. La familia Kurt es la línea principal de los cambiadores lobo, que son a su vez, los líderes en el territorio de Sidney. Se espera grandes cosas de Re...