CAPITULO 2: ¿TIEMPOS PERFECTOS O REALES?

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Este libro no es apto para menores de edad porque puede incluir lenguaje no apropiado (groserías)

Hace 4 años

-  ¡Ya los vi! Están tomando coca y les dije que ya no tomarán. ¡Les digo que nadamás los dejo un rato y hacen lo que se les da la gana! – exclamó la novia de mi hermano Kendra utilizaré su apodo para no meterla en problemas, esto si es una historia real les vuelvo a repetir, pero su objetivo está en demostrarles como y quién era realmente mi hermano. Dicen que una persona realmente muere cuando lo olvidas, así que mi hermano sigue con vida pero ahora es una gran estrella que nos cuida desde el cielo

-Yo les dije que no tomarán coca y no hicieron caso, la chata estaba insiste e insiste en que quería cocota y yo le dije que no, pero ya sabes cómo es la chata – exclama mi hermano

-Ajá, si, como si no te conociera omarcito – réplica Kendra

-Ya quita la coca de aquí para que se les quite, yo les dije que no pero ahí estaban que querían su cocota…

Y si Kendra procedió a tirar la coca del vaso de mi hermano, el de nosotras no porque pues ya era nuestro problema, ella nos cuidaba nuestra salud, decía que una mente saludable es aquella que hace ejercicio. La mente mientras tú hagas ejercicio es saludable. Desde esa época estuvimos más unidos con mi hermano, desde que ella llegó mi hermano mejoro como persona, fue mejor de lo que ya era.
Íbamos al gym de lunes a viernes y los fines de semana aprovechábamos para salir a pasear, tal vez no nos íbamos a lugares tan lejos, pero convivíamos y eso era lo más bonito que nos había sucedido como familia
-¿Hoy iremos al gym? – pregunta mi hermano

-Ya sabes que si, no podemos faltar, ya les dije que tienen que hacer ejercicio – responde Kendra

-Bueno entonces voy a cambiarme y nos vamos, así que en 20 minutos a lo mucho las quiero listas, también viene el chaparrito, le dije que llegue en 20 minutos y a lo mucho 30, que sino llegaba en 30 minutos nos íbamos sin él – comento mi hermano

-Vale, entonces nos vamos a apurar – respondió mamá

Estando en el gym

-Chaparrito. ¿Por qué le subiste el peso al aparato? Ya no podía alzarlo, deberás que te pasas, pero me las pagarás – corrí al momento que lo decía

-Jajajajajajaja no me alcanzas, lero lero, corres bien lento, ve ve, no me alcanzaste, ya hasta te cansaste namás de que corriste como 5 segundos

-Ay, ya te dije chaparrito, me vengaré de ti

Debo admitir que me la pasaba increíble yendo al gym con mi hermano, mi mamá y el chaparrito, el chaparrito era amigo de mi hermano. En verdad fue una de las épocas más felices que tuve en la vida. Agradezco a Dios por los momentos tan felices que pase a lado de mi familia, de Kendra y del chaparrito. Gracias a Kendra mi hermano fue mejor persona de lo que era. Con ella, él se convertía en un niño, ese niño que le encantaba jugar, reir y amar de manera libre, sin presiones, sin amenazas.
A decir verdad, lamento la razón por la que mi hermano y ella no pudieron ser felices, pero dicen que uno ya tiene un destino, que aunque te quites o te pongas, no hay nada más que hacer que aceptar lo que te toco por vivir y los que aún estamos físicamente, a nosotros nos falta por vivir.
Al día siguiente volvimos a ir al gym.

-Chata, mira que hay allá

-A ver

-Súbele a la caminadora – comenta mi hermano al momento que él le subía la velocidad a la caminadora

-¡Omar! ¡Omar! – grito a modo desesperado, si estaba desesperada porque le subió hasta el nivel 15 de velocidad, ya no podía, sentía que me iba a caer, pero verlo reír no tenía precio

LA JUSTICIA INJUSTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora