La vida después del coma podía ser difícil, pero nunca imagino que le tocaría enfrentarla.
Sus memorias se habían esfumado una vez despertó de su coma de dos años. Todo era desconocido, todo era nuevo.
¿Que tan difícil seria recuperar todos esos rec...
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—Es bueno verte de nuevo, Min Yoongi.—Luego de enlazar sus manos, los dos tomaron asiento.
—Es la primera vez que estamos juntos de esta manera, me alegra que hayas tomado la decisión de consultar con alguien profesional. Seokjin me hablo y me dijo que estuviste teniendo dificultades contigo mismo, ¿Esta siendo muy difícil?—Pregunto el doctor mientras escribía algo sobre su planilla.
Yoongi se removió incómodo en la silla de cuerina y aclaró su garganta.
—¿Dificultades conmigo mismo?—Pregunto, haciendo que el doctor lo observe nuevamente.
—Claro, es decir...¿Sientes que te has vuelto tu propio enemigo?—Yoongi se tomo unos segundos para reflexionar esa pregunta mientras paseaba sus orbes por la habitación de color celeste.
—Creo que podría llamarlo de esa manera. Hay noches en las que no puedo dormir por pensar demasiado o por obligarme a recordar...Supongo que puedo hacerlo mejor pero no lo logró.—El pelinegro jugo con sus manos en su regazo y suspiro.—No quiero depender de nadie, siento que soy una carga pero me siento solo y perdido, esto se volvió más difícil de lo que parecía cuando desperté.—El hombre de canas asintió comprensivo.
—¿Que puedo hacer?—Pregunto el pelinegro.
El doctor, tan solo se limito a suspirar y frotarse la cara con sus manos.
Luego de unos minutos en silencio, donde la frustración del menor crecía y tensaba el ambiente, habló.
—¿Sueles guardarte las preguntas, Yoongi?—
El nombrado asintió.
—Sácalas, escúpelas, vomítalas. Si el enfermero te dijo que no lo hagas, hazlo, yo soy tu médico de cabecera y yo quiero verte mejorar.—Yoongi lo observo sorprendido mientras el doctor se acercaba a él.
—No hay mejor forma de sanar una mente que aclarando dudas.—Masajeó sus hombros y Yoongi se sintió aliviado por primera vez en mucho tiempo.
—Gracias, doctor.—Agradeció Yoongi.
—Prometo hacerme más tiempo en mi agenda esta semana y hablaremos mucho más. Ahora tengo que atender otros asuntos, le hablare a Seokjin cualquier cosa.—Los dos hombres caminaron hacía la puerta y se despidieron. Yoongi volteó y observó a Seokjin dormitando en la sala de espera del pasillo.
—Hyung...Vamos.—Yoongi, apompado en su abrigo, se acercó lentamente para no aturdirlo y meció suavemente el hombro del mayor, tomando un poco de su suéter celeste. Seokjin abrió sus ojos y agitó su cabeza, asimilando que estaba en el hospital y no en la playa como lo estaba soñando.
—¿Como estuvo tu mini consulta?—Pregunto el mayor mientras se levantaba y estiraba sus brazos sobre su cabeza, dejando un poco a la vista su abdomen bajo, liberando unos sonidos guturales y llevándose algunas miradas fugaces de señoras que estaban sentadas allí. Yoongi, como el celoso que era, tomo el suéter y lo bajo, esperando a que Seokjin dejara de hacer esa escena de free striptease que estaba dando en medio de la sala de espera.
