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༼💥 CAPÍTULO 9 ⚽༽

Cenaron tranquilamente luego de que Freezer diera la noticia de que encontraron la tercera esfera del dragón. Bueno, en realidad Abril notaba que estaba en un ambiente muy tenso. Zarbon jugaba con las bolitas negras, sin comer la carne púrpura, y seguía con esa mirada seria, perdida. Eso le preocupaba mucho a Abril. Y pensar que unas horas atrás lo había visto sonreír con ganas, y riendo con ganas, en aquella playa donde sintió mariposas en el estómago. 

Kisugi comía con ganas a su lado. Ya se había acostumbrado a la comida de ese lugar. Aunque ahora que Freezer le dio el papel del cocinero del ejército, podría preparar todas las comidas que se le ocurriera, para no comer todos los días la misma comida.

─Veo que ya te acostumbraste, Kisugi─ le dijo el emperador, bebiendo de su copa de vino.

─Está delicioso, gran Freezer.

─Pero ahora que estás tú como cocinero de la nave, puedes preparar más cosas, ¿no lo crees?

─Tendría que hacer compras en la ciudad, pero lo que sea por mi emperador─ se llevó un gran bocado a la boca.

─Oh, qué suerte tuvimos al tener un soldado tan amable como tú─ dijo como un halago.

─¡Dame crédito, Free-chan!─ Abril levantó el brazo─¡Fui yo quien tuvo la idea de contratarlo! 

Zarbon seguía sin emitir sonido alguno. Desde que Freezer le mencionó sobre su planeta natal, ha estado callado todo el tiempo.

─Zarbon-chan─ pensó con tristeza. Miro hacia donde estaban las Fuerzas Ginyu comiendo como animales, y vio que el de cabello blanco, Jeice, le guiñó uno de sus ojos verdes. Abril volteó hacia otro lado, nerviosa─. ¿Qué le pasa a este?─ pensó.

Abril caminaba hacia su habitación donde la esperaba Kisugi con su piyama puesto. Cuando es de noche, Abril se quita su armadura y se pone un buzo de lana fina de color rosa pastel que combina con sus pantalones verde mate. Kisugi le dijo un par de veces que se veía hermosa. Estar en la nave, durmiendo en la misma cama, la hacía recordar esas piyamadas con sus amigos. Jamás le incomodó ser la única mujer rodeada de siete hombres. El espacio en el que estaban, siempre se respiraba un aire de amistad y diversión.

Estaba muy feliz en la nave, pero aún así los extrañaba mucho...

─Abril.

Una voz la llamó detrás suyo. Dodoria.

─¿Qué pasó, gordis?

─Cui y yo queríamos saber si quieres buscar la cuarta esfera del dragón con nosotros mañana. Sentimos que necesitamos hacer algo por el gran Freezer. Tú encontraste una, Kisugi otra, y Zarbon la tercera. Nosotros también queremos una para que al menos nos felicite.

─Por supuesto que sí. Es muy divertido hacer estas cosas─ sonrió.

─De acuerdo. Te despertaré apenas salga el sol─ se fue caminando a su recámara.

─Ojalá que sea sutil...

─¡DESPIÉRTATE, NIÑA!─ le grita en el oído a Abril. Kisugi se cayó de la cama y Abril abrió bien grandes los ojos.

─¡CASI ME DA UN PARO ESTANDO DORMIDA!─ le gritó.

─Lo sé, así despierto a Zarbon todos los días, y se queja de que necesita "sus ocho horas de sueño de belleza"─ ríe.

─Zarbon-chan...─ Abril bajó la mirada.

─¿Ocurre algo?

─N-no. En fin, vayamos por la esfera del dragón─ se levantó animada, Dodoria salió unos minutos para que Abril se cambiara. Ella tomó su rastreador y salió de la habitación junto con su otro amigo.

Kisugi se levantó del piso, dispuesto a dormir otra vez, sin embargo:

─¡SOLDADO KISUGI! ¡MÁS VALE QUE ESTÉS DESPIERTO! ¡NECESITO QUE ME PREPARES UNA GRAN DOCENA DE ESAS COSAS RARAS QUE HICISTE AYER! ¡DATE PRISA, QUE ME MUERO DE HAMBRE!─ gritó Freezer.

Kisugi suspiró.

─Mi quinto sueño tendrá que esperar.

Dodoria, Cui y Abril aterrizaron en medio de la ciudad de Nankatsu. A Abril le vinieron recuerdos de ver su ciudad de nuevo.

─Tendríamos que separarnos. Yo iré por esa dirección─ señala con su dedo hacia donde estaban todos los árboles Sakura─, y ustedes vayan a donde quieran─ les dijo Dodoria a Cui y Abril.

─Entendido, gordis.

Dodoria simplemente se fue caminando. Algunas personas lo miraban asustadas; no parecía un ser humano.

Abril vio en frente de ellos una sala de juegos.

─Oye, Cui, antes de buscar la esfera, ¿no quieres entrar a ese lugar y descubrir la magia de los juegos?─ dio vueltas en su lugar.

─No estoy para esas cosas infantiles. Soy uno de los soldados de más alto rango de Freezer, no me pueden ver ahí dentro o sino me aniquilaría─ se cruzó de brazos y volteó a otro lado con los ojos cerrados.

─Oh, está bien. Por mí haz lo que quieras. Yo entraré porque tal vez alguien que trabaje ahí la haya encontrado en algún lado y la puso como premio─ dijo a propósito para que Cui cambiara de opinión.

─¡LLÉVAME AHÍ DENTRO!─ le ordenó.

─Jijiji─ rió por lo bajo.

¿Acaso esa sala de videojuegos sobrevivirá al soldado de piel morada?