Una chica de quince años llamada Abril se fuga de su casa tras ser sometida a montones de acusaciones por parte de sus padres y sus compañeros de clase, que no se dan cuenta de que ella no es feliz. Sus únicos amigos de su nueva escuela la buscan de...
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Freezer no entendió qué era lo que sucedía al ver el cielo todo negro.
─¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Por qué oscureció el cielo?─ miraba para todas direcciones─Definitivamente no es de noche, porque antes de anochecer siempre hay un atardecer, y esta vez no. ¿Una tormenta? ¿Pero por qué así de repente?
De repente recordó lo que le dijo Abril:
─Cuando llamas a Shenlong, las esferas comienzan a brillar y el cielo se oscurece. Nunca entendí por qué hacía eso, pero es genial para que dé miedo. A decir verdad el dragón me dio miedo la primera vez que lo vi gracias a la heredera de la Corporación Cápsula─ rió.
Tronó los dientes.
─¡No! ¡No puede ser! ¡Esos miserables llamaron al dragón! ¡No permitiré que la inmortalidad se me escurra entre los dedos!─ un aura maligna lo cubrió totalmente. La Tierra y el mar comenzaron a retumbar─¡LOS ENCONTRARÉ Y HARÉ QUE PAGUEN!─ retomó su vuelo hacia no sabía dónde.
Deseaba tener el rastreador en su cara. Los hubiese encontrado hace rato. Admitía que fue una muy buena jugada por parte de sus tres soldados y esos chiquillos. Los hubiese valorado más como soldados...
Pero siendo inmortal lograría aún más cosas. El poder lo definiría todo. Para eso acabaría con cualquiera que intentara arrebatarle ese objetivo.
─Llegó la hora, Abril─ le dijo Kisugi.
Ella asintió.
El resto seguía observando a Shenlong.
─Es una criatura sorprendente─ Izawa le sacaba fotos con la cámara que siempre llevaba cuando salía a pasear con su madre.
─Es enorme─ dijo Cui.
─Es más grande que Zarbon cuando se enoja─ bromeó Dodoria.
─Ya te escuché─ lo miró con cara de pocos amigos.
─Dejen de bromas. Tenemos que hacer esto rápido─ Abril se paró frente a las esferas y miró a Shenlong─. ¡Shenlong, como nuestro primer deseo queremos que resucites a todos nuestros seres queridos!
Pasaron unos cuantos segundos de silencio incómodo. Kisugi, Zarbon, Cui, Dodoria e Izawa sudaban por los nervios de que el dragón les dijera: "Eso no es posible".
Pero la respuesta fue muy positiva:
─Muy bien, ese es un deseo muy simple de realizar.
El rostro de todos se iluminó.
─Esperen un momento, que la cantidad de individuos por revivir es enorme.
─Tómate todo el tiempo que quieras─ le dijo Abril animada─. O en realidad no, porque Freezer podría encontrarnos y sería el fin─ pensó.
