Capítulo 23

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Capítulo 23.


MÍA'S POV.


Alexis miró pensativa algún punto perdido detrás de mí. Y yo no pude dejar de mirarla, y tampoco pude reprimir esa sensación de comezón y cosquilleo que se extendían desde la punta de mis dedos hasta lo largo de mis brazos, sabía muy bien que se debía a la repentina realización de que no había quitado mis brazos de su cuello. Y cuando sus ojos amielados me miraron de nuevo decidí que no debía tentar a la suerte así que los retiré despacio, deslizando mis palmas hasta sus clavículas.

Nos miramos prolongadamente, y quise con todas mis fuerzas tener el super poder de leer mentes, o por lo menos la suya. Así podría dejar de martirizarme queriendo saber si acaso sus pensamientos también habían comenzado a jugarle bromas y malas pasadas durante este último mes, o sólo era yo que de pronto comenzaba a perder la razón.

—¿Te habían dicho que das muy buenos abrazos? —comentó tratando visiblemente de cambiar el tema luciendo menos agobiada que hace unos momentos.

Sonreí dulcemente —No...

—Pues eso —dijo en un suspiro.

Los chicos nos llamaron desde adentro pues querían comenzar una ronda de chupitos, la miré asegurándome de que estuviera bien, y al sonreírme de vuelta me confirmó que estaba mejor. Era como si algunas veces no necesitáramos de palabras para hablar y comunicarnos.

Al entrar la música estaba muy alta y no pasaron ni siquiera dos segundos cuando ya nos habían puesto un vasito con tequila en las manos. Brindamos y de pronto el ambiente se había aligerado, hablar aunque sea un poco le había sentado bien a Alexis, y no iba a negarlo si quiera, me complacía saber que yo era la única persona a la que Alexis le había tenido la enorme confianza de contarle cómo se sentía. Y no era ni siquiera por cuestiones de ego, solamente se sentí bien saber que ella confiaba en mí.

Durante las siguientes dos semanas todos estuvimos bastante ocupados con los exámenes, y por lo menos yo, muy apenas tenía tiempo para pensar cosas que no tuvieran que ver con la escuela. Y ligeramente lo agradecía, pues estaba en un momento de mi vida en el que mis pensamientos parecían dejar de pertenecerme de pronto, y no quería detenerme a analizarlo ni buscar respuestas, quería sólo que dejara de ocurrir, por lo que tener todo el día la cabeza dentro de un libro de algún modo me ayudaba.

—¿Propiedades de los aminoácidos? —le señalé con el lápiz sin dejar de mirar mi tableta electrónica.

—Vale, a ver... ésta sí me la sé —tomó una bocanada de aire como si se estuviera preparando para hacer la pirueta más difícil del mundo— ...ácido-básicas, químicas, ópticas —enumeró con sus dedos— espectro... no —dudó, a lo que yo asentí para dejarle saber que iba bien— okay... espectro de... —mordió sus labios y cerró sus ojos tratando de recordad— ABSORCIÓN... ¿qué más? ¡Joder! Se me fue...

Reí echándole una mirada. —Eres un desastre —le alargué la tableta— vuelve a repasarlas

—Nooo —se echó en el mueble de cuero haciendo chirrear un poco el material— tomémonos un break.

Colocó sus brazos en su nuca sirviéndole de almohada y me miró desde su lugar, lucía cómoda.

—Sabes, mañana cuando estemos presentando el examen no podrás tomarte un break si no te sabes alguna respuesta —puntualicé imitando su acción y recostándome en el otro extremo del mueble.

—¿Me soplarás la respuesta si no me la sé?

—No lo sé... —dudé haciéndome la difícil— ¿y yo qué obtengo a cambio?

IN BETWEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora