Fiesta de año nuevo [Kayn x Zoe]

Campanadas [Primera Parte]

[ Hace 1 hora ]

¿Se puede saber donde se había metido? Caminó como idiota por toda la residencia, le preguntó a más de veinticuatro personas si la habían visto por alguna parte. No, no recibió respuestas. Lo único que pudo encontrar fue a una Neeko preocupada por Zoe diciendo que había desaparecido. Una hora, una hora quedaba para Año nuevo y esos fuegos artificiales que estúpidamente había colocado para ella no iban a ser en vano. Y no hablemos de los comentarios de la guadaña, no faltaba momento para que pudiera decir algo vergonzoso a cada persona con la que su portador hablaba.  Estaba bastante irritado, se le agotaba la paciencia y el tiempo.

Ahora mismo estaba en el centro de la grieta, una melodía navideña salía de unos altavoces que habían puesto al lado de una mesa llena de comida y bebidas. A lo alto de un muro se encontraba una gran campana de metal colgada. Estaba tan oxidada que daba la sensación que en cualquier momento donde el viento soplara fuerte, se caería. Se sentía un poco asfixiado de tanta gente reunida en un mismo sitio. Sabiendo que a Zoe le gustaba este tipo de cosas, empezó a caminar con un ápice de esperanza entre los pequeños espacios de aire para pasar de un lado a otro. Para Kayn le resultaba algo extraño lo que veía, hace apenas unas horas se estaban asesinando entre ellos, y ahora tomaban, bailaban y bebían juntos como si fueran amigos de toda la vida. Entre la lejanía vio a su amigo hablar animadamente con una morena, y cuidadosamente se fue acercando hacia ellos.

—Así que... ¿Te dio tiempo acabarlo tu solo?— Taliyah puso las manos en su cadera, con las cejas alzadas. Por su expresión no parecía muy convencida.  Pues Ekko estuvo prácticamente media hora hablándole de como había podido escapar de aquellas mujeres con vida, demostrando su habilidad con su espada. Alzó la mirada y pudo ver a Kayn acercándose hacia ellos.

—¡Hey, chaval!— Ekko lo arrastró hacia el nuevo árbol que había colocado y llamó la atención de la morena— Este e-boy me ayudo a construirlo. Fue una buena ayuda.

—Ni se te ocurra volver a llamarme así— Kayn le lanzó una mirada de odio, y segundos después alzó la mirada hacia arriba, cegándolo un poco par las luces de la decoración.— ¿No se suponía que ibas a esperar a que trajera a alguien para que lo decorase?— Preguntó con algo de decepción al ver el árbol detrás de ellos, meneándose de vez en cuando pasaba el viento.

Pobre, no podrá ver a Z-

—¡Cállate, ya escuche suficiente de ti hoy!— El de la trenza meneó con fuerza a su arma, mientras que esta solo reía sin parar. Ekko y Taliyah compartían una mirada de confusión, era extraño verlo sonrojado hasta las orejas.

—Tardaste mucho, quedaba poco tiempo para que terminara el año— Le explicó Ekko—Pero mira, lo intenté decorar con los adornos que sobraban y quedo perfecto— Sonrió orgulloso—Por cierto, ¿A quien buscabas?

Parecía un idiota al no poder soltar el nombre así tal cual. Veía como ellos dos esperaban su respuesta algo impacientes. Se armó de valor y apretó los puños.

—Zoe. Estaba buscando a Zoe. Llevo buscándola desde que me fui del barón. Saben, le tengo algo preparado y como todo esto se vaya a la basura la asesinaré.

Siendo sinceros, ninguno de los esperaba esa respuesta. Simplemente se quedaron con los ojos abiertos, observando al Joniano. Ekko no aguantó una carcajada y Taliyah le golpeó con el codo. 

—Oye, no te rías— Dijo Kayn, apuntando al peli-blanco con su arma. Aunque tanto como su amigo y la guadaña reían, haciendo que la amenaza no sea muy amenazante. La chica de las rocas sintió curiosidad, sabía perfectamente como era Zoe, pero nunca le había hablado de él. De hecho, nunca los había visto juntos. La heterocromática solo parloteaba como iba a enamorar a Ezreal con sus pasteles lunares de chocolate. Se acercó al Sheida y le ofreció algo de bebida, pero este se negó.