Dos altos pendejos

575 70 20
                                    

Kenny

Estaba entrenando en el gimnasio de la escuela, que gracias a Dios es gratis. Aun no terminaba mi rutina, cuando siento una perturbación en la fuerza.

Una bola de adrenalina que viene directamente hacia mí.

Apenas logró esquivarla, para darme cuenta de que es Cartman, al menos en lo de bola no me equivoque.

-Culón, que bueno es verte por aquí, pero no dijiste que entrenar era para débiles- empiezo la plática muy animado.

-Lo sostengo pobre- me contesta respirando fuerte, al parecer lleva un rato corriendo.

- ¿Entonces que te trae por aquí? –

-Necesito un favor-

-Te lo he dicho, la hierba es por encargo, no tengo así a la mano, pero si te urge mucho creo que puedo...

-No se trata de eso- hizo una interrupción muy seria, algo en mi interior dice que hay un cadáver de por medio.

- ¿Entonces? - sigo con el ambiente de formalidad.

Me mira serio.

- ¿Cómo deshaces un lazo? -

Si es un asunto delicado.

- ¿Por qué quieres saber? - la respuesta me la imagino, pero quiero escucharlo de su boca.

- La mamá de Kyle no se tomo muy bien lo de la marca- me dice en simplificación.

-Ya veo-

Me siento mal por él, en la mañana estaba lleno de alegría y esperanza, lástima que tenga que pasar por esto, pero si ha venido tan serio es porque lo ha pensado bien, el conflicto tiene que ser grave para que tome esta decisión.

Y por ayudar en este momento a un compatriota en apuros, lo que sea.

-Entonces, ¿me vas a decir? -

-La respuesta es fácil, no puede creer que no pongas atención- intento sonar interesante -debes marcar a alguien más-

Se queda atónito.

- ¿Significa qué...

-Solo conozco esa forma de hacerlo- Y era cierto, yo había marcado a varias personas y solo lo hacía mientras teníamos sexo -Funciona mejor si marcas a otro omega-

-No quiero marcar a otro omega-

- ¿No quieres terminar con él? - por un momento deje de entender.

- ¡No! solo quiero deshacer la marca y hacer las cosas bien –

Escuchar eso de mi amigo me sorprendió un poco, Cartman siempre se ha caracterizado por ser una persona que no piensa en los demás y ve por sus propios intereses, y el sentir como se preocupada por Kyle me hizo sentir en obligación de ayudarlo, aunque eso significase algo que no me gustaría hacer.

-Supongo que puedes marcar a alguien-

- ¿A quién? - me miro esperanzado.

- A mí- dije en seco. Claramente la idea lo dejo atónito -pero no creas que me gustas o algo así, es un paro de Bros-

- ¿Lo dices enserio? - dijo de forma vulnerable.

-Si amigo, se que tu harías lo mismo que a mí- Claro que ayudaría a mi amigo.

Y la verdad es que no me daba mucho gusto, si reconozco que Cartman está todo bueno y mi sexualidad fluida me ha llevado a pensar en él, pero aun así no es de mi gusto.

De hecho, se me hace ligeramente desagradable, pero bueno, amistad es amigo.

El culón se quedó callado como procesando lo que le acababa de decir.

-Gracias Kenny- me dijo sin verme a los ojos, claramente se sentía frágil.

Respire profundo.

-Ven, vamos a las regaderas- Cartman me sigue sin mucho ánimo.

Llegamos y el lugar esta vacío, no se sorprende, generalmente soy el último en irse.

Abro la ducha y comienzo a bañarme.

- ¿Qué mierda haces? -

-Me baño, ¿no es obvio? -

-Pero nosotros no íbamos a...- no termina su oración por lo nervioso que esta.

-Pues no se como crear un ambiente- y es la realidad – puedes acompañarme si quieres- digo coqueto.

Por un momento vi una ligera sonrisa en su rostro.

-Como sea- me dice al tiempo que si empieza a quitar la ropa.

Intento no mirar, pero el morbo me gana. Doy fugaces miradas a su cuerpo, que ¡Oh cielos! Es casi tan delicioso como el mío.

Cuando por fin está desnudo entra al cubo conmigo, de repente el lugar se vuelve estrecho y me siento... ¿nervioso? ¿Desde cuando me pone nervioso coger?

Cartman se empieza a mojar de forma provocativa y voltea a verme de forma profunda.

Me siento intimidado, pero luego recuerdo que yo soy un alfa, tanto como él. Y con ese sentimiento me empodero y cambio mi actitud. Además, necesito aligerar el ambiente.

-Que buena nalga- comienzo a jugar.

-Que pena que solo puedas verla- me dice presuntuoso.

No respondo con palabras porque le doy una nalgada, el se gira un poco extrañado, pero sin perder el ambiente.

- ¿Cómo te atreves? - se acerca a mi y me arrincona contra la pared.

Como antes los actos dicen más que las palabras.

Así que cierro la distancia que nos separa con un beso, no diría que era un beso apasionado, ni romántico. Era enteramente sexual.

Y eso me prendió bastante.

Cosa que mi amigo obviamente noto, aunque no dijo nada un inaudible ja fue su respuesta, seguimos besándonos, más intenso, más agresivo y con esa brusquedad salimos del cubo y pasamos a la banca.

El sonido de la regadera y el vapor que salía de ella creaba un ambiente peligroso, nos besábamos de forma desesperada, como queriendo comernos, y con ello empezaron las caricias, aunque más que caricias eran rasguños.

El uno con el otro, por todo el cuerpo, mis manos paseaban por sus muslos, dejando una marca a su paso, como retribución el dejaba mordidas a lo largo de mi cuello y por mi abdomen, las marcas me ardían y me excitaban.

Estaba jadeando de lujuria, sentí los dientes de Cartman en mi cuello, sabía que el momento había llegado, no quise ver, aparte la mirada y antes de que me encajaran la mordida por el umbral de la puerta atravesó Kyle.

- ¡Qué mierda! - atine a decir antes de que el recién llegado embistiera al culón.

Rodaron un poco y Kyle le empezó a gritar a Cartman. En ese momento llego Stan, sofocado por correr tanto.

Me vio, vio a los chicos y, bueno, saco sus propias conclusiones.

No escuchaba la conversación y no tenía intenciones de hacerlo, tome mi ropa y salí al pasillo, si Kyle quería alguna explicación mía estaría ahí para dársela.

Stan salió conmigo y me dijo:

-No jodas Kenny-

- ¡Oh, Stan! Sabes que no estaba en posición – no me contesto -Pero lo único que lamento- dije aligerando la escena – es que esta erección se va a desperdiciar-

Stan se rio.

-Eres alto pendejo, ¿lo sabias? - afirmo de forma seductora.

Tal vez no, pensé para mí.

Detrás De La PuertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora