Capítulo 14.

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Capítulo 14

ALEXIS'S POV


Las fiestas clandestinas que River Valley organizaba en Riverside estaban muy lejos de lucir como ahora mismo se veía el lugar. Ni siquiera parecía una mansión abandonada si no te fijabas tanto en la fachada descuidada del lugar ni en los grafitis que adornaban todas las paredes. Habían asientos tipo lounge por todo el salón, una barra larga donde el barman preparaba bebidas que probablemente costarían el triple de lo que normalmente costarían en cualquier lado. También habían luces led de color rojo y verde en las esquinas del techo y luces ultravioleta de mucha mejor calidad que las que nosotros solíamos poner en las fiestas que hacíamos aquí mismo. El escenario estaba acomodado casi al final del salón principal, y había por lo menos unas cinco máquinas de humo en cada lado.

El ambiente que envolvía al lugar era genial. Tenía toda la fachada de sitio underground pijo.

Gabe y Kiara se sentaron en una de las mesas mientras hablaban sobre algo. Gabe se acercaba mucho a su oído para hablarle por eso de la música tan fuerte.

—¿Y esos dos qué? —grité sobre la música cerca de Lawrence señalándolos con la cabeza.

El chico se encogió de hombros y negó acercándose a mi oído para responderme. —A mi tampoco me ha querido contar nada ese capullo.

Tyler y Tabitha llegaron a nuestro lado, traían cuatro botellas de champagne y al lado de ambos venía un tipo alto vestido de traje con el semblante serio y varias copas en una charola.

—Invita el alcalde —gritó sonriente moviendo las botellas y Tyler imitándola.

Lawrence rió tomando las copas de la charola y las puso sobre la mesa llamando la atención de Kiara y Gabe quienes miraron entusiasmados las botellas de champagne. Nuestro plan de introducir nuestro propio alcohol había fallado monumentalmente al momento de llegar al lugar y darnos cuenta de que en la entrada cacheaban tanto a chicos como a chicas.

Las luces del lugar comenzaron a parpadear aumentando de velocidad gradualmente para después abruptamente apagarse por completo. El olor peculiar que desprendían las máquinas de humo inundó el lugar y repentinamente las luces volvieron a encenderse justo al mismo tiempo que la música comenzaba. Era la canción con la que Dani siempre abría sus sets cuando lo contrataban o tocaba en alguna fiesta.

El beat hizo que todos comenzaran a gritar, me alegré muchísimo por él. Era la primera vez que tocaba en un evento así de importante y privado. Mis amigos silbaban y brincaban con efervescencia. Tabitha me abrazó por los hombros brincando y gritando, Dani nos miró desde arriba lanzándole un beso a su chica y cuando el segundo beat cayó el público se volvió loco, y nosotros incluidos. Tanto que Lawrence se subió a la mesa en la que estábamos brincando al ritmo de la música y gritándole de todo a Dani. Entonces Tabitha tomó una de las botellas y se la pasó para que la tomara, Lawrence sonrió enormemente y con una euforia descontrolada la agitó y la abrió mojándonos a todos los que estábamos cerca. Todo parecía ir en cámara lenta, como cuando estas teniendo el mejor momento de tu vida y tu cabeza tiene la capacidad de alentar el ritmo de todo.

De pronto Tabitha retiró su brazo de mis hombros y entre el tumulto de personas brincando noté a Mía Bellizzi llegando hacia nosotros y saludando a Tabitha y a Kiara con un abrazo. Tabitha entusiasmada señalaba a Daniel y le decía algo a la castaña que no podía escuchar.

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